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Editorial – El ojo a la salud

Con el señalamiento de que las promocionadas y rimbombantes intervenciones que ha hecho la Superintendencia Nacional de Salud sobre las más cuestionadas Empresas Con el señalamiento de que las promocionadas y rimbombantes intervenciones que ha hecho la Superintendencia Nacional de Salud sobre las más cuestionadas Empresas Prestadoras de Salud, EPS, ha comenzado en el Huila la más exhaustiva revisión a todo el sistema de salud, incluyendo en primera línea a los dos más grandes hospitales, los de Neiva y Pitalito. Las declaraciones del contralor delegado Mario Solano Calderón a LA NACIÓN son claramente indicativas de que si por el resto del país llueve, por acá no escampa en materia de presuntas irregularidades y graves falencias, todas ellas reflejadas en la deficiente atención de los usuarios y pacientes. Con solo decir que hechos similares a los detectados en la intervenida Saludcoop se vienen presentando en otras entidades, es ya suficiente alarma para esperar que cuando Contraloría General de la República, aproximadamente en dos semanas, devele la desviación de recursos por parte de las EPS en actividades distintas a la atención de los pacientes, tengamos un panorama aún más triste que el que ya hemos conocido en diversos grados. Y no es secreto ni sorpresa que para el control excepcional ordenado por la Contraloría se haya escogido a los hospitales de Pitalito y Neiva, al lado de otros seis centros asistenciales del país; éstos concentran buena parte de todo el peso de servicios no sólo en el Huila sino en casi todo el sur del país, y sus volúmenes de contratos de obras, equipos, medicinas y personal ameritan que se escudriñe su real situación ahora, y el manejo que se les ha dado en años pasados. Sobra señalar que la politiquería, los concursos amañados, el clientelismo y el abuso laboral han sido práctica frecuente en las instituciones hospitalarias oficiales, aquí y en Bogotá y en casi todo el territorio nacional. Los sabuesos de la Contraloría revisarán estados financieros, la parte contable, la cartera, los contratos tanto de prestación de servicios como de adquisiciones, construcciones, en fin una auditoría integral la que ha anunciado Solano Calderón a través de LA NACIÓN. Se revisarán todos los contratos tanto en la etapa precontractual, contractual, toda la ejecución; mirarán si los recursos que se giraron se invirtieron en las obras, o no se han invertido y qué es lo que ha pasado con las obras que se contrataron y que siguen paradas. Muchas cosas malas, graves, irregulares, han pasado en la red de salud nacional, sin excepción en el Huila, como para que se determinen este tipo de averiguaciones a fondo. La salud cuenta con billones de recursos, no sólo del Estado sino de los mismos usuarios que pagan cumplidamente sus obligaciones, pero los resultados son francamente deplorables, afectando el bien más preciado de todos, la vida. Enhorabuena, como dirían los ibéricos, esta tarea de indagación. Y que todo se traduzca en una mejor atención a los pacientes.