Un total de 27 empresas piscícolas fueron sancionadas por la CAM por operar por encima de las áreas autorizadas. Un total de 27 empresas piscícolas fueron sancionadas por la CAM por operar por encima de las áreas autorizadas. La sobrecarga está generando graves problemas ambientales que amenazaban el equilibrio biótico del embalse y amenaza la sostenibilidad de la pesca a gran escala. Ricardo Areiza LA NACIÓN, Neiva La piscicultura a gran escala que se desarrolla en la represa de Betania, no sólo desbordó la capacidad de carga, sino que está poniendo en grave riesgo el equilibrio biótico de una industria que el año pasado generó exportaciones por 24.141,6 millones de dólares. Además de haber rebasado los límites de producción permitidos, se registran serios problemas de manejo ambiental que amenazan la sostenibilidad de la industria pesquera. Según piscicultores, la actual capacidad de carga alcanza las 40.000 toneladas métricas, por encima de la establecida en un estudio de la Universidad Javeriana fijada en 22.000 toneladas. En los ciclos de niveles máximos la represa ha soportado hasta 50.000 toneladas al año. La sobrecarga, según algunos piscicultores, está incrementando la mortalidad. En algunos casos alcanza entre 55 y 60 por ciento y en la mayoría está en un 40%. De los 2.715.296 metros cuadrados autorizados para producción piscícola, se están utilizando adicionalmente 1.191.004 metros cuadrados, es decir un 43 por ciento más de espejo de agua, afectando gravemente el equilibrio biótico de la presa. La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) inició procesos sancionatorios contra 27 de las 72 empresas establecidas en el embalse por rebasar el polígono autorizado para la producción. La entidad ordenó además, como medida preventiva, la suspensión inmediata de la actividad piscícola por fuera de la zona delimitada. (Ver recuadro) Según el director de la entidad, Rey Ariel Borbón, la medida fue adoptada después de una rigurosa investigación realizada por un equipo técnico conformado por biólogos e ingenieros agrícolas. “Después de 81 visitas iniciadas desde septiembre de 2012 se logró constatar que las empresas, a pesar de ser legales, estaban incumpliendo en varios requisitos exigidos en los permisos otorgados por la CAM”, explicó Borbón. Daños ambientales El embalse soporta una degradación ambiental ocasionada por el inadecuado manejo de aguas servidas, por graves fallas en la disposición de residuos sólidos, vertimientos de agroquímicos y sedimentos, lo que está afectando la calidad del agua y poniendo en riesgo la sostenibilidad de la piscicultura. El tema no es nuevo y sigue siendo uno de los factores de riesgo de la industria piscícola con una enorme capacidad exportadora. El 42% de las empresas piscícolas manejan la mortalidad a cielo abierto en tierra o sobre la misma represa, lo que genera contaminación y afecta la calidad del agua. La autoridad ambiental comprobó un inadecuado manejo de los residuos sólidos, distinto a los consagrados en el Plan de Manejo Ambiental de producción piscícola en el embalse, que cada empresa presentó a para obtener las licencias. “El 42% realiza quema de basuras, el 15% dispone en fosas y un 33% adelanta alguna estrategia de reciclaje en la fuente”, explicó el informe conocido por LA NACIÓN. Por esta situación la CAM adelanta actualmente 18 procesos sancionatorios. “El 29% de las empresas están manejando estos residuos en fosas y tan sólo una empresa realiza adecuadamente el procesamiento de los residuos para convertirlos en harina”, afirmaron técnicos de la CAM. “Esta situación es muy delicada, se ha venido acrecentando, haciendo que las condiciones del embalse sean críticas porque no hay controles efectivos por parte de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca”, explicó el empresario Manuel Macías. “Además-dijo- persisten prácticas terriblemente nefastas que agravan la problemática del embalse y en esto la CAM ha venido actuando”. Tres ilegales Además de la informalidad se suma la presencia de empresas ilegales. La Policía Ambiental, Emcar y Policía de Yaguará detectaron sobre los islotes del embalse tres empresas que estaban desarrollando proyectos piscícolas de manera ilegal. La Policía decomisó motobombas, manguera de conducción y demás maquinaria utilizada en la actividad, mientras la CAM inició procesos sancionatorios por captación de aguas superficiales sin concesión y contaminación a la presa con aguas residuales. Empresas sancionadas La CAM inició procesos sancionatorios contra 27 empresas por rebasar el área de explotación autorizada. Entre las empresas que reportaron el mayor área por fuera del perímetro autorizado figuran Betania SAPCB, la cual sobrepasada en 117.116 m2 el límite otorgado; le sigue Botero SAS con 85.972 m2; Las Brisas Agropecuarias con 62.935 m2; El Colibrí SAS con 58.913 m2; Cultipesca Ltda con 45.774 m2 y Latinpez Ltda con 41.994 m2. Además inició procesos sancionatorios contra las empresas Pacandé Ltda, Latinpez Ltda, María del Mar Ltda, Sociedad Agroindustrial RVG, Fish Flow Ltda, Anclas & Vientos S.A, Edgar Polanía Fandiño, Cultipez Ltda, La Premier, Tilapias del Huila, Piscihuila E.A.T, Monterrey, Mercapez, Comepez S.A, Germán Ríos Varón, Canadá E.U, Maco E.A.T, Pesquera San Francisco Ltda, Viviana Mercedes Valencia/Micuro, Ematpeya E.A.T, Botero S.A. y Emcopeya. El embalse de Betania rebasó su capacidad de carga, generando serios problemas ambientales. La CAM detectó inadecuado manejo de peces muertos, aguas residuales y residuos sólidos. Sin cumplir los protocolos se mantienen prácticas que agravan la problemática ambiental.