Peligro en Monserrate

Luego del accidente mortal en el que un colectivo de servicio público arrastró a una ciudadana en el barrio Monserrate de Neiva, los residentes del sector señalaron que la Calle 14 Luego del accidente mortal en el que un colectivo de servicio público arrastró a una ciudadana en el barrio Monserrate de Neiva, los residentes del sector señalaron que la Calle 14, donde ocurrieron los hechos, es una avenida de la muerte. Falta de señalización, ausencia de reductores de velocidad y las altas velocidades de los conductores, las perennes preocupaciones de los habitantes. LA NACIÓN, NEIVA La Calle 14 del barrio Monserrate de Neiva se ha convertido una zona de inminente peligro para los transeúntes. Según los vecinos, dicha vía que se conecta con otra artería proveniente del campo de fútbol de El Jardín, es un corredor de altas velocidades para los conductores que la transitan. LA NACIÓN recorrió el sector y registró la preocupación de los residentes. En el día a día, los habitantes del barrio mencionado se enfrentan al riesgo que les implica cruzar la calle debido al alto flujo de vehículos que se presenta en el sector, los cuales se desplazan del oriente al norte de la ciudad y viceversa. “Tanto la vía que viene de la cancha del Jardín, como la Calle 14, la 13 y la pendiente que baja por Monserrate hacia los barrios Veinte de Julio y Primero de Mayo, no tiene ni señalización, ni reductores de velocidad, esto parece la avenida de la muerte”. “Por eso a diario, los vecinos de esta zona pasamos sustos al ir a la tienda o al salir de las casas, porque los vehículos pasan a toda velocidad”, expresó Robinson Olaya, comerciante del barrio. Los residentes señalaron que todos los vehículos que toman las vías del barrio, lo hacen a altas velocidades, pero sobre todo los colectivos de las distintas empresas de transporte público que cubren las rutas hacia el oriente y el centro. “Eso es una cosa constante, los conductores andan a lo que marca por esta vía a cualquier hora y la cuestión es que esta es una zona netamente residencial, la calzada es pequeña y de doble vía. Aquí en todo momento hay gente cruzando la calle, estudiantes transitando y la gente del sector”, comentó Arturo Fajardo, vecino de Monserrate. Colegios Al recorrer la zona, LA NACIÓN fue testigo del constante flujo de ciudadanos de todas las edades que deambulan por el sector, sobre todo jóvenes y niños que estudian en los planteles educativos del área y asimismo, de la alta circulación de vehículos. “Acá están el Gimnasio Moderno que queda en la 15, más arriba están el Atanasio Girardot, el José Eustasio Rivera y otros más, lo que implica que hayan muchos estudiantes, niños y jóvenes caminando sobre todo a las horas pico”, afirmó Arturo Fajardo. El único reductor de velocidad que se encuentra en la zona, está ubicado a la altura de la Escuela Monserrate, antes de descender a los barrios Veinte de Julio y Primero de Mayo; asimismo, se observaron tres señales de tránsito indicando el área escolar, el reductor mencionado y la velocidad sugerida. Sin iluminación Según los vecinos, lo que en el día es una situación de riesgo, en la noche se agudiza por la falta de iluminación que presentan las vías del barrio, sumado esto a las ya mencionadas altas velocidades de los vehículos. “En el barrio tenemos una iluminación precaria y eso vuelve más peligrosa esta vía. En la Calle 14 contamos unas tres lámparas y son de luz amarilla, eso de noche no alumbra mucho”. “Entonces pueden pasar cosas como el accidente de mi hermana y eso es solo un caso, pero si no arreglan las fallas que tenemos toda la comunidad seguirá en riesgo, por la imprudencia, la guerra del centavo y la falta de señalización”, indicó Ana Cilia Villaneda, hermana de la occisa. Secretránsito responde En diálogo con LA NACIÓN, la secretaria de Tránsito Deisy Martina Cabrera se refirió a la situación presentada. “Tenemos en proceso un contrato de señalización con el que pretendemos abarcar nuevamente las vías, priorizando todas las arterias de transporte público y las principales avenidas de la ciudad”. “Con esto pretendemos aportar a la seguridad vial en el tema de señalización, lo de los reductores de velocidad y más donde hay transporte público colectivo. Es un tema que tenemos que analizar, porque no siempre son la solución, pues a veces también generan peligrosidad. Pero les aseguro que si encontramos que en ese sitio se necesitan reductores, los colocaremos”. “Sin embargo, nuestro llamado es a que las personas sean muy prudentes, tanto de peatones como conductores, en cuanto al tema de la seguridad vial; pues el flujo vehicular ha aumentado en la ciudad en los últimos años. El contrato de señalización se adjudica en el mes de octubre y las actividades se van a realizar entre octubre y noviembre”, finalizó. Fotos Óscar Roldán En la esquina donde se produjo el accidente que le costó la vida a Olivia Villaneda, se registra a diario un constante flujo de vehículos. La falta de señalización y reductores de velocidad en las calles del barrio Monserrate es evidente, así como el alto tránsito. LA NACIÓN oye a la gente Robinson Olaya, comerciante del barrio: “Esta vía es sumamente importante porque desembotella a quienes vienen de Las Palmas y todo ese sector, y va a dar al hospital, por eso le pedimos a la administración que tomen medidas como señalización, reductores, en fin, lo que tengan que hacer para prevenir nuevos accidentes”. Arturo Fajardo, vecino de Monserrate: “La situación de accidentalidad acá no se ha agudizado porque uno es prevenido, pero esto es una realidad que la administración no puede desconocer”. Ana Cilia Villaneda, hermana de la víctima: “A las autoridades, que no esperen más a que sucedan accidentes para ponerle cuidado a esta parte de Neiva. Hoy fue mi hermana, pero toda la comunidad está en riesgo”.