Las directivas del Hospital Universitario de Neiva no se quedaron quietas, con las manos cruzadas ante el elefante blanco en que se les convirtió –hasta finales de 2014- la torre materno infantil de la ciudad, financiada, en gran parte, por el exgobernador del Huila Luis Jorge Sánchez, pero cuyos contratistas desaparecieron gran parte del anticipo de la primera fase, arruinaron el proyecto, lo dejaron en un 41 por ciento. Y después, se declararon en quiebra y quedaron debiendo hasta recibos de agua potable y energía eléctrica.
LA NACIÓN tiene en su poder la copia de la demanda que el gerente del Hernando Moncaleano, Jesús Antonio Castro, instauró ante el Tribunal Contencioso Administrativo del Huila en contra del Consorcio Lopesan Fronpeca, integrado por las sociedades Constructora Hereña Fronpeca Sucursal Colombia y Lopesan Asfaltos y Construcciones Sucursal Colombia, casi todas de origen español. Además, contra la Compañía de Seguros del Estado.
En la demanda, el Gerente del Hospital pide al Tribunal Administrativo que declare el incumplimiento del Consorcio Lopesan Fronpeca y todas sus firmas el contrato 242 de 2011 firmado con el Hernando Moncaleano cuyo objeto era la realización de la construcción de la fase I de la torre materno infantil y de alta complejidad del máximo centro asistencial.
También que se declare la ocurrencia del siniestro a favor del Hospital y se condene al Consorcio Lopesan Fronpeca y la Compañía de Seguros a pagar 21.968 millones de pesos por los perjuicios causados. Es decir, 4.960 millones de pesos que le tocó pagar al Hospital Hernando Moncaleano por la suspensión del contrato, entre ellos, hasta el recibo de la energía eléctrica que debía cancelar el contratista. Lo mismo que 600 salarios mínimos legales mensuales por perjuicios morales, por la incertidumbre en que terminó la obra ante la opinión pública y lo mal parado que quedó el Hospital por dicho proyecto.
Además, el Hernando Moncaleano está cobrando 16. 467 millones de pesos de los ingresos económicos dejados de recibir hasta la fecha de culminación de la Torre Materno Infantil.
Por ejemplo: el centro asistencial perdió- según estudio contratado por dicha entidad médica- 3.772 millones de pesos en servicios de cuidados intensivos obstetricios que funcionarían en dicha torre materno infantil; 2.276 millones de pesos en cuidados intensivos pediátricos; 3.119 millones en hospitalización ginecoobstétrica, entre otras áreas que no se ofertaron porque el contratista no terminó la obra.
Y paguen los recibos…
El Hospital Hernando Moncaleano está pidiéndole al Tribunal que el contratista y la póliza de seguros le paguen hasta los recibos de servicio público que tuvo que pagarle a la firma contratada cuando ésta se declaró en quiebra, no terminó la primera fase del proyecto y desapareció de Neiva.
Pagó la factura 33733368 expedida por la Electrificadora del Huila el 7 de noviembre de 2014 por suministro de energía eléctrica por 9 millones 500 mil pesos. Y además, la factura 14471224 de Empresas Públicas de Neiva por 8 millones 469 mil pesos del 19 de noviembre del año pasado por concepto del servicio de agua, alcantarillado y aseo.
La demanda…
El Consorcio Lopesan Fronseca apareció contractualmente en el Hernando Moncaleano desde el 19 de septiembre de 2011 cuando suscribió contrato 242 con este centro asistencial por 23.362 millones de pesos para realizar durante un año la primera fase de la Torre Materno Infantil.
Pero Lopesan Fronseca incumplió desde el comienzo. No conformó el equipo de personal mínimo requerido para la ejecución del contrato, según informe de la Interventoría Nuevo Hospital de Neiva. Además, porque subcontrató con la firma Ingeldac la ejecución de algunas de sus actividades, incumplió con el pago de sus obligaciones laborales, no cancelaba los sueldos, seguridad social, liquidaciones de algunos miembros de su personal.
