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Pactos por la vida

La Secretaría de Salud Municipal ha venido desarrollando, desde hace un par de años, un programa denominado “Pactos por la vida, saber vivir, saber beber, consumo seguro” ALEXANDER MOLINA GUZMÁN La Secretaría de Salud Municipal ha venido desarrollando, desde hace un par de años, un programa denominado “Pactos por la vida, saber vivir, saber beber, consumo seguro”, en cumplimiento del Decreto 120 del 2010, del Ministerio de la Protección Social, que busca proteger a los menores de edad y a la sociedad en general de los perjudiciales efectos que produce el consumo abusivo de bebidas alcohólicas. Sé que la secretaría está haciendo la tarea de asumir su competencia mediante mesas sectoriales, como la devaluación y seguimiento a los hechos violentos relacionados con presencia de consumo de bebidas embriagantes, pero también hay que recordar que esto no es una tarea exclusiva de esta secretaría. Es decir, debe haber un compromiso social -por eso es el pacto-para comenzar a disminuir los hechos violentos relacionados con la embriaguez. Es evidente que detrás de muchos homicidios, riñas, accidentes de tránsito, y otros hechos, está el consumo de bebidas embriagantes como un elemento potenciador de los mismos y no podemos seguir permitiendo que estos eventos sigan en aumento. En cumplimiento del decreto en mención, ojalá que en las instituciones educativas se esté realizando el proyecto pedagógico que le permita al estudiante desarrollar la competencia de llevar un estilo de vida saludable; pero con muestras palpables, que la comunidad educativa de ejemplo a los jóvenes de vida saludable. Porque un proyecto de estos sería fallido si el estudiante sabe que algunos maestros no pasan la prueba de alcoholemia, si se les aplicara; también fracasaría este proyecto, si los jóvenes en su casa saben que su padre y su madre no pertenecen a alcohólicos anónimos porque quieren ser alcohólicos bien conocidos. Y como la responsabilidad es también de otros, los establecimientos de todo tipo dedicados a la venta de bebidas embriagantes saben que no pueden expender estos productos a los menores de edad, y menos que en sus establecimientos lleguen a consumir estas bebidas…¿Será que lo están cumpliendo? Y otros actores sumamente importantes en esta labor son las Empresas Promotoras de Salud y las Instituciones Prestadores de Salud (EPS e IPS), pues estas deben no sólo identificar los hechos violentos relacionados con el consumo de licor (para identificar a la población con este riesgo) y transmitir esta estadística a la Secretaría de Salud, como insumo para los programas que maneja la secretaría, sino que deben ofrecerle al usuario los servicios del famoso POS para que estos pacientes sepan manejar este tipo de riesgo Igualmente, la pregunta es la misma: ¿Las EPS  y las IPS lo estarán haciendo? A buena cuenta, este programa es muy importante. Aunque lo fundamental es que todos los actores involucrados cumplan sus compromisos.