Consultas a través del tarot, “ligadura” de la persona que se desea y hasta soluciones a los problemas laborales son, por mencionar, algunos de los “servicios” que se ofrecen a través de los volantes que han inundado el microcentro de Neiva. Consultas a través del tarot, “ligadura” de la persona que se desea y hasta soluciones a los problemas laborales son, por mencionar, algunos de los “servicios” que se ofrecen a través de los volantes que han inundado el microcentro de Neiva. Llaneros, brujos y hechiceros se han convertido en una alternativa de solución a los problemas de incautos transeúntes, agobiados por sus necesidades afectivas y laborales. UNIDAD INVESTIGATIVA LA NACIÓN, NEIVA Ellos, llámense llaneros, hermanos o hechiceros, recomiendan a la que persona que llama a indagar sobre sus servicios contactarlos antes de ir a la consulta, pues no permanecen en sus consultorios, y no es para menos. El negocio de la brujería funciona a través de varias oficinas o sucursales en distintos puntos de la geografía neivana, y en varios casos en esos puntos trabajan los mismos “llaneros”, “hermanos” o “brujos”. Simplemente lo único que varía son sus pseudónimos. Jóvenes que se apuestan sobre la carrera quinta de manera inadvertida, invaden a los transeúntes con pequeños volantes, en los que se ofrecen los mismos servicios: todos garantizan pactos para el amor y el dinero. Las similitudes llegan a tal punto que, incluso, en varios casos coinciden hasta direcciones y teléfonos. “Con sólo el nombre y fecha de nacimiento regreso, ligo y amanso a su pareja” y “retiro toda clase de males y brujerías, no hay nada imposible de solucionar para el gran poder de los espíritus”, son parte de las frases del discurso publicitario contenido en dichos volantes, discurso que termina por convencer a ciudadanos incautos que encuentran en este, un camino inmediato a los problemas sentimentales, familiares y laborales que los agobian. Aunque es difícil determinar cuántos de estos personajes hay en Neiva y en el departamento del Huila, la cantidad de material publicitario en el que se ofrecen estos servicios pone a las luz el auge que vienen teniendo los llamados maestros de la magia blanca o la magia negra. Todo arranca con $20.000 “Se le hace el estudio por medio del tarot, inicialmente hacemos la consulta por un valor de 20.000 pesos para conocer el caso”, responde ‘Llanero Rafael’, ante la llamada de un ciudadano que desea acceder a los servicios que presta. Es lo mismo que responden los distintos hermanos o maestros que a través de la magia blanca o negra, prometen solucionar cualquier tipo de problema a incautos ciudadanos que se sienten atormentados por sus problemas pasionales, personales o laborales, y por ende se ven abocados a recurrir a estos medios. “Atendemos de nueve de la mañana a seis de la tarde, pero antes de pasar se comunica porque a veces estamos haciendo trabajos en el cementerio, entonces no estamos en el consultorio”, agrega durante la conversación telefónica el ‘Llanero Rafael’. La “Llanera Sara” asegura que ‘El Templo de Orientación y Recuperación’ tiene dos oficinas, ubicadas en el norte y centro de la capital huilense. Agrega que a la fecha hay cuatro ‘profesores llaneros’ en Neiva, dos hombres y dos mujeres. “Somos una congregación del Llano que está por varios municipios del departamento y el país”, señala. De acuerdo con la mujer, “ligar” (regresar) a una persona puede costar entre 400.000 pesos y 460.000 pesos; asegura que trabajan con magia negra y magia blanca. “En el cementerio realizamos trabajos como entierros. Todos los trabajos que hacemos son diferentes, no es lo mismo para todo el mundo porque cada caso tiene su particularidad. Enterramos también huevos, en sí depende de lo complicado que sea el caso. Enterrar el sapo con la boca cerrada es para alejar a la persona”. Para la “Llanera Sara”, la ruta que deben seguir sus clientes es clara: “Recomendamos la magia negra porque es más efectiva. Lo que pasa con la magia blanca es que los resultados se demoran más, porque se trabaja con santos”, puntualiza. Brujería, profesión rentable Algunos curiosos van con volante en mano a preguntar por la “La Llanera Sara”. Otros potenciales clientes que llegan al mismo sitio, son recibidos por la misma persona, que en algunos casos y de acuerdo con las necesidades de la gente que se acerca a solicitar la consulta se identifica como “La Hermana Guadalupe”. La persona que promete solucionar los problemas de amor, dinero o trabajo es la misma. La diferencia entre “Llanera Sara” y “Hermana Guadalupe”, son sus discursos publicitarios. El ‘Templo de Orientación y Recuperación’ no es más que un segundo piso de una casa residencial. En el mismo espacio los ‘’llaneros” o “hermanos” se alojan; allí viven como cualquier parroquiano. Un televisor o una grabadora, que permanecen a alto nivel de volumen, amenizan