El obispo británico Richard Williamson, conocido por negar la magnitud del Holocausto judío GINEBRA (AFP) – El obispo británico Richard Williamson, conocido por negar la magnitud del Holocausto judío, fue expulsado de la Fraternidad San Pío X, una
organización integrista católica creada por el cismático Monseñor Lefebvre, anunció la hermandad. “Monseñor Richard Williamson, habiéndose distanciado de la dirección y del gobierno de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X desde hace varios años, y negándose a manifestar el respeto y la obediencia debidos a sus superiores legítimos, fue declarado excluido”, indicó la organización en un comunicado. La fraternidad de católicos tradicionalistas que rompieron con Roma hace más de veinte años por no aceptar los postulados del Concilio Vaticano II precisaron que la decisión fue tomada el pasado día 4 de octubre. Williamson fue uno de los cuatro obispos ordenados por el francés Marcel Lefebvre en Ecône, Suiza, en 1988, desoyendo las órdenes del entonces Papa Juan Pablo II, que les excomulgó a todos de inmediato. El obispo británico causó un sonado escándalo en enero de 2009 cuando se difundió una entrevista con la televisión sueca en la que declaraba: “Creo que no hubo cámaras de gas (…) Pienso que en los campos de concentración murieron entre 200.000 y 300.000 judíos, pero ninguno pereció en las cámaras de gas”. La entrevista se efectuó en noviembre de 2008, pero fue difundida el 21 de enero, tres días antes de que el Papa Benedicto XVI decidiera levantar la excomunión de Williamson y otros tres obispos integristas. La decisión, que el Papa mantuvo, provocó una ola de protestas en todo el mundo, e incluso el propio Bernard Fellay, líder del movimiento ultraconservador, pidió perdón al Sumo Pontífice en una carta por las afirmaciones de monseñor Williamson, que según destacó “no reflejan en ningún caso las posiciones de la Fraternidad”. Días después de la difusión de la entrevista con la televisión sueca, la Fraternidad San Pío X anunció también que Williamson había dejado de dirigir el seminario La Reja, situado cerca de Buenos Aires. Más adelante, en abril de 2010, el religioso británico fue condenado en Alemania a una multa de 10.000 euros por “incitación al odio racial”, después de negar el Holocausto judío, una pena que en apelación se quedó en 6.500 euros. La justicia alemana acabó anulando la condena, alegando errores de procedimiento. En su comunicado, la Fraternidad indicó este miércoles que la exclusión ha sido “una dolorosa decisión (…) necesaria en atención al bien común de la Fraternidad San Pío X y de su buen gobierno”. La organización explicó también que “un último plazo le había sido concedido para conformarse a lo dispuesto, al término del cual anunció la difusión de una ‘carta abierta’ pidiendo al Superior General que renunciara”. En el Vaticano, fuentes cercanas a los esfuerzos de reintegración de los lefebvristas saludaron la decisión de la Fraternidad como “una buena noticia”, según indicaron a la agencia especializada I.Meddia. Si Williamson hubiera permanecido en la Fraternidad, “habría sido un elemento suplementario de complicación” en el complejo diálogo con los lefebvristas que quieren retornar al seno de la Iglesia Católica. Fundada en 1970 por el francés Monseñor Marcel Lefebvre (muerto en 1991) y separada de Roma desde 1988, la Fraternidad, opuesta firmemente al Concilio Vaticano II (1962/65) que modernizó la iglesia católica, cuenta con unos 500 sacerdotes, cientos de seminaristas, religiosas y decenas de miles de fieles. Los lefebvristas se oponen a ciertos textos fundamentales del Concilio Vaticano II sobre la libertad religiosa y el diálogo entre religiones. En su esfuerzo por hacer retornar a los lefebvristas al redil, el Vaticano les propuso este año convertirse en “Prelatura Personal”, un estatuto que posee el Opus Dei y por el que la Santa Sede les encomendaría una determinada tarea que no queda circunscrita a un territorio particular. Bernard Fellay, superior general de los lefebvristas, no respondió por el momento. Citado este miércoles por el sitio web Vatican Insider, uno de los obispos ultraconservadores, el argentino Alfonso de Galarreta, afirmó que la Fraternidad no podía aceptar las tres condiciones del Vaticano, que presentó así: “reconocer que el magisterio vivo es el intérprete auténtico de la tradición”, “reconocer que el Concilio Vaticano II está en perfecto acuerdo con la tradición y que conviene aceptarlo”, y “aceptar la validez de la nueva misa” en lenguas vernáculas y no en latín. “A las condiciones de Roma hemos respondido con nuestras propias condiciones, a las que no podemos renunciar”. “Por lo que se ve se está alejando la posibilidad de un acuerdo, pero sobre todo el riesgo de un mal acuerdo está definitivamente descartado”, añadió Monseñor Alfonso de Galarreta.