Torre materno infantil quedó en obras gris

A medio camino y sin posibilidades de ser terminada en corto plazo, la megaobra, planeada como una prioridad, quedó al garete. A medio camino y sin posibilidades de ser terminada en corto plazo, la megaobra, planeada como una prioridad,   quedó al garete. El último plazo venció el viernes pasado y podría convertirse en otro elefante blanco. RICARDO AREIZA LA NACIÓN, Neiva A pesar de las sucesivas prórrogas, la torre materno infantil de alta complejidad, proyectada desde el anterior gobierno, no pudo concluirse. El proyecto, financiado con recursos de regalías, se encuentra ejecutado apenas en un 50 por ciento. El último plazo para entregarle terminada venció ayer 25 de enero después de dos aplazamientos. El consorcio colombo-español Lopesan Fronpeca no pudo cumplir con el cronograma ni terminó la obra, como estaba previsto. Tampoco con el último plazo que se le había otorgado para terminarla. La obra cuya inversión total asciende a $27.414 millones, registra un considerable retraso que impidió que se terminara como fue contratado. Según el cronograma inicial derivado del millonario contrato la obra debía entregarse el 23 de octubre de 2012. Para esa fecha debía entregar totalmente terminados cinco pisos donde funcionaría una unidad de urgencias pediátricas y maternas, salas de cirugía, hospitalización, una Unidad de Cuidados Intensivos, otra unidad de apoyo y diagnóstico, además de parqueaderos, suministro de dos ascensores y las áreas de servicios. Pero no pudo. La falta de un flujo financiero acorde con la magnitud del macroproyecto, es a juicio de los interventores, la principal razón para el retraso. El avance, según el gobernador encargado, Luis Guillermo Vélez Cabrera alcanza apenas el por ciento. “La verdad del asunto es que después de más de un año de iniciada, la obra está en la mitad, en medio camino. Hemos pedido las explicaciones a las partes sobre qué es lo que ha pasado. Los contratistas presentan varias alegaciones, pero lo cierto es, que según el interventor, se debe a falta de capacidad financiera del contratista”, explicó Vélez Cabrera, quien además se desempeña como Superintendente de Sociedades. La evaluación fue hecha luego de una inspección ocular en la obra con la participación de representantes de la Procuraduría y la Contraloría, que iniciaron desde octubre del año pasado las investigaciones de rigor para determinar las causas de los retrasos de la obra como lo denunció oportunamente LA NACIÓN. Sin flujo financiero Aunque el consorcio, había certificado que tenía la capacidad financiera para ejecutar la obra con sus propios recursos, la realidad es otra. Lo ejecutado hasta el momento se ha ejecutado con recursos de los anticipos que se han desembolsado. “En este caso- agregó-no es por falta de recursos, porque éstos están listos para ser girados pero el contratista ha tenido problemas en la planeación, en la ejecución y especialmente no ha tenido capacidad financiera”, explicó el Superintendente de Sociedades. Este hecho genera por lo tanto, distintos efectos como demoras y sobrecostos. Plan de choque “Aunque los constructores se comprometieron en repetidas oportunidades a adoptar un plan de contingencia para agilizar las obras, hasta la fecha no han cumplido. Sólo realizaron algunas reprogramaciones que no garantizan la terminación de las obras en el tiempo pactado en el contrato”, explicó un funcionario de la firma interventora que pidió mantener su nombre en reserva. La misma opinión la registró Aníbal Quino, representante de la liga de usuarios. “Desde abril del año pasado, hemos enviado numerosos derechos de petición pidiendo explicaciones sobre los retrasos. Los informes de interventoría demostraban pero las medidas no han sido suficientes para agilizar las obras”, explicó el veedor ciudadano. Retrasos “La obra lleva tres meses más del plazo. La obra debió entregarse el 25 de enero y estamos por lo menos en la mitad de la obra. Lo que hemos visto es que el proyecto se encuentra por lo menos en obra gris. Estamos buscando alternativas, hemos dado instrucciones para que tome las medidas correspondientes y se resuelva este problema”, recalcó el mandatario interino. Los acuerdos no se han cumplido. Tampoco las reprogramaciones. “Hay un patrón de comportamiento y no sólo en el Huila, también en otras regiones del país, donde se determina el tiempo para ejecutar una obra, los costos, pero no se cumple