Desde ahí se vio un mal presagio para la Torre Materno Infantil. Con 7 mil millones de pesos del anticipo en su bolsillo, la firma no suministró oportunamente el material y equipos de obra. Además, hubo incorrecta inversión y legalización de los 7 mil millones de pesos de anticipo que se les entregó. De estos dineros- según conoció LA NACIÓN- el contratista legalizó 4.500 millones de pesos en obras. Y los otros 2.500 millones de pesos que se gastó no los legalizó, según la demanda que le colocó el Hospital de Neiva. Los dineros los pagó finalmente la aseguradora.
Lo cierto es que desde el comité ordinario 01 del 26 de octubre de 2011 el contratista estuvo en el ojo del huracán presentando incumplimientos como constan las actas de interventoría consignadas en la demanda donde se refleja retrasos en los avances de las obras y además compromisos pactados que no se cumplieron. Desde el 4 de mayo de 2012 (en el comité ordinario de obra 06) el arquitecto Hugo Parra empezó a sentir temor de que Lopesan Fronpeca “no tuviera la capacidad técnica, administrativa ni financiera para dar cumplimiento al contrato”. Exactamente eso ocurrió.
A los nueve meses del plazo inicial de la obra la ejecución de la obra iba en un 30 por ciento cuando se había programado un 65 por ciento.
Ya el 12 de enero de 2013 la Interventoría presidió el comité ordinario de obra N.12 y expresó su molestia. Denunció- ese día- que la construcción de la Torre Materno Infantil estaba paralizada y mostró su preocupación porque el Representante Legal del Consorcio Lopesan no asistía a sus llamados. “En varias oportunidades se ha devuelto personal de la obra por no tener seguridad social y la responsabilidad es del constructor. Unos topógrafos pretendieron entrar sin estar afiliados…No cumplen con las especificaciones técnicas, planos y diseños de la obra. La mampostería realizada no cumple con lo especificado y debe ser demolida”, advertía recurrentemente la interventoría.
Se reprogramaron los tiempos, se les dio nuevos plazos para la entrega de la Torre, pero fueron fallidos.
Y nada…
Vencido el plazo final de ejecución del contrato de obra 242 de 2011, definitivamente se comprobó que el contratista no cumplió con el cronograma de trabajo, no ejecutó ni entregó la totalidad de la obra objeto del contrato y solo ejecutó el 41 por ciento de lo estipulado.
El gerente del Hernando Moncaleano Jesús Antonio Castro decidió firmar la resolución 917 del 8 de noviembre de 2013 donde liquidó unilateralmente el contrato de obra pública N. 242 de 2011 basado en informes de interventoría que confirmaban una obra paralizada, sin terminar.
“Los incumplimientos por parte de Lopesan Fronpeca afectaron el buen nombre de la ESE Hospital Universitario Hernando Moncaleano en la región y el país, como prestadora de servicio de salud se vio desacreditada como consecuencia de la amplia difusión en la prensa regional y nacional de noticias relacionadas con la indefinición por más de dos años de la terminación de una obra pública de la importancia de la Torre Materno Infantil”, resume en la demanda José Nelson Polanía Tamayo, uno de los abogados del centro asistencial.
Lo que pasó…
Mientras que el Consorcio Lopesan Fronpeca, de origen español, desapareció del Huila, el Hernando Moncaleano tuvo que contratar a otra firma para que terminara la primera fase de la Torre. Lo hizo con la Unión Temporal Torre Materno (contrato civil 335 de 2014). Valor: 16. 6 millones de pesos.
Lo triste es que la Torre Materno Infantil apenas avanza en su primera fase y los dineros, hasta ahí, están garantizados. ¿De dónde se sacarán los otros 70 mil millones de pesos que faltan para la segunda fase y demás, y la dotación hospitalaria (lo más costoso)? La papa caliente la tendrán los próximos gobernadores que deberán luchar por no dejar una millonaria obra a medias.
Por ahora se espera que el Tribunal Administrativo del Huila estudie la demanda y determine las responsabilidades de los verdaderamente responsables.
