Editorial – Salvar los humedales

Los humedales tienen una gran importancia ecológica y económica por su elevada productividad y diversidad biológica. Sin embargo, a pesar del incuestionable valor ecológico y productivo de las zonas húmedas, el ritmo de destrucción y alteración se mantiene a niveles injustificables. Si algunos ecosistemas, básicos para la vida, están en riesgo son los humedales. Los humedales tienen una gran importancia ecológica y económica por su elevada productividad y diversidad biológica. Sin embargo, a pesar del incuestionable valor ecológico y productivo de las zonas húmedas, el ritmo de destrucción y alteración se mantiene a niveles injustificables. Los humedales son un elemento vital dentro del amplio mosaico de ecosistemas con que cuenta el país y se constituyen, por su oferta de bienes y prestación de servicios ambientales, en un renglón importante de la economía nacional, regional y local. Dentro del ciclo hidrológico juegan un rol crítico en el mantenimiento de la salud y regulación hídrica de las cuencas hidrográficas, estuarios y las aguas costeras, desarrollando, entre otras, funciones de mitigación de impactos por inundaciones, absorción de contaminantes, retención de sedimentos, recarga de acuíferos y proveyendo hábitats para animales y plantas, incluyendo un número representativo de especies amenazadas y en vías de extinción. control de erosión y estabilización microclimática A pesar de los grandes atributos y funciones, los humedales son en la actualidad uno de los ecosistemas más amenazados por diferentes actividades antrópicas. Los humedales presentan fuertes procesos de deterioro por diversos factores como agricultura intensiva, urbanización, contaminación y otras formas de intervención en el sistema ecológico e hidrológico. Pero no solo en la zona rural. También en el área urbana, como ha ocurrido en Neiva, por la ejecución de obras de infraestructura, construcción de viviendas y ampliación del perímetro urbano. El Huila concentra 73 humedales en 30 municipios  con  una extensión en conjunto de 6.197 hectáreas. De éstos sólo diez han sido identificados como prioritarios en el Plan de Manejo de Páramos y Humedales formulado por la CAM mientras adelanta algunas acciones de conservación, mitigación y manejo de impactos registrados. Pero no son suficientes para asegurar su preservación. La falta de una planificación adecuada y la utilización de técnicas inapropiadas de manejo ha repercutido también en la afectación a estos ecosistemas. De ahí la importancia de adoptar políticas integrales para la conservación, ordenamiento, uso y manejo sostenible de las condiciones ecológicas y socioeconómicas de los humedales. Pero ante todo,  la urgente implementación de estrategias regionales para la conservación y uso racional de estos ecosistemas en peligro.  Los humedales por su importancia estratégica deben incorporarse al Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas. Pero ante todo,  integrar la conservación y uso a los planes regionales y locales de desarrollo y a los Planes de Ordenamiento Territorial.