La visita a Neiva del ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón y los representantes de los altos mandos para evaluar el panorama de seguridad es gratificante. El funcionario reiteró su disposición y apoyo para enfrentar los graves problemas de inseguridad urbana. En una región como el Huila, que durante varios ostentó primeros lugares en la producción nacional de cacao, era no sólo lógico sino además imprescindible que surgiera una industria de aprovechamiento de la Theobroma cacao, nombre científico para el árbol del cacao (o cacaotero). Sin que sobre señalar que este uno de los típicos cultivos endémicos del Nuevo Mundo, que empezó en México y se extendió hasta la cuenca del río Amazonas; el origen de su nombre viene de la lengua Nahua, cacáhua. De manera tal que la existencia de la Industrial Cacaotera del Huila, Tolimax S.A., es coetánea a la de la vigencia misma de la vida jurídica de nuestro departamento. Pocos casos en el país se pueden encontrar hoy de compañías que hayan subsistido durante cinco décadas, sobre todo en un medio comercial con competidores de gran tamaño, de mercados casi monopolizados y de un velado control de precios que van dejando por el camino un sinnúmero de aventuras empresariales de menor calado y con influencia regional. Los 50 años de Tolimax obligan a señalar su importancia como agroindustria emblemática del departamento, como lo es también la molinería de arroz, la fabricación de bizcochos de achira y ahora, en estos tiempos, el procesamiento de café tostado y molido. Tolimax es fruto del monumental esfuerzo que en su momento significó la tarea de una gran mujer, Doña Zoila Nieto de Díaz, instalando su pequeña factoría cerca de la antigua galería de Neiva, terrenos hoy que conforman la carrera segunda, en los albores de los años sesenta, cuando apenas le empezábamos a mostrar al país el portentoso folclor sanjuanero y las primeras notas de Villamil. Por supuesto que en cincuenta años las dificultades han aflorado, como cuando en las postrimerías de los años ochenta, el industrial Jesús Oviedo Pérez se le midió a sostener la compañía, en medio no tanto de una falta de mercado sino de la obsolescencia de equipos y otros problemas de inversión, con apoyo de líneas de crédito del entonces Instituto de Fomento Industrial. Como bien y acertadamente lo señala su misión institucional, Tolimax le apunta, y lo ha logrado, a ser la empresa líder del mercado sur colombiano en la transformación, distribución y mercadeo de productos elaborados a base de almendra de cacao, apoyados en talento humano idóneo y una adecuada tecnología, obteniendo los mejores estándares de calidad. Y de esta manera se satisfacen las necesidades y expectativas de los consumidores para asegurar el permanente progreso de la empresa y la retribución adecuada y justa para los miembros de la organización, sus familias, accionistas, la sociedad y el Estado. Tolimax, con capital huilense, está hoy en las mesas y los desayunos de miles de colombianos en el Tolima, Huila, Caquetá, Cundinamarca y a través de la línea Surtimax se presenta en las regiones centro y norte de Colombia. Sus 70 empleados directos son prueba fehaciente de ese tesón inalterable con el que nació en 1962. DESTACADO “Los 50 años de Tolimax obligan a señalar su importancia como agroindustria emblemática del departamento, como lo es también la molinería de arroz, la fabricación de bizcochos de achira y ahora, en estos tiempos, el procesamiento de café tostado y molido”. EDITORIALITO La visita a Neiva del ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón y los representantes de los altos mandos para evaluar el panorama de seguridad es gratificante. El funcionario reiteró su disposición y apoyo para enfrentar los graves problemas de inseguridad urbana.