En el Salón de Sesiones del Concejo de Florencia Álvaro Rubiano Suárez se llevó a cabo la vigilia LA NACIÓN, FLORENCIA En el Salón de Sesiones del Concejo de Florencia Álvaro Rubiano Suárez se llevó a cabo la vigilia por los secuestrados, que contó con la presencia de las familias de plagiados, reclutados y desaparecidos. A la cita concurrieron Marleny y Noemí, dos mujeres que no tenían nada en común, una habita en la zona rural, la otra en la ciudad, donde no había ninguna posibilidad de que se conocieran, pero en la actualidad son amigas porque ellas viven el mismo drama, el de la desaparición de sus hijos. El drama de Noemí empezó el lunes 28 de agosto de 2010, cuando Cristian Camilo, en ese entonces de 17 años, llegó a su casa en el barrio La Ciudadela Habitacional Siglo XXI. “A las 4:00 de la tarde ya estaba en la casa, entonces él se quitó el buzo, se lo puso en el hombro y dijo: ‘Mami, ya vengo’ y salió. Él anduvo una cuadra, a lo que pasó y volteó, ahí llegó un taxi, lo recogió y se lo llevó”, recuerda Noemí de aquella tarde en que vio por última vez a su hijo. Dos años después del plagio del joven, un hombre llegó hasta la puerta de la casa de Noemí y le contó que Cristian Camilo había sido reclutado por las Autodefensas del Casanare, que habían llegado al Caquetá a llevarse a los jóvenes como su hijo para engrosar las filas. Desde ese día, todos los sábados, tiene programada una cita con los micrófonos de las ‘Voces del Secuestro’, desde los que le envía a su hijo –si está vivo-, mensajes de aliento y a la guerrilla les hace una petición: que le digan si tienen a Cristian Camilo para ver si le da credibilidad al testimonio del supuesto paramilitar. Los Familiares de secuestrados y desaparecidos llegaron hasta Florencia para realizar la vigilia por sus seres queridos.