ni el tiempo ni el costo”, observó el mandatario. En dificultades La obra comenzó en medio de serias dificultades en noviembre del 2011. Las demoras se originaron, por distintas razones, incluyendo inconvenientes de diseño, demoras por el invierno, falta de suministros, y desde luego, temas financieros. “Son aspectos técnicos, normales en cualquier obra, pero repito, son subsanables”, explicó el arquitecto Álvaro Dávila, quien estuvo al frente del proyecto. A la falta de personal, se sumaron inconsistencias técnicas en el estudio de suelos, falta de coordinación y planeación, la época invernal. Además, la calidad de los concretos aplicados en la cimentación del proyecto, generados por bajas resistencias, fueron afectando el cumplimiento del cronograma inicial y por lo tanto el avance de las obras. Estas razones fueron presentadas como soportes para solicitar la ampliación del plazo inicial para terminar la obra. Nuevos plazos Argumentando razones “no atribuibles al contratista”, la junta directiva del Hospital Universitario de Neiva,  autorizó una primera prorroga por 60 días para entregar la obra terminada. Ante la imposibilidad física para terminar la obra, en diciembre pasado pidió una nueva prórroga que se extendió hasta el jueves pasado. “Pero esta vez, como era obvio, tampoco pudo cumplir y la obra está a media marcha, sin personal suficiente, sin cumplir el nuevo cronograma”, expresó un funcionario de la firma interventora que pidió reserva. Lento avance Aunque el contratista aumentó el ritmo, incorporó personal y renovó su equipo directivo los avances fueron pocos. Las medidas de choque  no fueron suficientes para terminar la obra en los tiempos y términos establecidos. “El avance no fue el esperado y el ritmo fue casi nulo. El contratista hizo esfuerzos económicos y técnicos para poder cumplir el contrato, pero no le alcanzó el aire”, reconoció el gerente del Hospital, Jesús Antonio Castro, quien estuvo presente en la inspección de la obra. “La principal responsabilidad es del contratista, que no pudo demostrar la capacidad financiera para ejecutar con sus propios recursos la obra, como se comprometió cuando firmó el multimillonario contrato”, afirmó Carlos Peinado, otro de los veedores. Dávila admitió los inconvenientes técnicos y financieros y destacó los esfuerzos de todo orden para asegurar la terminación. Pero sus cálculos tampoco se cumplieron. Ruta crítica Tres meses después de haber vencido el plazo convenido, la obra sigue en la ruta crítica. La planificación y reprogramación en los componentes del proyecto no dieron los resultados esperados. El sistema de gestión en esta fase no mostraron los indicadores. “Esta serie de retrasos en la ruta crítica con los nuevos plazos planeados terminó afectando la totalidad del proyecto”, sostuvo la interventoría. Al garete Lo claro es que el contrato, prorrogado en dos oportunidades, concluyó el viernes pasado y la obra quedó al garete. “Lo evidente es que  el contratista no pudo cumplir, pese a la ampliación de los plazos. La falta de un flujo financiero adecuado, como estaba consignado, pudo ser la principal causa de este incumplimiento”, aseguró el gerente del Hospital Universitario. Ante este nuevo hecho, el gobierno departamental reclamó medidas para evitar que la obra quede como otro elefante blanco. La junta directiva, con base en los informes de interventoría se reunirá la próxima semana para determinar las medidas de choque. “Hay que estudiar todas las alternativas. Lo cierto es cuando se establecen unas condiciones de plazos, tiempos y de montos y cuando hay incumplimientos la ley establece una serie de remedios, entre los cuales puede estar, la posibilidad de la caducidad”, concluyó el gobernador encargado, quien ejerce también como presidente de la junta directiva del centro asistencial, dueño del proyecto. 1 La obra registra un retraso del 50 por ciento pese a las prórrogas sucesivas que se otorgaron.  Las obras previstas en la ruta crítica no dieron los resultados esperados. Las obras previstas en la ruta crítica no dieron los resultados esperados. P1170543 La falta de un flujo financiero, el principal motivo para el lento avance registrado. La falta de un flujo financiero, el principal motivo para el lento avance registrado. El gobernador encargado Luis Guillermo Vélez y representantes de los organismos de control confirmaron el estado del proyecto.

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