Emilio Duró es algo así como el colmo del optimismo, un español que pregona que “vivimos el mejor de los tiempos”, como si la crisis española y mundial no lo tocara a él. Sus sugerencias han calado tanto que desde hace 2 años, cuando alguien colgó una conferencia suya en YouTube, recibe 50 invitaciones semanales para dar charlas sobre el optimismo y la felicidad. Con un lenguaje sencillo, y entre apuntes y anécdotas, este administrador de empresas expone su teoría y consejos, pretendiendo cambiar nuestras vidas y hacernos reflexionar. En octubre de 2012 fue invitado por la Cámara de Comercio de Bogotá y dictó una conferencia, que voy a tratar de resumir y compartir: Hemos pasado en menos de 200 años de luchar por sobrevivir y tener una esperanza de vida de menos de 40 años, a tener que luchar por “vivir felizmente” durante casi 100 años. Solo hasta hace poco, la medicina ha pasado de buscar poner años a la vida, a poner vida a los años. Nuestros antepasados vivían mucho peor que nosotros, pensemos solo en los medicamentos, las comodidades, los conocimientos, las posibilidades de viajar que tenemos hoy; somos afortunados. La diferencia clave entre un pesimista y un optimista, está en que el pesimista supedita su futuro a las circunstancias y el optimista cree tener el futuro en sus manos. Cuando hay un problema, el pesimista busca culpables y el optimista busca soluciones. Hay que tener en cuenta varios aspectos que nos van a facilitar la felicidad: el cuerpo, haciendo deporte, tomando complejos vitamínicos y practicando la relajación; el intelecto, leyendo y siendo curioso, para que no se nos mueran las conexiones neuronales. El mayor enemigo de la felicidad es el miedo que heredamos de nuestro pasado, hace que no variemos nuestras costumbres (miedo al cambio); no intentamos luchar por nuestros sueños (miedo al fracaso); o hagamos lo que les gusta a los demás, aunque a nosotros nos desagrade (miedo al rechazo). Los optimistas viven en promedio unos 5 años más y rinden en el trabajo entre el 65% y 100% más que las personas conformes. Su teoría sobre la felicidad sostiene que, “la felicidad no viene de conseguir algo, sino de tener motivos por los cuales levantarse cada mañana”. “No hay nada peor, que te vaya bien en un trabajo que odias. Si tienes un empleado que no está feliz échalo”. “El 99% de todo lo que preocupa a la gente, son cosas que nunca han pasado ni pasarán”. Y por fortuna los colombianos somos los más felices del mundo.