DAMASCO(AFP) – El ejército sirio recuperó los barrios cristianos del centro de Alepo controlados por los rebeldes, tras dos días de intensas luchas, mientras los combates causan estragos en otros lugares de la metrópoli del norte de Siria y en Damasco y sus alrededores. DAMASCO(AFP) – El ejército sirio recuperó los barrios cristianos del centro de Alepo controlados por los rebeldes, tras dos días de intensas luchas, mientras los combates causan estragos en otros lugares de la metrópoli del norte de Siria y en Damasco y sus alrededores. Los insurgentes, que se hicieron con el control de una parte de los barrios cristianos de Alepo, fueron expulsados de Telal, Jdeidé y Sleimaniyé. El obispo greco-católico de Alepo, criticado por su postura a favor del régimen, huyó para no caer en manos de los rebeldes, según un habitante que no quiso ser identificado y que fue contactado por teléfono por la AFP. “Los combates del lunes al martes fueron muy violentos y duraron muchas horas antes de que el ejército lograra expulsar a los rebeldes y detener a decenas”, añadió. Otros barrios de Alepo, como Sajur, Tarik al Bab, Bustan al Qasr y Al Shaar. Fueron bombardeados con artillería pesada, según militantes. También se registraron combates en el barrio de Saladino, principal bastión rebelde precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Ejército y rebelión aseguraron haber ganado terreno en Alepo. Un responsable de seguridad auguró “una larga guerra”. “El ejército trata de establecer parcelas de seguridad”, es decir de dividir los barrios en varios sectores, tomando el control de las calles principales con hombres y tanques para después “limpiar cada parcela”, según una fuente de seguridad. A 7 km al sur de Damasco, los soldados y los rebeldes se enfrentaban en violentos combates cerca de Daraya, donde una madre y sus cuatro hijos murieron, según el OSDH. La ciudad vive un intenso bombardeo con obuses procedentes de los tanques desplegados en los alrededores, precisó el OSDH. También se registraron combates en el barrio de Hajar al Asuad, sometido a bombardeos del ejército. Por otro lado, un teniente coronel de la policía de fronteras iraquí, que solicitó permanecer en el anonimato, informó que “aviones de combate sirios entraron en el espacio aéreo iraquí y que permanecieron durante unos 15 minutos para bombardear Bukamal, situada en territorio sirio”. Un responsable del centro de mando de la provincia de Anbar, en el oeste de Irak y fronterizo con Siria, confirmó los hechos pero se negó a proporcionar más detalles. El alcalde de Qaïm, situada frente a Bukamal pero en el lado iraquí de la frontera, dio cuenta de los bombardeos, pero aseguró que “ningún avión sirio penetró en Irak. Todo ocurrió en el lado sirio”. 24.495 muertos en 17 meses Según un balance provisional del OSDH, 39 personas murieron este jueves en Siria (23 civiles, 14 soldados y dos rebeldes). Por otro lado, 19 cadáveres fueron descubiertos cerca de Damasco y en la capital. Desde el comienzo del movimiento de protesta en marzo de 2011, que se recrudeció por la represión del régimen, 24.495 personas murieron: 17.281 civiles, 6.163 soldados y 1.051 desertores, según el último balance proporcionado por el OSDH. En 15 días, más de mil personas murieron. “Es una vergüenza que la comunidad internacional permanezca dividida sobre Siria, despreciando las pruebas sobre la amplitud y la gravedad de las violaciones de los derechos humanos, cuando los civiles están pagando el precio”, afirma Amnistía Internacional en un comunicado. Las divisiones entre el campo ruso-irano-chino que apoya al régimen de Asad y el de los occidentales y numerosos países árabes que quieren su caída impiden la resolución del conflicto y también, según la ONU, una ayuda humanitaria mejor a los refugiados. Por su parte el viceministro de Relaciones Exteriores sirio, Fayçal Meqdad, anunció que Siria cooperará con el nuevo emisario internacional Lakhdar Brahimi para poner en marcha “un diálogo nacional” lo “más rápido posible”. “Hemos informado a Naciones Unidas de nuestra posición sobre la cooperación” con Brahimi “y estamos impacientes (…) de descubrir las ideas que propondrá para resolver los problemas”, dijo Meqdad a la salida de un último encuentro con el general Babacar Gaye, jefe de la misión de observación de la ONU.