La Nación
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Orfandad nacional – Marcos Silva Martinez

Los de abajo nos especializamos en perder y los de arriba en ganar. Colombia, continuamente está perdiendo soberanía sobre amplias áreas de su territorio y patrimonio. Los de abajo nos especializamos en perder y los de arriba en ganar. Colombia, continuamente está perdiendo soberanía sobre amplias áreas de  su territorio y patrimonio. Ha  carecido siempre de gobiernos responsables e idóneos, para el ejercicio de sus funciones y para responder con digna a sus electores. Primero fueron miles de kilómetros del Ismo de Panamá. Luego miles de quilómetros de la Amazonía. Y ahora, miles de quilómetros de plataforma submarina. Pero además, diariamente pierde miles de millones por corrupción e inoperancia de órganos de control y de justicia. ¿Cuántos kilómetros cuadrados se robaron los narcoparapolíticos? Muchos siguen con representación en el Congreso. Uribe se hizo el de la vista gorda y ahora sale a proponer el desconocimiento de la sentencia. Al respecto el actual gobierno está jugando a la gallina ciega. Muchos delincuentes, atracadores de los recursos del estado siguen y seguirán sin responder por sus fechorías.  Para el novelón de la restitución de tierras, prefiere echarle mano a los baldíos.  Esta es la gran fatalidad nacional, con sus gobiernos. La infraestructura vial de los más rentables corredores viales, los entregó a concesionarios. El concesionario hace con ellos lo que le da la gana. Los privatizó.  Fueron construidos con presupuesto público. La infraestructura del Seguro social, tan cara a los intereses del pueblo, la ferió a favor de particulares. El sector salud, la entregó a la rapiña de inescrupulosos particulares. Estos se engullen decenas de billones cada año, sin responder, como corresponde, por la salud del pueblo. La banca pública fue entregada a particulares con las consecuencias que se derivaron de ello y la ausencia del control del estado. Los Ferrocarriles Nacionales los dejó acabar, a favor del transporte particular. Avianca, la Flota Mercante, Adpostal. Pierde billones anualmente, a favor de multinacionales, por flexibilidad tributaria, por pésimas contrataciones y descontrol, por supresión de gravámenes. El invierno del año pasado hizo perder $11.2 billones sin resolver la situación de los afectados, etc. La enumeración es muy larga. Las pérdidas son reales. Por eso tenemos que aceptar que nos especializamos en perder y porque seguimos eligiendo, a los representantes del Régimen que nos traicionan y defrauda continuamente. La alta burocracia hace aspaviento por lo sucedido con el Archipiélago.Se  cuida de establecer responsables visibles. En todos los casos, la falta de dignidad y responsabilidad, son fácilmente evidenciables. Ahora el pesar, lo manifiesta el gobierno con los pescadores, pero no reconoce que los ha tenido abandonados a su suerte. Colombia carece de industria pesquera organizada, a pesar de tener costas sobre dos océanos. Hay desgobierno El servicio diplomático y la burocracia en general, constituyen una especie de paraíso perverso, donde vegetan haraganes y parásitos, sin sentido de pertenencia. Lo ocurrido con el archipiélago de San Andrés, pudo evitarse.  Lo  mismo que la corrupción y la anarquía y desgobierno.