Plausible labor del centro cultural Cuatrotablas en Garzón, Huila. Una gota de cultura distinta en un mar de tradición, una forma diferente de proyectar las juventudes urbanas a mundos posibles Cuatrotablas Plausible labor del centro cultural Cuatrotablas en Garzón, Huila. Una gota de cultura distinta en un mar de tradición, una forma diferente de proyectar las juventudes urbanas a mundos posibles. Basta observar sus actividades para comprobar su existencia como alternativa cultural, seria, con independencia económica y aspiraciones humanas. Admirable trabajo de grupo, liderado por Amadeo González, que durante la semana y todas las semanas desarrolla diferentes tareas educativas; desde la música, el cuento, la poesía, la danza, los talleres de literatura, hasta el cineclub. Meritoria programación la de la semana anterior. Durante los días 8, 9 y 10 de noviembre realizó el Primer Encuentro de Mujeres Poetas. Bellas e inteligentes voces se escucharon en diferentes recintos de la ciudad. Yo, incluso, participé con un texto corto sobre Sylvia Lorenzo quien escribió una poesía de silenciosos destellos místicos, lamentablemente muy desconocida para el común de los huilenses. Y en el marco de este Primer Encuentro, las actividades culturales proliferaron en diversidad y calidad. Abundaron los talleres: Marcos Fabían Herrera lo hizo sobre la entrevista literaria; Henry Vargas y Juan Guillermo Silva, sobre el ensayo; Paola Martínez, sobre la narración y la historia; Felipe García, Milciades Arévalo y Oscar Bustos, sobre la poesía. Todos ellos muy versados en su especialidad, con reconocimiento nacional. Meritoria también la convocatoria al Tercer Concurso Nacional de Cuento, con participación de jóvenes en todo el país, incluso, del exterior. Cuentos con excelente calidad literaria, señal de una corriente subterránea que revela otras formas de andar por nuestro país. El viernes por la noche conocimos el fallo, nos correspondió vivir un momento de suspenso y conmoción, no por la morbosidad de conocer el nombre ganador sino por la dureza del primer cuento: ‘Ese gol de cabeza fue de mi papá’, escrito por Carlos Silva Álvarez. Lo oímos en la voz de Oscar Bustos, uno de los jurados. Relato entre el humor, la ingenuidad de un niño y la tensión de una historia inquietante; el autor nos revela una ominosa realidad que pretendemos ocultar con reinados y buenas informaciones del Dane. Lo más meritorio: no hubo obispos, ni alcaldes, ni gobernadores. Como debe ser el arte: libre del Poder Estatal, el que lo somete y lo desnaturaliza. Su peor enemigo desde cuando Baudelaire lo reveló en su vida y poesía, y Kafka lo mostró en sus novelas: ‘América’, ‘El Castillo’ y ‘El Proceso’. Ellos lo sabían, el arte que traiciona la especie se convierte en esclavitud, ausencia de poesía, en muerte humana. lunpapel@gamail.com