Un estado de total abandono y contaminación es lo que refleja hoy el río del Oro, una de las fuentes hídricas más importantes de la ciudad de Neiva. La deforestación, los desechos y escombros arrojados a la fuente hídrica, además del vertimiento de aguas residuales amenazan con extinguir el río.
La fuente hídrica recorre 25,6 kilómetros desde su nacimiento, en La Cuchilla Terpella, en la vereda Cerro Neiva del corregimiento de El Caguán. A partir del sitio conocido como Paso Ancho, el río del Oro penetra en el área urbana hasta su desembocadura en el río Magdalena, a la altura del Puerto LasDamas.
Por su cercanía alárea urbanade la ciudad susriberasse encuentran invadidas, lavegetaciónha desaparecido en un 95 por ciento.
“El problema ambiental es por la deforestación fundamentalmente, porque los árboles son los que nos garantizan el movimiento del agua, entonces cuando se tala, ya no tenemos quien nos recoja las aguas lluvias y las vaya llevando al suelo para que se formen las vertientes, esa es la consecuencia de la deforestación del río, esto en la parte rural. En la parte urbana el problema es la vertiente de aguas residuales, que afectan negativamente la dinámica del río”, comentó Leyla Marleny Rincón, ambientalista y docente de la Universidad Surcolombiana.
La ubicación de grupos de familia en sus orillas, es uno de los principales problemas de contaminación.
La ubicación de grupos de familias en sus orillas, es uno de los principales problemas, al ser estas personas el mayor generador de contaminación al depositar sus aguas residuales directamente al río, porque carecen delserviciode alcantarillado. Los malos olores son constantes debido al gran nivel de contaminación que se presenta, además por las basuras y escombros que se encuentran a lo largo del río que diariamente son lanzados a sus orillas afectando notablemente esta fuente hídrica.
Frente al tema, Hernán Motta Escobar, concejal de Neiva, enfatizó en la importancia de sumar esfuerzos para tratar de recuperar lo poco que queda del río.
“Tiene que haber una política pública clara, donde haya una intervención agresiva de las autoridades para recuperar las rondas de protección, donde haya un mayor control de las autoridades correspondientes. Estas fuentes hídricas están al garete, todo el mundo hace lo que quiere con ellas, pero además implica también a la ciudadanía porque no hay cultura ciudadana, la gente no ha tomado conciencia de la importancia de esta cuenca hidrográfica”.
Alternativas
Pensando en alternativas que puedan llevar a la recuperación de lo poco que queda del río del Oro, el concejal Motta Escobar se refirió a la importancia de trabajar en la reformulación del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Hidrográfica.
“Lo fundamental es que en la expansión del Plan de Ordenamiento, se debe contemplar una mayor extensión territorial, para recuperar las rondas del río algo similar como se está haciendo en el río Las Ceibas, donde los gobiernos Municipal y Departamental, entre otras instituciones, se comprometan a financiar este plan para comenzar a hacer la recuperación, a través de la compra de predios y reubicación de las familias que habitan allí y así evitar el contacto directo de la gente con el río”, resaltó Motta.
Frente a esto, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, Cam, ya se encuentra tomando medidas. “Nosotros como tal no tenemos la información de la problemática, lo que sí hay en la actualidad es firmado un convenio entre la corporación Asocars y el Ministerio de Ambiente para el tema de la actualización del plan, de ordenación de la cuenca del río Las Ceibas y la formulación de planes de manejo para la cuenca hidrográfica del rio del oro, ya se está adelantando la contratación del equipo técnico para realizar esa consultoría donde nos van a detallar el estado actual de la cuenca, y se desarrollaría el plan de manejo para tomar medidas frente a la problemática”, Javier Cardozo Gutiérrez, coordinador del Proyecto Ceibas.
La deforestación, los desechos y escombros arrojados a la fuente hídrica, además del vertimiento de aguas residuales amenazan con extinguir el río.
Por su cercanía alárea urbanade la ciudad susriberas se encuentran invadidas, lavegetación ha desaparecido en un 95 por ciento.
