La Nación
JUDICIAL

Madre e hijo heridos en accidente de tránsito

Una mujer de 47 años y su hijo de 20 años de edad, resultaron con heridas de consideración, luego de golpearse contra el pavimento al no percibir un reductor de velocidad. Los heridos se recuperan en el Hospital Universitario de Neiva. Una mujer de 47 años y su hijo de 20 años de edad, resultaron con heridas de consideración, luego de golpearse contra el pavimento al no percibir un reductor de velocidad. Los heridos se recuperan en el Hospital Universitario de Neiva. LA NACIÓN, NEIVA Cuando viajaban en su motocicleta a visitar las tumbas de sus seres queridos, madre e hijo protagonizaron un accidente de tránsito en la vía que de Neiva conduce a Fortalecillas. Los heridos no se percataron del reductor de velocidad, lo que hizo que perdieran el equilibrio y se golpearan contra el suelo. El percance vial se registró ayer sobre a las 10:30 a.m. en la Avenida del barrio Alberto Galindo en la ciudad de Neiva, en inmediaciones al CAI del sector. En el momento del accidente, Luz Marina Devia Ospina viajaba al municipio de Baraya en compañía de su hijo Luis Alejandro Patiño Devia, en una motocicleta Pulsar 135 de su propiedad. Según testigos, el joven que conducía el velocípedo, no se percató del reductor de velocidad instalado sobre la vía. “Venían a una velocidad moderada, pero como el reductor ya casi no se ve porque le falta pintura, lo cogieron bruscamente”, comentó un allegado. El hecho produjo que el conductor perdiera el equilibrio de la moto y sus dos ocupantes cayeran contra el suelo recibiendo heridas de consideración. La mujer y su hijo fueron trasladados en un taxi al Hospital Universitario de Neiva, donde recibieron atención especializada. Fuentes médicas indicaron que Devia Ospina sufrió trauma cráneo encefálico severo y se encuentra bajo pronóstico reservado. “Ingresó con un edema cerebral generalizado y hematoma intracerebral en el lado izquierdo”. Ayer al medio día la mujer fue intervenida quirúrgicamente para lograr contrarrestar los efectos del golpe en el cerebro, sin embargo los médicos afirmaron que es un procedimiento de complejidad. Por su parte el hijo, quien sufrió laceraciones y politraumatismos, se recuperaba con normalidad en las instalaciones del centro asistencial. Iban al cementerio Allegado a lo heridos, manifestaron que madre e hijo se dirigían al municipio de Baraya a visitar a dos familiares que yacen en el campo santo de la localidad. “El esposo y un hijo está enterrados allá, por eso ella iba a Baraya una vez al mes, a visitarlos, ponerles flores y arreglar las tumbas”, relató un familiar. La mujer es madre de cuatro hijos con quienes residen en el barrio Oasis de Neiva. Ayer sus familiares ya amigos oraban por su pronta recuperación.