Los responsables cristianos de Nigeria temen que el auge de ataques islamistas contra iglesias y fieles, considerados como una “limpieza religiosa” ABUJA(AFP) – Los responsables cristianos de Nigeria temen que el auge de ataques islamistas contra iglesias y fieles, considerados como una “limpieza religiosa” que ha dejado decenas de muertos en las últimas semanas, desencadene una guerra civil como la de los años 1960. Desde Navidad, seis ataques contra cristianos provocaron la muerte de más de 80 personas, la mayoría reivindicados por la secta islamista Boko Haram, que quiere imponer la Sharia (ley islámica) en el país, el más poblado de África con 160 millones de habitantes. Durante una ceremonia religiosa en honor de las fuerzas armadas, el presidente nigeriano Goodluck Jonathan dijo que los actos violentos contra cristianos son “peores” que la guerra civil de los años 1960. Según Jonathan, Boko Haram recibe apoyo de miembros del aparato del Estado, del Parlamento, los servicios de seguridad, la policía, el ejército y el sistema judicial. “Durante la guerra civil, podíamos saber e incluso preveer de dónde procedía el enemigo. Pero el desafío al que nos enfrentamos hoy es más complicado”, señaló el presidente, en alusión al carácter imprevisible de los ataques. “Este tipo de actos nos recuerda al inicio de la guerra civil que tuvo lugar en Nigeria”, dijo el sábado Ayo Oritsejafor, jefe de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN), que agrupa a católicos y protestantes, en referencia a la sangrienta guerra de secesión de Biafra que dejó un millón de muertos entre 1967 y 1970. Siguiendo las medidas de seguridad adoptadas por las autoridades hace unas semanas, los fieles cristianos eran registrados y debían pasar por un detector de metales antes de entrar en iglesias en la capital federal, Abuya. En Lagos, la capital económica del país, que de momento no ha sufrido ningún ataque contra cristianos, las autoridades daban consejos a los fieles para mantener la prudencia. En una reunión de urgencia convocada el sábado, los responsables cristianos llegaron a la conclusión de que “el esquema de estas matanzas nos hace pensar en una limpieza étnica y religiosa”, añadió Oritsejafor. “Tenemos el derecho legítimo de defendernos (…) cueste lo que cueste”, advirtió. Los enfrentamientos se multiplicaron en varios Estados del noreste del país dejando una treintena de muertos, después de que expirara un ultimátum de los islamistas que exigía la salida de los cristianos del norte de Nigeria, de mayoría musulmana. Esta escalada mortífera hace temer una guerra de religiones en un país cuya población es musulmana y cristiana a partes iguales. En el Estado de Adamawa, las autoridades impusieron el sábado un toque de queda de 24 horas para hacer frente a la violencia. En este Estado tuvo lugar el ataque más sangriento de los últimos días, que dejó 17 muertos -según testigos- en Mubi durante una reunión de cristianos que estaban en duelo. La policía estableció un balance de 12 fallecidos. Otro ataque perpetrado el viernes por la noche por hombres armados en una iglesia de Yola, capital de Adamawa, provocó la muerte de 10 fieles, dijo un responsable cristiano. En una iglesia de la ciudad de Gomba, en el Estado vecino con el mismo nombre, un ataque dejó seis muertos durante una misa cristiana.