WASHINGTON (AFP) – Hasta 1,76 millones de jóvenes indocumentados en Estados Unidos podrían beneficiarse de una directiva anunciada por el gobierno de Barack Obama para diferir su deportación, según un nuevo informe divulgado por un centro de análisis migratorio. WASHINGTON (AFP) – Hasta 1,76 millones de jóvenes indocumentados en Estados Unidos podrían beneficiarse de una directiva anunciada por el gobierno de Barack Obama para diferir su deportación, según un nuevo informe divulgado por un centro de análisis migratorio. El 75% de las personas (1,3 millones) que pueden solicitar el beneficio son mexicanos o centroamericanos, un 11% (180.000) de otros países de América Latina y el resto de Asia y otras regiones del mundo, indicó el reporte del Instituto de Política Migratoria (MPI). A partir del 15 de agosto, los indocumentados que hayan llegado a Estados Unidos con menos de 16 años y cumplan ciertos requisitos, como estudiar o ser veteranos militares y carecer de antecedentes criminales, están en condiciones de solicitar que se difiera su deportación por dos años y recibir un permiso de trabajo temporal. El gobierno estadounidense estima que los beneficiados serán más de 800.000, mientras que otro centro de estudios demográficos, el Pew Hispanic, los ha situado en unos 1,4 millones. El MPI calcula que 1,26 millones de indocumentados podrían beneficiarse inmediatamente, por contar con entre 15 y 30 años, mientras que otros 500.000 menores de 15 años podrían irse añadiendo posteriormente. Los estados que albergan mayor cantidad de personas sin papeles que cumplirían con los requisitos son California (460.000), Texas (210.000), Florida (140.000), Nueva York (110.000) e Illinois (90.000). Congresistas demócratas y organizaciones civiles se han movilizado en los últimos días para preparar a los indocumentados para cuando el gobierno comience a recibir el 15 de agosto las solicitudes, que podrían tardar varios meses en procesarse, según han advertido funcionarios. Obama afirmó al anunciar la directiva en junio que ésta no sería una “amnistía”, sino una manera de no expulsar a jóvenes talentosos, en línea con el objetivo de su gobierno de aplicar las leyes migratorias de forma “humana”, poniendo el foco en deportar criminales. Pero la oposición republicana ha acusado al presidente de haber actuado con motivaciones políticas, cuando tanto Obama como su contrincante republicano, Mitt Romney, cortejan activamente el cada vez más importante voto hispano antes de las elecciones presidenciales de noviembre.