permanentemente el ambiente. El consultorio y templo es una habitación oscura, en la que los velones encendidos permiten visibilizar los santos y cuadros, que generan un ambiente místico en el lugar. A la llegada de los incautos clientes, una persona se encarga de recibirlos. “¿Usted viene a hacer una consulta? Regáleme su nombre, su número de celular, y me cancela 20.000 pesos”, son las frases que se escuchan en la pequeña sala que hace las veces de zona de recepción. Y aunque en la mayoría de los casos los ‘profesores’ de la brujería no referencian el valor de los servicios que ofrecen, recomiendan hacer primero la consulta pues, dependiendo del caso, se fija el material y la cantidad que se requiere para hacer el trabajo. La consulta no supera los 15 minutos. Es decir, un brujo o llanero se gana en promedio 1.300 pesos por minuto de consulta. “El costo del trabajo que quieras depende de lo que digan las cartas, y se paga aparte de la consulta. El precio depende de la persona a la que quieras ligar, de lo compleja que sea la situación, porque si el problema es muy grave y difícil el trabajo cuesta más”, señala la “Llanera Sara”, una mujer de tez blanca y estatura media, tras la pregunta de un cliente que llega al consultorio pidiendo que le ayuden a conseguir trabajo. “Vino a la consulta porque lleva varios meses sin trabajo, no sabemos por qué no despega. Él está angustiado y pues le recomendaron que viniera acá”, asegura la esposa del incauto ciudadano, mientras este permanece encerrado en el pequeño y oscuro cuarto. Brujos: ¿mito o verdad? Margarita, habitante del municipio de Campoalegre, vivió en carne propia el drama de no saber qué sucedía con la salud de su hijo Jamid. A sus 15 años, la vida del joven y la de la familia González Losada cambió para siempre. Jamid empezó a ver seres extraños que llegaban a su cama, se volvió una persona sedentaria y hasta llegó a hacer sus necesidades fisiológicas en la ropa. La situación empeoró con el paso de los días, pues en la casa de la familia González Losada empezaron a suceder cosas fuera de lo común: grandes cantidades de tierra húmeda en la sala de su casa, así como una extraña visitante a altas horas de la noche, llevaron a Margarita a acudir a un brujo. “Se llamaba ‘El Hermano Juaco”. Recuerdo que arrendó una casa en el barrio. Estábamos angustiados porque nos decían que a mi hijo lo estaba molestando una bruja. Él (Hermano Juaco), nos dijo que era un espíritu, le hizo ingerir un bebedizo a mi hijo”, asegura la mujer. Pero las cosas empeoraron para Jamid y su familia; su estado de salud siguió de capa caída. Cada vez se aislaba más e incluso empezó a hablar a solas. “Decía que veía a una mujer. Duraba bañándose tres horas y cada vez que se duchaba gastaba una pasta de jabón”. Tras dos años de angustias, y presionada por la ausencia de una explicación clara de la situación, resolvió llevar a Jamid donde un psiquiatra. “Empezaron a tratarlo, a suministrarle medicamentos. Un especialista determinó que mi hijo padecía esquizofrenia, una enfermedad de la que sufrieron en el pasado varios integrantes de mi familia”, expresa Margarita. Aunque Margarita no descarta la posibilidad de que su familia fue víctima de una brujería, lo único que tiene claro es que tras varios años de tratamiento su hijo vive una vida normal, pese a que la esquizofrenia es una enfermedad que lo acompañará para toda la vida. José representa la otra cara de la moneda. Compró un taxi para mejorar los ingresos económicos en su hogar y pese a que el vehículo era nuevo, el negocio no funcionaba. “Me dijeron que lo llevara donde un brujo. El tipo observó el taxi y me manifestó que me estaban trabajando el carro con brujería; lo revisó y encontró debajo de la silla del conductor una cabeza de ajo”, indicó el hombre. José asegura que nunca ha creído en brujería. Sin embargo, acepta que desde que llevó su taxi donde el brujo, su suerte cambió definitivamente. “Yo no creo en brujerías, pero esa situación me sorprendió totalmente”. El Huila es considerado uno de los departamentos que más produce brujos, a tal punto que muchos de ellos se aventuran a laborar en esta misteriosa “profesión” en el exterior. Múltiples programas de radio, y cientos de fieles oyentes que a diario llaman a estas emisoras con la esperanza de encontrar respuesta a sus problemas, brindan claro de panorama de la situación. Y aunque es indeterminado el número de personajes que hacen de las suyas en Neiva y el departamento, cientos de incautos ciudadanos siguen poniendo sus esperanzas en manos de los misterios que rodean la brujería. RECUADRO 1 Cómo funcionan ‘las consultas’ Uno de los periodistas de la Unidad Investigativa asistió a una consulta en uno de los llamados ‘Templos de Orientación y Recuperación’, para conocer de primera mano las incidencias de cómo se atiende a un cliente. Un hombre joven, vestido de manera