Ha causado comprensible estupor y rechazo general el aleve asesinato del destacado líder cafetero, pionero de los cafés especiales de alta calidad y símbolo del gran empuje campesino del sur del Huila Ricaurte Hernández Castillo, víctima de una incontenible delincuencia común que está asolando al sur del Huila. Ha causado comprensible estupor y rechazo general el aleve asesinato del destacado líder cafetero, pionero de los cafés especiales de alta calidad y símbolo del gran empuje campesino del sur del Huila Ricaurte Hernández Castillo, víctima de una incontenible delincuencia común que está asolando al sur del Huila. Hernández, reconocido nacional e internacionalmente como el primer ganador del concurso Taza de la Excelencia en 2005, cayó por las balas de asaltantes cuando se dirigía a su finca en el corregimiento de Bruselas y luego de hacer frente a los mismos dando de baja a uno de ellos, en legítimo uso de su derecho a defensa personal. Han matado a un enamorado de la tierra, su finca ha sido escenario de la presencia de innumerables visitantes, comercializadores, tostadores, productores y expertos que llegan a conocer el manejo que les daba a sus cultivos. Nos unimos al dolor que experimentan hoy su familia, amigos y todo el gremio cafetero de la que es hoy la región más pujante y desarrollada en materia del grano en el país; es este un fuerte golpe a todo el corazón del Huila y pone en evidencia, una vez más, el crecimiento desmesurado de la delincuencia común en áreas que, como Pitalito, registran un positivo flujo de dinero por las actividades comerciales y agropecuarias. Y es ese factor, justamente y como ocurre por inercia, el que debería tener con las alertas al máximo a todos los organismos de seguridad. Y tampoco podemos descartar que el mismo hecho de la casi extinción de facciones guerrilleras en el sur del Huila, afortunadamente, crea a su vez el fenómeno del crecimiento de bandas comunes de asalto, extorsión y robo personal. Lastimosamente son este tipo de hechos los que generan reacciones de choque de las autoridades, cuando lo que debería pasar siempre es que las medidas sean de prevención y contención y no reactivas, para no terminar adoptando planes y decisiones al calor del luto y el dolor, acciones que la mayor de las veces no duran más que pocos días. Lo que está pasando en el sur del Huila, en este nuevo epicentro cafetero nacional, es serio y grave y afecta el enorme empuje comercial que experimenta esta región desde hace por lo menos una década. El mismo alcalde de Pitalito, Pedro Martín Silva, ha llamado la atención de Policía y Ejército considerando las inquietudes que han expresado de manera continua las comunidades, por los casos de asaltos que se están registrando en viviendas urbanas y rurales, y ha exigido acciones de vigilancia especial en la zona rural, en donde los agricultores y particularmente los cafeteros son víctimas de la delincuencia que campea. Esperamos eficacia en ubicar, detener y castigar a los asesinos de don Ricaurte, y medidas de largo plazo para recuperar la seguridad y confianza en el sur del Huila. “Lo que está pasando en el sur del Huila, en este nuevo epicentro cafetero nacional, es serio y grave y afecta el enorme empuje comercial que experimenta esta región desde hace por lo menos una década”. Editorialito El paro cafetero al parecer no tiene reversa. Sin embargo, los gobernadores de las zonas productoras, encabezados por el mandatario huilense, hacen esfuerzos para que el Gobierno Nacional defina soluciones de fondo.