Con la carrera electoral muy cerrada entre el presidente Barack Obama y el republicano Mitt Romney, los analistas advierten que Estados Unidos Con la carrera electoral muy cerrada entre el presidente Barack Obama y el republicano Mitt Romney, los analistas advierten que Estados Unidos podría verse forzado, una vez más, a esperar semanas antes de saber quien será el ocupante de la Casa Blanca. MADISON, EEUU (AFP) – Tras una agotadora batalla de 18 meses, llegó hoy el día final de la campaña electoral en Estados Unidos para el presidente Barack Obama y su rival republicano, Mitt Romney, dos hombres en carrera para atribuirse el cargo político más importante del mundo. Los candidatos realizaron centenares de mítines y reuniones de recaudación de fondos, gastaron miles de millones de dólares en avisos publicitarios e hicieron sus mayores esfuerzos para conquistar los votos de los indecisos. Pero llegan al día de la elección este martes en un empate técnico según las encuestas, por lo que tanto demócratas como republicanos han puesto sus empeños finales en una decena de estados clave que pueden inclinar la balanza hacia uno y otro lado. Por eso Obama y Romney han recorrido sin descanso desde hace varios días estos estados. Ayer lunes, último día, ambos lanzaban el último intento desesperado por convencer al escaso número de votantes indecisos de que sus políticas, sus plataformas y su enfoque para dirigir a Estados Unidos a partir de 2013 son las mejores. Romney, exgobernador de Massachusetts, comenzó temprano con un acto de campaña en Orlando, Florida, apenas diez horas después de su último mitin en Virginia. “Necesitamos cada voto en Florida. (…) Les pedimos que nos acompañen hasta la victoria la noche del martes”, dijo Romney ante sus seguidores, quienes coreaban “¡Un día más! ¡Un día más!”, una respuesta al “¡Cuatro años más!” que cantan los simpatizantes de Obama. Ambos candidatos hicieron campaña hasta última hora, implorando a sus seguidores que salieran a buscar el voto en el puñado de estados clave, territorios donde, según un sondeo de USA Today, están empatados con 48% de la intención de voto. “Te necesito, Ohio”, dijo la noche del domingo Obama a una multitud de unos 20.000 simpatizantes en Cincinnati, ciudad del estado que ambos candidatos pelean encarnizadamente. “Y si están dispuestos a trabajar conmigo, y golpear algunas puertas conmigo, si están dispuestos a votar anticipadamente por mí, hagan algunos llamados telefónicos por mí, entren en acción, ganaremos Ohio. Ganaremos esta elección”, dijo el presidente, de 51 años. Si los votantes hispanos acuden en masa a las urnas, Obama podría asegurarse la victoria en cuatro de los estados clave: Nevada, Colorado, Florida y Virginia, según un sondeo difundido por el grupo de medios hispanos ImpreMedia y la firma LatinoDecisions. Esos cuatro estados combinados representan 57 electores de los 270 necesarios para obtener la victoria el martes, en unas presidenciales que se dirimen de forma indirecta, a través de un Colegio Electoral de 538 votos. Las largas filas de espera el fin de semana en Florida para votar anticipadamente y los pedidos infructuosos de los demócratas para extender los horarios presagian un escrutinio agitado, mientras cada partido se prepara para una eventual batalla judicial en caso de resultados controvertidos. Pese al agotamiento que muestran, los candidatos siguieron su ritmo frenético. Obama comenzó en Wisconsin, luego en Ohio y en Iowa, el estado en el que inició su campaña en 2008, y terminará en su ciudad, Chicago. Tras Florida, Romney se dirigirá a Virginia y a Ohio para volver por última vez a donde comenzó su campaña hace 18 meses: New Hampshire. Un consejero de Romney se rehusó a confirmar o desmentir los rumores de una posible última visita a Ohio este martes del candidato republicano, un mormón de 65 años. Con optimismo, asesores señalaron que el voto anticipado en Ohio y Florida ponía en evidencia que Obama estaba cerca de convertirse en el segundo presidente demócrata en ser reelegido desde la Segunda Guerra Mundial. Destacadas El presidente Barack Obama llegó al poder con el lema de la esperanza, pero ahora, al buscar un nuevo mandato de cuatro años, debe intentar reconquistar a un número de votantes desencantados que le dieron su confianza en 2008, sin abandonar su deseo de seguir encarnando el cambio. Mitt Romney, quien fuera astuto empresario y hábil gobernador, podría convertirse el 6 de noviembre en el primer presidente mormón de Estados Unidos, gracias a una tenaz campaña de seis años que sin embargo no logró quitarle del todo una imagen de oportunista. Todas las miradas están puestas en Estados Unidos con ocasión de las elecciones que decidirán quién preside el país en los próximos cuatro años: Barack Obama o Mitt Romney. Fotos Afp