El arsenal químico sirio, que por primera vez el Gobierno de ese país admitió poseer, existe hace varias décadas y es considerado uno de los más importantes de Medio Oriente, aunque su real dimensión continúa en discusión por la escasa disponibilidad de datos no clasificados. LA NACIÓN, AFP El arsenal químico sirio, que por primera vez el Gobierno de ese país admitió poseer, existe hace varias décadas y es considerado uno de los más importantes de Medio Oriente, aunque su real dimensión continúa en discusión por la escasa disponibilidad de datos no clasificados. Los apuntes públicos son prácticamente inexistentes, en razón de que Siria es uno de los pocos países que no han firmado la convención que prohíbe las armas químicas y en consecuencia no integra la Oiac, la organización internacional encargada de controlar su aplicación. “Seguimos de cerca las informaciones sobre Siria”, pero “no podemos decir más nada si no enviamos inspectores sobre el terreno”, lo que únicamente la ONU podría ordenar, explicó a la AFP Michael Luhan, vocero de la Oiac. Siria dispondría de “centenares de toneladas” de diversos agentes químicos, destacó Leonard Spector, experto del centro de estudios sobre la no proliferación en el Instituto Monterrey de Estados Unidos. Los servicios de inteligencia son también parcos. Todos los años, el jefe de la DIA, la agencia de inteligencia militar de Estados Unidos, el general Ronald Burgess, repite ante el Senado de su país que el programa sirio “comprende depósitos de agentes neurotóxicos que pueden ser diseminados vía aérea o por medio de misiles balísticos”. Damasco procura sin embargo ayuda extranjera que le permita hacerse del saber técnico y de los precursores químicos necesarios a la fabricación de estas armas, dijo.