‘Están jugando con la vida de mi hija’

Andrea Rayo, la mujer que se encadenó hace unos meses a la entrada de la EPS Solsalud en Neiva, para protestar por la no entrega de los medicamentos para su hija de siete meses, denunció que la entidad está incumpliendo de nuevo y señaló que la salud de su niña empezó a decaer. Hace un mes la pequeña no recibe las dosis correspondientes. Andrea Rayo, la mujer que se encadenó hace unos meses a la entrada de la EPS Solsalud en Neiva, para protestar por la no entrega de los medicamentos para su hija de siete meses, denunció que la entidad está incumpliendo de nuevo y señaló que la salud de su niña empezó a decaer. Hace un mes la pequeña no recibe las dosis correspondientes. MARIO PORTILLO LA NACIÓN, NEIVA Indignada, rabiosa y con su hija en brazos, Andrea Rayo, la madre que optó por encadenarse para exigir los medicamentos de su hija a la EPS Solsalud en Neiva, manifestó que las directivas de la entidad de salud están jugando con la vida de su pequeña y le están violentando sus derechos al demorar de nuevo la entrega de la medicina. La EPS responsabilizó al proveedor farmaceuta. En estos momentos la hija de Andrea tiene 11 meses. A la pequeña desde los 19 días de nacimiento le fue diagnosticado Déficit de Factor 7, una patología de la sangre que consiste en el irregular funcionamiento o baja producción de una proteína con el mismo nombre y que hace que la sangre no alcance los niveles de coagulación indicados. La menor debe recibir tres dosis semanales de Concentrado de Factor 7 de Baxter, que Andrea le suministra por medio de un catéter que tiene la niña a la altura del pecho. Sin embargo y como lo refirió la mujer, la EPS no le ha entregado las dosis correspondientes en forma debida y desde hace un mes la pequeña está sin medicamento. “La vez pasada cuando me encadené, el medicamento llegó el 23 de marzo y como la niña me tocó hospitalizarla, se le empezó a aplicar el 28. La hospitalicé porque empezó a sangrar por la nariz. Después se acabó el medicamento el 23 de abril y se demoró un mes en llegar. La dosis me la entregaron el 22 de mayo y me alcanzó hasta el 15 de junio y luego no ha tenido más medicamento”. Última demora Ante la terminación de las dosis entregadas el 22 de mayo, los familiares de Andrea, domiciliados en Neiva, se dirigieron a la EPS Solsalud para reclamar el medicamento, pero otra vez se encontraron con una respuesta negativa. “Desde el 15 de junio mis familiares empezaron a ir a la EPS a pedir la medicina, pero les dijeron que en la EPS ya habían pedido el medicamento desde el 13 de junio, pero que no sabían por qué no había llegado, de ahí en adelante todos los días vayan y que mañana, y mañana, y esta es la fecha y no ha llegado”, afirmó Andrea. Por tal razón, la mujer residente en la vereda Santa Barbará del corregimiento Las Ceibas, optó por trasladarse a Neiva para adelantar los trámites en forma personal, pero no ha obtenido respuesta positiva de parte de Solsalud. “Yo estoy acá desde el 9 de julio, yendo y llamando todos los días a esa EPS y nada, me tienen en las mismas. El día que llegué me dijeron que me entregaban la medicina el jueves 12, luego que el viernes, que el sábado y ese día me dijeron que como era fin de semana, entonces que el lunes y llamé y que el martes, y hoy llamé y me dijeron que el miércoles, es una completa falta de respeto y una desconsideración con la vida de mi hija”, comentó. Tratamiento Para la madre es preocupante la forma en que le están suministrando la medicina a su hija, pues según ella, el médico tratante le ha manifestado la poca efectividad del tratamiento, suministrando las dosis de forma irregular. “Estoy muy preocupada por la salud y la vida de mi niña, porque ella está un mes sin medicamento y un mes sí y así no hay avance ni mejoría. El médico me ha dicho que así no funciona el tratamiento, que hay que hacerlo como es. A mí deberían entregarme las 36 dosis de tres meses para evitar esto, pero en la EPS me las entregan es por mes y por eso se cuelgan en las entregas y mientras tanto mi hija está en peligro”, señaló. En ese sentido, la mujer refirió que la salud de su hija ha empezado a decaer y que en su pequeño cuerpo ya se notan las marcas de la falta del medicamento. “Desde que ella dejó de tomar el medicamento el 15 de junio, su salud comenzó a empeorar, le empezaron a salir morados en las rodillas, la espalda, los pies, se le hinchó la pierna izquierda, le salieron petequias en las encías, en la lengua, los labios. Ella se pone inquieta, con los ojos marchitos y casi no me recibe comida. A la niña la tengo en unas terapias para que recupere el movimiento, ella ha mejorado porque hace andar el caminador, mueve las manos, las abre y las cierra. Se soba la cara, dice mamá, dice papá. La neuróloga dice que ella ha mejorado, pero sin la medicina ha vuelto a decaer”, precisó. Solsalud LA NACIÓN ubicó a la gerente de la EPS Solsalud, Elvia Esperanza Castro, y estas fueron sus declaraciones frente a la situación presentada. “La niña tiene pendiente un medicamento. Lo que pasa es que el proveedor nos ha incumplido, ya hablé con él y me dijo que sin falta mañana llegaba el medicamento, entonces yo hablé con la señora y le dije que nos tuviera un poquito de paciencia, que mañana ya llegaba. Esperamos que el proveedor no incumpla, me comprometo a que mañana tendrá el medicamento en sus manos”. Andrea expresó que se siente indignada ante la forma en que la EPS ha entregado el medicamento a su hija. “A veces me siento impotente al no poder hacer nada, he hecho todo lo que he podido, la vez pasada me tocó encadenarme y lo que no hicieron en un mes lo hicieron en dos días y ahora otra vez el mismo problema. Les pido que sean serios y me le entreguen el medicamento oportunamente a la niña para que ella esté bien. Que no me mientan y no jueguen con la vida de mi hija”, finalizó. *Las fotografías utilizadas en esta nota, fueron autorizadas por Andrea Rayo, madre de la menor afectada. Fotos Fernando Polo En medio del llanto y la angustia, Andrea manifestó su indignación por la forma en que la EPS Solsalud está suministrando el medicamento a su hija. Petequias en las encías, lengua y labios, así como morados en las rodillas, la espalda y los pies, han aparecido en el cuerpo de la menor.  (Fotos publicadas con autorización de la madre de la menor de edad).