El juicio por los crímenes cometidos en el marco del Plan Cóndor, de coordinación represiva de los regímenes militares sudamericanos en los años 70 y 80, comenzó ayer martes en los tribunales de Buenos Aires, donde comparece el ex dictador argentino Jorge Videla como principal acusado. BUENOS AIRES, AFP El juicio por los crímenes cometidos en el marco del Plan Cóndor, de coordinación represiva de los regímenes militares sudamericanos en los años 70 y 80, comenzó ayer martes en los tribunales de Buenos Aires, donde comparece el ex dictador argentino Jorge Videla como principal acusado. Además de Videla, en el banquillo también está el último gobernante del régimen militar argentino (1976-83), Reynaldo Bignone, junto a otros 23 ex oficiales de las fuerzas armadas y de seguridad. Otro de los acusados es el ex general Luciano Menéndez, quien acumula siete condenas a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad durante la dictadura argentina (1976-83). Los regímenes castrenses sudamericanos de entonces se unieron para intercambiar información, coordinar operativos de traslado de prisioneros y desaparición de opositores en sus respectivos territorios. Todos están procesados por haber integrado una asociación ilícita dedicada al exterminio de los opositores políticos e integrada por jerarcas militares de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. “Estoy convencido de la existencia del Plan Cóndor y lo demuestran sobre todo las acciones de los propios implicados, que demuestran que existió una asociación ilícita para trasladar personas de un país a otro”, dijo a la AFP el fiscal del caso, Miguel Ángel Osorio. La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) sostuvo ayer martes en Buenos Aires que “el juicio es un hecho histórico en la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos por los gobiernos militares y autoritarios de los años 70 y 80”. “Aunque algunas personas han sido juzgadas en otros países, como Uruguay, por hechos concretos que se enmarcaban en el contexto de la Operación Cóndor, es la primera vez que dicho plan va a ser examinado de manera completa por la justicia”, dijo Guadalupe Marengo, directora para América de AI. El ex coronel uruguayo Manuel Cordero es el único extranjero que comparece ante el tribunal argentino, acusado en 11 casos, entre ellos la desaparición de María Claudia García de Gelman, nuera del poeta argentino Juan Gelman. Vestido de traje azul y corbata bordó, Videla, de 87 años, escuchaba sin inmutarse las acusaciones de la Fiscalía al comienzo del juicio, el cuarto que enfrenta por violaciones a los Derechos Humanos en la dictadura argentina, que dejó unos 30.000 desaparecidos, según entidades humanitarias. El jefe del golpe de Estado de 1976 carga con dos penas de reclusión perpetua y otra a 50 años por crímenes de lesa humanidad y robo de bebés entre 1976 y 1981. Está previsto que la causa dure unos dos años como mínimo por el volumen y la complejidad de la documentación que se adjuntó como prueba y que declaren alrededor de 500 testigos, adelantó el Centro de Información Judicial. El ex dictador Rafael Videla.