Niños sin regalías

El gobierno departamental y los alcaldes han lanzado una urgente alerta ante la masiva deserción escolar como consecuencia de la falta de los programas de restaurantes escolares y transporte, sobre todo rural. El gobierno departamental y los alcaldes han lanzado una urgente alerta ante la masiva deserción escolar como consecuencia de la falta de los programas de restaurantes escolares y transporte, sobre todo rural. Y el motivo es la lentitud en la implementación de todos los novedosos y engorrosos procedimientos para acceder a los recursos no directos de las regalías por extracción de petróleo. De acuerdo con la denuncia de los mandatarios, unos 13 mil niños no han vuelto a escuelas y colegios, es decir que estamos hablando de los pequeños más pobres cuyas familias tienen una enorme ayuda en la alimentación que se les brinda en las aulas y el acceso a los centros educativos con un transporte adecuado. Situación similar de crisis ya se avecina para los temas de salud. Y lo que agrava el asunto es que el número de escolares que no regresa a clases es creciente. Hasta el momento se ha dejado de atender 125 mil alumnos con el programa de alimentación escolar y 31 mil de transporte escolar, considerando que tanto el Departamento como los municipios se han visto en la obligación de suspender los programas por la entrada en vigencia del nuevo Régimen de Regalías. Lo que deja este asunto en evidencia es que hubo un apresuramiento del Gobierno Nacional en la entrada en vigencia del nuevo modelo de distribución de los dividendos mineros, sin tomar ninguna precaución frente al enorme impacto que se causaría a sensibles programas sociales, afectando sin contemplación ninguna a las capas menos favorecidas de la sociedad que son los niños. Ahí están las denominadas OCAD (Órganos Colegiados de Administración y Decisión), que son los que definen la financiación de proyectos, y la falta de aprobación a su vez de Planeación Nacional. No han entrado en operación esos órganos colegiados pese a que son el paso inicial, exigido por las nuevas normas, para darles impulso a todos los programas y proyectos que se financiarán con estos recursos mineros. Y como si bastara con el solo hecho de que los niños no reciban alimentación adecuada ni puedan llegar a sus aulas, hay ya un problema financiero para cada uno de los municipios y el Departamento por el no cumplimiento de las coberturas de matrícula. El Huila hasta ahora ha recibido escasamente 1.752 millones de pesos que alcanzaron apenas para prestar el servicio de restaurante escolar a 10 mil estudiantes. Dice las cifras oficiales que faltan más de 75 mil menores de edad para cubrir, por lo cual urge que el Gobierno Nacional defina las reglas de juego que les permita a los entes territoriales acceder a los recursos económicos de regalías, que hoy están guardados en los bancos. Las cosas están llegando a tal punto que algunos alcaldes están proponiendo una movilización social de protesta por lo que viene sucediendo, sometidos como están los mandatarios locales a la presión ciudadana ante la ausencia de estos programas sociales. Los niños, los primeros damnificados por el nuevo modelo de regalías. DESTACADO “Hubo un apresuramiento del Gobierno Nacional en la entrada en vigencia del nuevo modelo de distribución de los dividendos mineros, sin tomar ninguna precaución…” EDITORIALITO Qué lástima que una audiencia para aclarar las inversiones ejecutadas para atender emergencias de la pasada ola invernal, se hubiera realizado a puerta cerrada. Y sin participación ni de los medios ni de los destinatarios. Por elemental norma de transparencia debió ser pública.