¿A quién va a apoyar Carlos Ramiro?

En tremenda encrucijada se debe encontrar hoy en día Carlos Ramiro Chávarro para definir su apoyo al candidato a la Alcaldía de Garzón.
 
Si su palabra se sostiene, el respaldo se mantendrá intacto, imperturbable, para con Sergio Losada, quien representa a su propia colectividad, “Integración Conservadora”. Con bombos y platillos se ha anunciado ésta candidatura, puesto que además del fuerte vínculo que une a Losada con Carlos Ramiro, también existe una aceptación palpable por parte de Gómez Hermida, jefe máximo del partido, y de Jaime Felipe Lozada, representante a la cámara por los mismos colores, para con el joven aspirante.
 
Sin embargo, tal y como van las cosas, Sergio Losada no alcanzaría la gerencia del municipio, al menos no en éste período. Los especialistas lo sitúan en una tercera posición, un tanto lejos del lugar por el que apuesta Chávarro, quién ve en Garzón, su terruño, una plaza obligatoria de triunfo para fortificar su camino con miras a la Gobernación.
 
En ese sentido, y aunque en el papel y en la forma Carlos Ramiro siga del lado de Losada, el exsenador ya estaría enfilando toda su fuerza electoral para impulsar otra candidatura, de prismas más verdes que azules.
 
Edgar Bonilla, “el mártir”, como ya se le conoce, sería el ungido por las directivas de “Integración” para convertirse en el nuevo burgomaestre del municipio. El popular “Tinga”, envalentonado por su tan sonada participación en los procesos judiciales de hace un par de meses, a los que aún sigue vinculado, se perfila hoy como una seria opción para alzarse con la Alcaldía. Lo respalda, más que su buen nombre o el prestigio impoluto de su antigua administración, ese sentimiento de lástima y pesar que se le despierta a la gente, cuando a un funcionario, corrupto o no, se le relaciona con un ideal de persecución y de tristeza.
 
“Tinga” tiene seguros todos los votos de aquellos a los que “ayudó” en su administración, más los votos de quienes lo ven como un pobre perseguido por la justicia, inmisericorde, que solo daña y reprime a los buenos cristianos. Por supuesto su nueva Alcaldía, aunque con una ambivalencia jurídica, es muy probable, y esto, a Carlos Ramiro, sí que le suena. Más allá de que Losada sea su pupilo, su alfil incansable, Chávarro en algún momento tendrá que inclinar sus aprecios hacia un solo bando, y estoy casi seguro que su escogido será Bonilla.
 
La política es práctica y sencilla: para ganar cualquier voto suma, sin importar de donde provenga. “Tinga” ya le anunció su respaldo, y aunque no lo llegue a revelar públicamente, a Carlos Ramiro le figura devolverle el favor, sobretodo porque es él quien tiene la opción más clara para ganar en Garzón.
 
Conclusiones que se avizoran: Carlos Ramiro, como es normal, busca concretar sus mejores jugadas para hacerse con la Gobernación del Huila. Garzón, su fortín político, deber ser un triunfo fijo del que parta la sumatoria final que le lleve a ocupar el primer cargo del Departamento. Losada, el candidato de su partido, no asegura la victoria en el municipio, un lujo que no se puede dar “Integración Conservadora”. “Tinga”, el “mártir”, ya le dio el sí a Chávarro, y espera que éste le devuelva el respaldo, prácticamente asegurándole la Alcaldía.  Y finalmente, ante tanta necesidad, se revalida una verdad inocultable: a los azules solo les interesa ganar, sin importar con qué otros colores se deban mezclar, y mucho menos, a quiénes de los suyos deban dejar en el camino.