Lo que se encontró la nueva administración en las Empresas Públicas de Neiva (EPN), aunque pareciera sorprender, no es más que el resultado de haber convertido a esta compañía estatal en la caja menor, la caja mayor, la destinataria de todos los intereses burocráticos municipales, contratista y contratante. Lo que se encontró la nueva administración en las Empresas Públicas de Neiva (EPN), aunque pareciera sorprender, no es más que el resultado de haber convertido a esta compañía estatal en la caja menor, la caja mayor, la destinataria de todos los intereses burocráticos municipales, contratista y contratante. En fin, en una verdadera olla sin fondo a costa del usufructo del monopolio del agua y del bolsillo de todos los neivanos, desdelos más pobres hasta los más pudientes. Podría afirmarse que EPN, de joya de la corona ha pasado a ser el depósito de cuanta cosa haya para evadir, sobre todo las normas de contratación y reservorio, ese sí, de una abultada nómina con elevadas cargas sindicales. Solamente la nómina de 60 nuevos funcionarios, la mayoría delos cuales dio el salto inmediato al sindicato, nos costará a los neivanos 2.000 millones de pesos mensuales, incluyendo más de 700 millones por las gabelas gremiales, elevando los gastos de funcionamiento a 17.000 millones mes, en tanto se adquirió un enorme crédito por 10.000 millones de pesos terminando el año 2011. Y ese crédito se justificó con el probable aumento de5.000 usuarios, es decir los mismos del proyecto Bosques de San Luis, pero allí sólo se han construido 940 apartamentos de los cuales han ocupado apenas 74, es decir el 1.5% del incremento de clientes que esperaban. Y como si no bastara con ello, en el Concejo de Neiva denuncian que EPN cuenta con 14 asesores jurídicos externos que nos cuestan otros 850 millones de pesos. Y ante tal panorama se plantea que una solución sería elevarlas tarifas a los usuarios con el argumento de que, según un estudio de la Superintendencia de Servicios Públicos, Neiva en comparación con ciudades intermedias de similar población como Ibagué, Tunja, Manizales o Armenia, presenta una tarifa 10% menor a ellas, por lo que pensar en un ajuste de tarifas no es inapropiado, dijeron en el Concejo. Lo que no dijeron es que esas ciudades tienen agua realmente potable y suministro permanente y garantizado del líquido. Ni más faltaba que, para seguir pagando la onerosa nómina, los exagerados beneficios sindicales, la ineficiencia y el descuadre administrativo, se les traslade la carga a todos los neivanos, pobres y ricos, en lugar de pensar con toda seriedad y responsabilidad en ajustes administrativos, en eficiencia del servicio y, sobre todo, en garantizar agua potable desde la llave y provisión durable. Pero las cifras preocupantes no se quedan ahí. A la deuda adquirida en diciembre se le suma un déficit de 26.000 millones con que la actual administración recibió la entidad, y por lo menos 32.000 millones más que hacen parte de líos judiciales con peligro de perderse. Llama la atención de estas abultadas cifras, el papel por lo menos pasivo, si no cómplice del desgreño, del sindicato y del mismo Concejo Municipal período 2008 – 2011. Es evidente que la voracidad por prebendas particulares, que sólo benefician a unos pocos en tanto la ciudad sigue padeciendo de constante sed, le han dejado el camino abierto a tantas decisiones que comprometen tanto el presente como el futuro de EPN. El corte de cuentas y el juicio político, así como las investigaciones, deben comenzar. “Podría afirmarse que EPN, de joya de la corona ha pasado a ser el depósito de cuanta cosa haya para evadir, sobre todo las normas de contratación y reservorio, ese sí, de una abultada nómina con elevadas cargas sindicales”. EDITORIALITO La postulación de Neiva como sede de los juegos nacionales del 2016 que se presentará al director de Col deportes, por los gobernadores de Huila y Tolima, es una sana iniciativa. Pero debe ser producto del esfuerzo y la puja conjunta con la dirigencia regional. La misma iniciativa se formuló en el pasado pero pasó inadvertida.