La oración y la actividad cerebral

Los seres humanos han estado orando y meditando durante milenios. Para la mayoría, era una manera de comunicarse con una figura espiritual o equilibrarse así mismo. El gran poder de una oración y de la meditación afecta la actividad cerebral Mg. Octavio Bermúdez A. Especial LA NACION Los seres humanos han estado orando y meditando durante milenios. Para la mayoría, era una manera de comunicarse con una figura espiritual o equilibrarse así mismo. Los beneficios y los efectos se observan en cada uno de las personas que los practican. Ahora, la ciencia está pesando sobre cómo el impacto de la oración y la mediación del cerebro humano. El nuevo estudio del Centro de Myrna Brind de Medicina Integral fue presentado recientemente los estudios y reportes de cómo las oraciones y meditaciones alteran las ondas cerebrales y lo demuestran y explican por medio de más de 1000 escáneres cerebrales de los participantes, y cómo la oración puede aumentar la actividad en ciertas áreas del cerebro. ¿Cómo la oración y la meditación afecta la actividad cerebral? Dr. Andrew Newberg, MD, es el Director de Investigación del Centro Myrna Brind de Medicina Integral de Thomson Jefferson University Hospital y la Facultad de Medicina, y se ha estudiado el efecto neurocientífico de las experiencias religiosas y espirituales durante décadas. El gran poder de la oración hace que muchos creyentes formen una especie de cadena de oración. Logrando grandes conexiones neurológicas, que puede producir una fuerza muy grande, y esas energías en conexión puede realizar fenómenos interesantes, los creyentes le llamarían milagros, la ciencia los llamaría fenómenos, pero ¿a quién se le puede atribuir estos acontecimientos a Dios o las ondas cerebrales? En un video que recientemente salió al aire, el Dr. Newberg explica que el estudio del efecto de la meditación y la oración en el cerebro, se inyecta una sustancia radiactiva inofensiva a los voluntarios mientras están en profunda oración o meditación. El colorante migra a las partes del cerebro donde el flujo de sangre es más fuerte, es decir, a la parte más activa del cerebro. Las imágenes analizadas en la investigación compara la actividad cerebral en reposo y mientras el individuo (en este caso un ministro presbiteriano) está en profunda oración. La parte de  mayor actividad se torna roja esto indica, y en este caso, la mayor actividad se observó en los lóbulos frontales y el área de lenguaje del cerebro. Esta es la parte del cerebro que se activa durante la conversación, y el Dr. Newberg cree que para el cerebro, orando a Dios en la tradición judeo-cristiana es similar a hablar con la gente, esto puede explicar que cuando una persona ora, intenta comunicarse con la mayor deidad para ellos, en una conversación como si esperar a que la deidad le respondiera a similitud de una conversación. Los mismo puede suceder “Cuando estudiamos la meditación budista en el que se está visualizando algo, podemos esperar ver un cambio o una mayor actividad en la parte visual del cerebro”, dijo el Dr. Newberg, esto a raíz que cuando las personas meditan quien evidenciar algún medio de claridad al asunto que están meditando. Mientras observa la meditación ateos o “Dios contemplando,” Dr. Newberg no se observó ninguna de la actividad cerebral en el lóbulo frontal que se observa en las personas religiosas. La imagen a se compararon  con la actividad cerebral en reposo y mientras el sujeto está en profunda meditación. Principio del formulario Final del formulario Dr. Newberg llega a la conclusión de que todas las religiones crean experiencias neurológicos, y si bien Dios es inimaginable para los ateos, para los religiosos, Dios es tan real como el mundo físico. “Así que nos ayuda a entender que por lo menos cuando ellos [los religiosos] se lo describe a nosotros, que realmente están teniendo este tipo de experiencia. Estas experiencias es al menos neurológicamente real”. Este tipo de estudio nos colocan a pensar, en  el poder de algunas prácticas religiosas y como pueden estar conectados a nuestros cuerpos, analizando los resultados, la influencias que las buenas prácticas religiosas influyen para bien en las personas a poder alcanzar algún nivel de felicidad, y como pueden encontrar en la oración y meditación el gran poder de cambiar las vidas de otros. *Docente Investigador