Ayer finalmente el Congreso de la República aprobó el texto final de la Reforma Tributaria y el mismo pasó ya a sanción presidencial. Ayer finalmente el Congreso de la República aprobó el texto final de la Reforma Tributaria y el mismo pasó ya a sanción presidencial. LA NACIÓN Después de varias semanas de duros debates, la Reforma Tributaria cumplió todo su ciclo en el Congreso de la República y finalmente el Gobierno Nacional consiguió su objetivo de montar una nueva estructura tributaria que para muchos es buena, pero para otros afecta los intereses de la clase media colombiana. En todo caso, el Gobierno, encabezado por el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, ya salió a agradecerles a los congresistas y a augurar buenas cosas. “Tenemos la satisfacción de haberle cumplido a la Patria”, expresó. El portal político lasillavacía.com hizo un análisis puntual de la reforma y destacó cinco conclusiones sobre la misma. 1 Sí hay incentivos para el empleo Una de las grandes justificaciones para la reforma es que, a través del desmonte de los parafiscales, se crearía más empleo, pues contratar un trabajador será menos costoso para las empresas. Efectivamente al abaratar los costos de la nómina en un 5,2 por ciento, se crea un incentivo al empleo, aunque es objeto de discusión si será suficiente para que realmente las empresas contraten más trabajadores. Si las empresas no invierten ese ahorro en la nómina, entonces terminarán pagando más impuestos porque tendrán más utilidades. 2 Grava a los ricos y no a los pobres La reforma, que se ha vendido como un avance en la progresividad, no empeora la situación de los que menos ganan, pero tampoco afecta necesariamente a los más ricos. Reduce el impuesto a la gasolina que debería ayudar a bajar los costos de transporte, no grava la canasta familiar y excluye a las personas de menores ingresos del Iman. En cambio sí le pone límites a algunos beneficios para los empleados con más ingresos y capacidad de ahorro, al ponerle un tope anual a lo que se puede deducir del impuesto de renta a través de ahorro en las cuentas AFC. También a través del Iman los obliga a asumir una retención en la fuente más alta, aunque al final del año esto se compensa, pues lo pueden deducir de su declaración de renta. Pero eso no quiere decir que siempre vaya a apretar a los más ricos. Por ejemplo, la medicina prepagada, que es usada por las capas medias y altas de la población, va a pagar menos IVA. El Iman, después de varios cambios en las tarifas para reducirlas, termina no aumentándoles los impuestos a los asalariados que más ganan y que pueden usar todas las deducciones, como los presidentes de las grandes empresas; sólo los trabajadores independientes de algunos sectores y especialmente de servicios financieros, van a terminar ‘clavados’ en el impuesto de renta. 3 No chillarán los más ricos Los más ricos de los ricos no son los trabajadores que tienen mejores ingresos sino los dueños de las empresas. Pero como finalmente el Gobierno no se la jugó por gravar la repartición de dividendos, éstos podrán seguir recibiendo utilidades sin problema. Tampoco se acogieron propuestas como las del senador Jorge Robledo de crear una tarifa progresiva en la renta de las sociedades, lo que, bien implementado, beneficiaría a los microempresarios y apretaría a los dueños de las grandes empresas. Además, aunque puede tener buenos efectos en materia de evasión, la reducción del impuesto de ganancias ocasionales del 33 al 10 por ciento para el caso de las herencias, beneficia a quienes tienen grandes herencias, es decir, a los más ricos. 4 Lucha contra la evasión Quizás el aspecto que menos se ha mencionado de la reforma son las medidas que trae contra la evasión y la elusión. Como contó ‘La Silla’, la cláusula anti abuso terminó más suave de lo que estaba planteado, pero quedó. La Reforma también cierra varios huecos que servían para pagar menos impuestos, como el tratamiento tributario de fusiones y escisiones de sociedades o la norma que limita la cantidad de intereses que puede deducir de la renta una empresa (pues en algunos casos las empresas se crean con capitales muy bajos y trabajan con créditos muy grandes, financiados por sus dueños y que hacen que la empresa nunca tenga que pagar impuestos por los intereses que debe). 5 Estamos mejor que antes, pero no tanto Con todo lo anterior, la Reforma Tributaria termina ayudando a la sociedad. Sin apretar a los más pobres y sin clavar muy duro a ningún sector, sí aprieta a algunas de las personas más acomodadas. Además, va en la senda de la mayoría de los sistemas tributarios más modernos, que no le ponen impuestos muy altos a las empresas (que son las que más crean empleo), sino a las personas (que son las que se enriquecen); Pero se queda corta en ese último paso al no gravar los dividendos. Otras medidas, como reducir la cantidad de tarifas de IVA a tres o los cambios en algunos procedimientos tributarios, le pueden facilitar la vida a los contribuyentes y a la Dian. Y el agro puede terminar favorecido, pues se redujo el IVA a varios de los insumos que se necesitan en el campo y los trabajadores independientes de ese sector pagarán menos impuesto de renta que los de cualquier otro. El ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas aseguró que: “Tenemos la satisfacción de haberle cumplido a la Patria”, expresó tras la aprobación de la Reforma Tributaria.