informal, atendió el caso. “Llanero”: Lo que hablemos aquí directamente se queda aquí, porque si usted quiere contar algo a otras personas no se le va a dar, porque es algo espiritual. ¿Usted cree en estas cuestiones? Cliente: Sí. Estoy aquí porque tengo un problema con mi pareja. “Llanero”: Ante todo vamos a empezar a ver la parte sentimental de ustedes. Mucho cuidado porque hay una persona un poco mayor que ella. ¿Cuántos años tiene ella? (Ella tiene 23 años). Esa persona se está encargando de separarlos a ustedes por medio de magia, por medio de hechicería. Aquí aparece la relación de ustedes, una relación próspera, cariñosa, y amorosa. El cambio lo está afectando mucho, usted se ha entregado demasiado sentimentalmente, y todo eso lo tiene bastante afectado, correcto. Esta persona que aparece en medio de su relación ella lo ha rechazado, pero esta persona está recurriendo a medios como la brujería y la hechicería. Cliente: ¿De qué manera? “Llanero”: Para poder hacerse a ella. ¿Y de qué manera puede dañarles la relación? Generándoles conflictos en lo personal, lo familiar, lo laboral y lo económico. Si todo eso falla, la persona que les está haciendo la brujería va a garantizar que la relación fracase y de esa manera se va a hacer a su pareja. No le eche la culpa a ella, muchacho; la culpa la tiene ese hombre, porque se les está metiendo, la está acosando. Él ya la acosó, y ella ha sentido que usted ya sospecha. Es tiempo de quitarles eso, porque es lo que los está afectando, y es la única manera de que estén bien las cosas. Si usted quiere devolverle a ese hombre el mal que les está haciendo a ustedes, se lo devolvemos, como se dice se le paga con la misma moneda, para que deje de meterse con usted y con su esposa. Mucho cuidado porque la suerte se la quieren dañar. Cliente: ¿Cómo hago para saber quién es el hombre que está dañando la relación? “Llanero”: Si usted quiere mirar quién es el tipo, se invoca un espíritu y le muestra la cara de esa persona, el nombre completo. En el momento es que usted se decida a que le hagamos el trabajo, lo que se necesita son los materiales. Para que todo vuelva a su sitio, lo primero que se debe hacer es quitar a esa persona del medio de la relación. Le vamos a hacer una limpieza a ella y luego a usted. Toca mandar a celebrar una o dos misas a nombre suyo, dos en el nombre de ella, y una misa negra en nombre de ese señor; las veladoras, los sahumerios y yerbas correspondientes. Ese material tiene un costo entre 450.000 pesos y 460.000 pesos. Ahí se le quita de una vez todo lo que ustedes tienen y se le hace un regreso para que ella vuelva a ser como antes. Cliente: ¿Pero las misas las hacemos acá? “Llanero”: Sí, acá, no son misas de iglesia. El trabajo se hace y en cinco o seis días ya se ven los resultados. Le hacemos una contra (protección) para que incluso si otra persona quiere perjudicarlo no pueda hacerlo. Si usted quiere devolverle el embrujo a ese hombre lo hacemos, y si no, enterramos ese maleficio. Cliente: ¿Los tiempos para hacer ese trabajo cómo son? “Llanero”: Disponemos de su tiempo, usted me llama a determinada hora, yo arreglo todo. Su presencia la vamos a necesitar una o dos veces solamente, y nos demoramos entre 15 y 20 minutos. De resto todo lo hago yo. Cliente: ¿La plata cómo se cancela? “Llanero”: Hermano, si usted quiere ver sus cosas arregladas para eso son los materiales, y eso sí toca pagarlo de contado. Cuando terminemos el trabajo, si usted quiere me trae una donación por mi trabajo, porque los 460.000 pesos son solo para la compra de materiales. Cuando yo hago un trabajo garantizo suerte, dinero, amor y salud. Cliente: ¿Se trabaja con magia blanca o magia negra? “Llanero”: Si el trabajo (maleficio) se lo han hecho con magia negra, me toca revertirlo con magia negra. Si se lo han hecho con magia blanca entonces le meto un poco de magia negra, para erradicar absolutamente todo maleficio. Tenemos un templo mayor de magia negra, que es la que recomendamos más porque es muy efectiva; todo sale más rápido. Lo que sí le recomiendo es que empecemos de una vez el trabajo porque cuando le aparezca la carta de destrucción, va a estar destruida su relación. LA NACIÓN consultó varios de los lugares que ofrecen pactos para el amor, la fortuna, o que prometen curar enfermedades a través de medios espirituales, y encontró que en el caso de los trabajos para “ligar” una persona, si el cliente quiere que el trabajo espiritual le contribuya además a mejorar su suerte laboral y en el dinero, el servicio alcanza un costo entre 550.000 pesos y 600.000 pesos. Si lo que una persona requiere es encontrar una guaca, ubicarla cuesta entre 20 y 40 millones de pesos, y si usted busca curar una enfermedad de cualquier origen, el servicio oscila entre 200.000 pesos y 250.000 pesos, dinero que según los guías espirituales, pueden ser cancelados en dos contados.