Reglas claras

Sin entrar en las enrevesadas disquisiciones técnicas, que corresponden a los expertos Sin entrar en las enrevesadas disquisiciones técnicas, que corresponden a los expertos y no a los ciudadanos del común, sí es de aplaudir la determinación del Gobierno Nacional y de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), en el sentido de fijar los parámetros para la licitación que está en camino, y que otorgará las frecuencias necesarias para que el país entre en la tecnología de punta de la verdadera banda ancha, es decir la velocidad mínima de transmisión de datos que debemos tener en materia de telecomunicaciones. Y se ha hecho, además, imponiendo regulaciones que apuntan a la reducción de todas las tarifas en llamadas a otras compañías, la disminución de la concentración del mercado, el mejoramiento de la calidad del servicio y las reglas de promoción de la competencia para la tecnología 4G. Colombia, por supuesto, no es ajena a las intenciones monopolizadoras de grandes jugadores del mercado mundial de la telefonía, el internet y en general las comunicaciones de avanzada, multinacionales que no desechan ningún chance de poder absorber el mayor mercado posible, independientemente de la calidad de sus servicios o del costo para los usuarios. De manera que la próxima asignación del espectro radioeléctrico, es decir el acceso a tecnologías de mayor velocidad para lo que se denomina “empaquetamiento” de servicios (voz, web y video), constituye uno de los retos de transparencia, reglas firmes y medidas anti monopolio más importantes que tendremos en los próximos meses en el país. Y las medidas anunciadas van en la dirección correcta para promover un escenario de competencia más equitativo para todos los jugadores, reducir la concentración del mercado y mejorar la calidad de servicio. Ni más faltaba que, sin cerrar los caminos de la inversión extranjera, el Gobierno permita que uno u otro participante de este multimillonario mercado imponga las condiciones o fije sus particulares parámetros de juego. Se trata de una tarea en la búsqueda de agudas decisiones que pronto beneficiarán a los colombianos que usamos telefonía celular, es decir a todos. Deben contar el señor Ministro de las TIC, Diego Molano, y la Comisión de Regulación de las Comunicaciones, con todo el respaldo institucional para que se mantengan en su posición de proteger los intereses de los colombianos. Lo que está en juego no es sólo un negocio de varios billones de pesos anuales, de por sí altamente atractivo, sino también la competitividad del país mediante el acceso a las mejores tecnologías. DESTACADO “Las medidas anunciadas van en la dirección correcta para promover un escenario de competencia más equitativo para todos los jugadores, reducir la concentración del mercado y mejorar la calidad de servicio”. EDITORIALITO La CAM ordenó la suspensión de las actividades de las empresas Inducon e Inelca por los daños ambientales ocasionados por explotación de materiales de construcción en los ríos Guarapas y Guachicos en Pitalito. Aunque importante, las medidas preventivas son tardías. El daño ambiental ya está causado. ¿Quién los mitigará?