No es secreto ni nuevo el tema de los altísimos precios que los colombianos pagamos por los medicamentos, tanto de manera directa No es secreto ni nuevo el tema de los altísimos precios que los colombianos pagamos por los medicamentos, tanto de manera directa cuando los compramos en la farmacia como indirecta cuando nos los suministran a través de las EPS y medicina prepagada, especialmente en esta segunda circunstancia donde se han descubierto casos insólitos de corrupción donde los sobrecostos llegan a varios centenares de porcentajes. Por ello vale alabar el anuncio, otra vez, del Gobierno Nacional, de ponerle coto a esta situación, una más de las que carcomen el sistema de salud colombiano; año tras año se escucha a los ministros de la salud afirmando que ahora sí, que esta vez es en serio, que por fin los medicamentos se venderán a precios razonables, sobre todo aquellos destinados a tratar enfermedades de mayor complejidad y, por ende, consideradas de alto costo. Esta vez se trata de medicinas para tratamiento de hipertensión, depresión y alzheimer que, en el mayor de las ocasiones, sobrepasaban los valores de recobro que las EPS les pasaban al Fosyga. Es lo que nos ha dicho la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos y Dispositivos Médicos al incorporar cerca de 70 fármacos más al régimen de control directo, fijándoles valores máximos de recobro al sistema de salud. Esta decisión es el resultado de un monitoreo sobre el comportamiento de los precios de ciertos fármacos, encontrando que tanto los no incluidos en el POS como los que recientemente ingresaron al mismo, sobrepasaron el valor máximo de recobro establecido por el Ministerio de Salud y Protección Social. De manera tal que los afectados por hipertensión, la insuficiencia cardiaca, la epilepsia, la depresión, la acidez gástrica, el alzheimer y la artritis accederán a medicinas a menores costos, tanto si las adquieren directamente como si son las EPS las que las suministran y luego pasan la factura. Por ahora esta medida se refiere al canal institucional, es decir cuando se las recobran al Fosyga, pero se espera que se haga extensiva al comercial. Es innegable que Colombia ha tenido y tiene uno de los listados más costosos de medicinas, especialmente de las llamadas “de marca”, que en la mayoría de los casos supera por cinco y diez veces a las “genéricas”, en un negocio multimillonario que tiene tentáculos insospechados de corrupción, tráfico de influencias y grupos de presión de laboratorios farmacéuticos trasnacionales. Y tales costos terminamos pagándolos todos los colombianos, los más ricos y los más pobres, sin que innumerables medidas anunciadas por los sucesivos gobiernos nacionales hayan surtido efecto; al contrario, cada vez se detectan mayores casos de recobros altísimos por determinadas medicinas, en algunos casos de aquellas comunes como la aspirina y el ibuprofeno que se terminan cobrando a precios astronómicos. Es clarísimo que el Gobierno tiene tanto la obligación como la facultad legal de frenar estos abusos; que no lo haya hecho suficientemente hasta ahora obedece a esos fenómenos que hemos descrito atrás, que han permitido la subsistencia de este verdadero cáncer contra el país. DESTACADO “Un negocio multimillonario que tiene tentáculos insospechados de corrupción, tráfico de influencias y grupos de presión de laboratorios farmacéuticos trasnacionales”. EDITORIALITO La CAM hizo efectivo el cierre de varias actividades de la empresa Emerald Energy, como medida preventiva para corregir deficiencias técnicas que ocasionaron varios derrames de crudo, afectado el medio ambiente. Ahora, lo importante es que presentación del plan de choque para prevenir hacia el futuro problemas de contaminación.