Cumplida una nueva cita del deporte huilense en su máxima expresión, mediante la entrega del codiciado ‘Mingo Pinzón’ a nuestras más rutilantes figuras del esfuerzo físico y mental, queda latente la enorme necesidad de un mayor impulso del Estado regional, representado en la Gobernación del Huila y las respectivas alcaldías, para que los resultados se manifiesten en hechos tangibles, producto de una tarea planificada, ordenada y en línea con el ciclo olímpico, y no producto de solitarios, denodados pero insuficientes labores individuales. Cumplida una nueva cita del deporte huilense en su máxima expresión, mediante la entrega del codiciado ‘Mingo Pinzón’ a nuestras más rutilantes figuras del esfuerzo físico y mental, queda latente la enorme necesidad de un mayor impulso del Estado regional, representado en la Gobernación del Huila y las respectivas alcaldías, para que los resultados se manifiesten en hechos tangibles, producto de una tarea planificada, ordenada y en línea con el ciclo olímpico, y no producto de solitarios, denodados pero insuficientes labores individuales. Esta vez los galardonados: Andrea Olaya, la mejor deportista; el técnico Miguel Ipus, el Club de Patinaje de Belén (La Plata) como mejores dirigentes, Coofisam, la empresa patrocinadora; Alfonso Nieto y todos los nuevos talentos representan ese esfuerzo denodadoy ese espíritu triunfador. Entrenadores que le entregan a la región sus mejores horas, incluso sacando de su bolsillo para subsidiar los elementos esenciales de sus aún más pobres deportistas; pequeños clubes que superviven a punta de pesitos, empanadas y viajes de los mismos padres de familia; deportistas que se deben escapar de sus horas laborales o académicas, a riesgo de sanciones, por el amor a su disciplina. No es ese el camino; no se trata de crear héroes ni mártires del deporte, es un asunto de seriedad, profesionalismo y bases sólidas para crear campeones nacionales e internacionales. La empresa privada, en este caso representada por la notable tarea de un enamorado de las disciplinas como el industrial Jesús Oviedo y esta casa periodística LA NACIÓN, dan un buen punto de partida a través de estimulantes reconocimientos como el “Mingo” Pinzón. Le marcan un sitial al sector estatal, y a otros dirigentes privados, para que se ponga al deporte como asunto importante, de primera línea. El “Mingo” Pinzón es ya una insignia del deporte regional, sustentada sus calificaciones bajo los más estrictos estándares. De nada servirá este esfuerzo privado si aquellos que hace menos de 24 horas alcanzaron la gloria regional no reciben de su Gobernadora y sus alcaldes el otro estímulo, el más importante para sus presentes y futuras carreras: el ser incluidos en los ciclos con las mejores condiciones de logística, entrenamiento y seguridad económica, con miras a certámenes como los Juegos Nacionales, certámenes suramericanos y centroamericanos y, por qué no, apuntarle a futuras clasificaciones a Panamericanos y Olímpicos. La Gobernadora sabe que no bastan los esfuerzos individuales. El señor Alcalde de Neiva, con un Secretario de Educación de reconocida trayectoria en los medios de comunicación deportivos y parientes con excelentes antecedentes como su sobrino Faiver Aroca; el Alcalde de Pitalito, ciclista desde hace muchos años, son apenas algunos ejemplos de gobernantes y líderes vinculados directamente con el deporte. El “Mingo” marca una ruta, les toca a los gobernantes seguirla. “No se trata de crear héroes ni mártires del deporte, es un asunto de seriedad, profesionalismo y bases sólidas para crear campeones nacionales e internacionales”. EDITORIALITO Los graves estragos dejados por las avalanchas en Garzón, más que la ayuda humanitaria inmediata, requiere una urgente intervención de las autoridades regionales y nacionales para reconstruir las zonas afectadas. Un esfuerzo de todos.