El dedo en la llaga La revista Semana, columnistas y otros medios de comunicación han puesto el dedo en la llaga sobre la boda de la hija del Procurador. No comparto algunas apreciaciones en lo referente al ámbito privado de la boda como el costo, número de invitados, rito católico, o si el consuegro del Procurador había sido sancionado. Reitero, eso es de la vida privada y ahí no nos debemos meter. Lo que si me preocupa es el conflicto de intereses que esto suscita, que desborda lo particular y pasa al terreno de lo público. Empecemos con los periodistas, según los registros fotográficos estaban presentes destacados comunicadores de los grandes medios o directores de espacios periodísticos. ¿A partir de ahora como cubrirá un periodista una noticia poco favorable del Procurador? Lo segundo, a nivel de ética judicial se presenta otro problema. Resulta que los magistrados de la Corte Suprema o del Consejo de Estado son los jueces del Procurador. ¿Con que cara un magistrado procesará o juzgará al Procurador? No había conocido esa situación en donde el investigado o potencialmente investigado invite a comer y a tomar trago a sus jueces. ¿Qué pasaría si un procesado, cualquiera, invita al fiscal del caso o al juez que está tomando su decisión a un ágape de ese estilo? Tercero, también es la primera vez en donde un juez invita a sus investigados o con competencia para investigar a una reunión de su vida privada. ¿Qué sucedería si un fiscal, juez contralor o procurador provincial invita a tomarse unos tragos a sus investigados o potenciales procesados? Lo peor es que este juez les pide una lluvia de sobres en dinero para que se los den a su hija como regalo de bodas, así las cosas, el investigado termina dándole dinero a la hija de su juez. En nuestro país el concepto de conflicto de intereses al parecer no existe, pero estos actos de vida privada afectan el devenir de la administración pública, se perdió todo límite entre la ética de lo público y el ámbito personal. Si algún funcionario público está en campaña, que renuncie al cargo y se dedique a buscar los votos, pero sin utilizar esta clase de escenarios. Nuevamente como he señalado en estos casos, en Colombia pasa de todo, pero al final no pasa nada. Ahora desde la cuenta oficial de twitter de la Procuraduría está preguntando si debe aspirar a la Presidencia o mantenerse en el cargo. ¿Será que no se presenta otro conflicto de intereses? Utilizando los recursos del Estado para medir sus aspiraciones personales.