El amarrillo- como el sol- iluminó la fiesta. Sus destellos se abrieron paso entre la multitud que emocionada salió a recibir a las reinas nacionales. Fue un despegue lleno de color y vivas manifestaciones culturales El amarrillo- como el sol- iluminó la fiesta. Sus destellos se abrieron paso entre la multitud que emocionada salió a recibir a las reinas nacionales. Fue un despegue lleno de color y vivas manifestaciones culturales Una brillante mancha cubrió todos los espacios y colmó todas las expresiones culturales en el fastuoso recibimiento a las 19 candidatas que participan en el Reinado Nacional del Bambuco. Todas rutilantes, hermosas, sintieron el calor y respiraron el aire de la fiesta y se impregnaron del mágico color, como un hechizo que se expandió bullicioso durante el recorrido, bordeando el río Magdalena, el más grande patrimonio ecológico del país. Las comparas, los grupos folclóricos, las bandas de músicos fueron desfilando al lado de las soberanas durante la bienvenida que LA NACIÓN les ofreció, abriendo la fiesta nacional. También desfilaron los personajes típicos, los matachines, los zanqueros y los danzarines dándole el colorido a las manifestaciones artísticas, el corazón de la cultura huilense. El Festival Folclórico, declarado patrimonio cultural de la Nación, alcanza el clímax en medio del furor que representa el arribo de las candidatas, los grupos folclóricos nacionales e internacionales y sus típicas comparsas. En armónicas tonadas se sintieron los rajaleñas, vibraron las guitarras, las puercas, los chuchos y retumbaron las tamboras en medio de una multitud que saludaba a cada soberana. En todos los sitios se sentían los aires del sanjuanero y bajo el sol inclemente lanzando destellos amarillos, el aroma del asado huilense que complementa el otro componente de la rica gastronomía opita. Y más allá, entre la multitud, LA NACIÓN, primero diario del sur del país, se aferraba al corazón de sus lectores. Una mancha amarrilla cubrió todo el espacio y marcó el inició de una fiesta nacional, orgullo de los huilenses. La belleza huilense relumbró durante el tradicional recibimiento. Los aires típicos marcaron el ritmo. El público confirma el liderazgo.