La mayoría de los países pidieron tiempo para que sus gobiernos evalúen las conclusiones del informe de Insulza, y discutirlos en una nueva reunión en los próximos días, mientras Argentina y Perú pidieron desde ya que se convoque a una reunión de cancilleres de la OEA sobre el tema. La mayoría de los países pidieron tiempo para que sus gobiernos evalúen las conclusiones del informe de Insulza, y discutirlos en una nueva reunión en los próximos días, mientras Argentina y Perú pidieron desde ya que se convoque a una reunión de cancilleres de la OEA sobre el tema. WASHINGTON (AFP) – El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, rechazó que Paraguay sea suspendido de la organización continental por la destitución del presidente Fernando Lugo, tal y como lo hicieron Unasur y Mercosur, para evitar un “sufrimiento” al pueblo de ese país. Por el contrario, Insulza propuso conformar una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que promueva el diálogo en el país y acompañe los preparativos de las elecciones generales de abril de 2013, durante una reunión extraordinaria del organismo sobre la situación en Paraguay. “La suspensión en la OEA conllevaría altas implicaciones económicas para el país dado el impacto directo de la decisión en otras instituciones del sistema interamericano”, dijo Insulza, al presentar su informe tras visitar Paraguay la semana pasada al frente de una delegación de la OEA. La Unión Suramericana de Naciones (Unasur) y el bloque comercial Mercosur decidieron suspender a Paraguay hasta los comicios de 2013 por la destitución de Lugo el 22 de junio luego de un juicio político sumario del Congreso “por mal desempeño de sus funciones”. “Estimo que la adopción por parte de la OEA de una medida similar no contribuiría a alcanzar nuestros objetivos” de promover el diálogo y fortalecer la democracia en Paraguay, dijo Insulza. “No creo que sea cualquier cosa lo que pasó en Paraguay ni que esté perfectamente bien. Creo que se cometieron errores (…) pero tenemos que ser más medidos en nuestros juicios y ver de qué manera ayudamos a Paraguay”, estimó. Insulza destacó que en Paraguay “existe una situación de normalidad política, social y económica que es conveniente preservar”. Eludir una suspensión “evitaría aumentar las divisiones” políticas y los “sufrimientos innecesarios al pueblo”, expresó. La última suspensión que aprobó la OEA, la de Honduras tras el golpe de Estado de junio de 2009, le acarreó a ese país sanciones como la suspensión de programas de ayuda de la organización y el desembolso de créditos de entidades multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial. Un grupo de países conformado por Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia han impulsado la suspensión de Paraguay de la OEA, y volvió a fustigar los eventos ocurridos en Paraguay, que a su juicio constituyen un golpe de Estado. El embajador de Venezuela, Roy Chaderton, fustigó lo que consideró “la tibieza o abulia” de la OEA ante “la violación fragrante del debido proceso” del Congreso paraguayo, que disparó “decisiones severas” de Unasur y Mercosur. Tanto Chaderton como el embajador de Nicaragua, Denis Moncada, criticaron que en la misión de la OEA que visitó Paraguay -que incluyó representantes de México, Haití, Canadá, Estados Unidos y Honduras- no haya participado ningún miembro de Unasur. Insulza se defendió afirmando que no recibió respuesta de dos países sudamericanos, que no especificó, a los cuales invitó a Paraguay. El ex presidente Fernando Lugo hizo mucho daño a la Iglesia Católica, dijo el obispo del departamento de Alto Paraná (este de Paraguay), monseñor Rogelio Livieres. Foto Afp