En Colombia la discusión sobre la implementación de las comunicaciones de cuarta generación, 4G, LA NACIÓN, NEIVA En Colombia la discusión sobre la implementación de las comunicaciones de cuarta generación, 4G, las cuales permiten a los dispositivos que acceden a internet navegar a velocidades de 20, 30 o más megabits por segundo, no se ha centrado en sus ventajas y beneficios para el desarrollo social, económico y educativo de los ciudadanos. La Procuraduría finalmente falló la recusación a favor de Comcel. El Gobierno aún no ha decidido quién reemplazará a Carlos Rebellón en la CRC. De haberse cumplido el cronograma inicial, Colombia estaría a la par de países como Paraguay, Chile, Brasil y Venezuela, que ya adjudicaron porciones de su espectro radioeléctrico para la masificación del 4G. El proceso de subasta de espectro colombiano es el que mayor cantidad de bloques pretende entregar de la región. Esto, sobre el papel, significa que cinco compañías podrán desplegar una oferta comercial sobre la tecnología LTE o 4G, de las cuales dos serían nuevos jugadores. UNE ya opera en Bogotá y Medellín. Pese a la beligerancia de las posiciones contra Claro, en la que han terciado hasta congresistas y gobernadores, existen temas en común. Juan Carlos Archila, presidente de Claro indicó “El mundo está moviéndose rápido a redes 4G y la demora afecta la competitividad del país. Hay unas metas claras de accesos de banda ancha que se ha trazado el Gobierno para la ciudadanía y 4G es el camino para lograrlo”. Finalmente reiteró que todas las opciones de exclusión, bloqueo o limitación de la participación de Claro en la puja “sería un atentado contra la libre competencia. Sería muy grave para el proceso excluir del 4G a 34 millones de personas que eligieron libremente y por las ventajas que ofrece a un proveedor que siempre ha estado comprometido con el país”.