Alarmante accidentalidad

El aumento de la accidentalidad con un elevado número de muertos y heridos es alarmante. Neiva, Pitalito y Garzón, siguen siendo las ciudades con el mayor incremento, sin que las autoridades hayan tomado medidas efectivas para enfrentar este fenómeno. El aumento de la accidentalidad con un elevado número de muertos y heridos es alarmante. Neiva, Pitalito y Garzón, siguen siendo las ciudades con el mayor incremento, sin que las autoridades hayan tomado medidas efectivas para enfrentar este fenómeno. Los niveles que está alcanzando la accidentalidad no son distintos a la del país. Según el último informe de Medicina Legal, en el 2011, 5.528 personas fallecieron por causa de accidentes de tránsito en el país. Los motociclistas fueron las principales víctimas de los accidentes de tránsito con 2.345 fallecidos y 19.147 heridos graves. Los peatones ocuparon el segundo lugar con un total de 1.581 muertes y 9.752 lesionados. De acuerdo con el estudio, realizado en 25 ciudades entre ellas Neiva,  el año pasado se registraron en Neiva 68 muertos en accidentes de tránsito, entre ellos seis ciclistas, 30 motociclistas y 19 peatones. La cifra bajó seis por ciento comparativamente con el 2010 cuando se registraron72 muertos (dos ciclistas, 37 motociclistas y 16 peatones. Este año, según la Secretaría de Tránsito en solo Neiva se han registrado 59 muertos. En la ‘Curva de la muerte’ en la avenida circunvalar, 12 motociclistas han fallecido este año, lo que pone en evidencia el alto riesgo de este lugar, que además, permanece sin señalización y sin iluminación. Lo más preocupante: la población que muere está mayoritariamente entre 15 a 29 años y la segunda en niños entre 5 y 14 años de edad. Además de la impericia y la irresponsabilidad de muchos conductores, incluidos principalmente motociclistas, se suman otros factores que siguen aumentando las cifras. El consumo de alcohol, salido de control en las zonas rosas que han venido proliferando, constituye uno de los detonantes. También el estado de las vías urbanas en franco deterioro, la falta de señalización e iluminación. Pero también la ausencia de guardas de tránsito en horas pico, en horarios nocturnos o los fines de semana. No en vano, la mayoría de los accidentes ocurren en estos horarios, combinados con el consumo de alcohol. Aunque en Neiva está vigente la restricción nocturna de motocicletas, las normas no se cumplen. El crítico estado de las vías terciarias, también ha incidido en el aumento de la accidentalidad en vías nacionales y sectores rurales. Y llama poderosamente la atención, el inusitado crecimiento del parque automotor, especialmente de motocicletas. Las irregularidades en la expedición de licencias de tránsito, obligó al cierre de varias escuelas de conducción, que expedían el documento a control remoto, sin cumplir con los requisitos,  ni valorar a los conductores. Las cifras alarmantes de accidentalidad en Neiva deben motivar a las autoridades y organismos de control a explorar alternativas para enfrentar este fenómeno. Pero ante todo, para determinar una política pública de movilidad. ¿Cuántos muertos tendremos que aportar? “Las cifras alarmantes de accidentalidad en Neiva deben motivar a las autoridades y organismos de control a explorar alternativas para enfrentar este fenómeno”. EDITORIALITO La Fiscalía acaba de propinar dos duros golpes: la incautación de 2.400 botellas de licor adulterado y de contrabando y el desmantelamiento de una red de clonadores de tarjetas. Dos fenómenos propios para esta época que nos obligan a redoblar las alertas.