Me dejé llevar por el aroma que la noche anterior entró por mi ventana e invadió todos los rinconcitos. Al día siguiente caminó a mi lado como si fuese una voz que regresaba de los jardines donde cazábamos crisálidas. NANCY VARGAS ZAMORA Especial LA NACION Me dejé llevar por el aroma que la noche anterior entró por mi ventana e invadió todos los rinconcitos. Al día siguiente caminó a mi lado como si fuese una voz que regresaba de los jardines donde cazábamos crisálidas. Me observa desde niña, sus ojos no han entrado aún en el devenir tempestivo. Se movió entre mis estudiantes y desde un banco escuchó la clase. Mi amigo por siempre. Invisible. Penetró los cuerpecitos y no supe donde se perdió. Horas después, anduve sola pero no interesaba, en ese instante supe que siempre ha estado allí. Di algunos pasos pisé el umbral y lo descubrí. Al fondo, tras una mesita estaban estas dos mujeres, miraban de frente a quienes las rodeaban, y ya nos participaban del aroma que cuando se deja pasar no aparecerá ni después del sepulcro. A ellas, Ana Patricia Collazos y Josefina Quintero Murcia las conozco desde hace rato, forjadoras de la sabia que alimenta el sendero de este complicado ser. ANA PATRICIA COLLAZOS: Nacida en Neiva en 1978. Su labor cultural ha ejercido desde varios espacios. Es periodista de la palabra hablada y escrita, ha realizado trabajos de investigación, ha sido ganadora de varios concursos de poesía en el nivel regional y departamental. Un fragmento de su obra está registrado en publicaciones colectivas como los 50 poetas colombianos y una antología de la editorial Caza de libros. En el área de docente fue coordinadora de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad CUN. Es cantora de tangos. Actualmente es catedrática de la Universidad Corhuila. Su primer libro, LA VOZ DE LA POESÍA, y viene ahora CANTOS DE TIERRA CALIENTE. El eco que escuchamos al abordar su poesía es la de la inmensa pasión que se resume en la palabra. Patricia ha dividido su libro en 3 partes: Paisajes, Nómadas y Querencias. El paisaje la invade o viceversa. Sus recursos son metáforas con dimensión ascendente. La naturaleza se acerca o la deja al desamparo. No es su característica hacer tantas descripciones, nos lleva a la puerta para que nosotros mismos encontremos la plenitud. Revoluciona cada poro de su cuerpo significando la creación y destrucción que la naturaleza ha dado a la mujer, como dijera Octavio Paz: “Una tentativa del verbo por encarnar la vida”. La técnica libre del poema y la forma como organiza los versos nos muestra una correspondencia entre ritmo e imagen poética. Y hablar de ritmo y técnica hoy, nos significa un manejo objetivo y transparente de la concepción de la idea. Su cuerpo es el cuerpo del otro, ese donde anida soledades y comparte satisfacciones. Designa las razas como símbolo de universalidad. Sus poesías: Soy nómada Recorro existencias en busca de mis sueños navego en los mares milenarios de tu cuerpo dejo arrastrar mi cano por los vientos nuevos que el sur trae. OFICIO I Estoy tejiendo una tela de araña para envolver los maizales que han nacido en tu recuerdo de madrugada. JOSEFINA QUINTERO: Nació en Neiva, magíster en Desarrollo Humano -CINDE- Licenciada en Lingüística y Literatura, de la Universidad Surcolombiana. Fue asesora de proyectos de investigación a estudiantes de la maestría en Educación y Desarrollo comunitario, asesora de proyectos de grado de las especializaciones en Pedagogía de la Educación Física y Pedagogía de la Expresión Lúdica”. En su libro: CUENTOS DE LA TIERRA, el Mg. José Gabriel Castro Triviño, hace la Presentación. Dejemos que sea el quien nos hable: “Cuentos de mi Tierra” es un conjunto de textos que contienen acontecimientos cotidianos convertidos en verdaderos opúsculos literarios, que trasportan destellos de la vida, sentidos en la afectividad y la ternura de una persona, que ha disfrutado de la vida en íntima relación con la literatura y la educación en una trilogía dialéctica. Cada lector tendrá la libertad de gozarlos a discreción; pero gozarlo con la complicada sencillez del universo artístico de la palabra escrita, elaborada, pincelada por pincelada”. ASÍ ERAN TODOS LOS DOMINGOS “Las campanas habían dado el segundo a misa. La ansiedad de los muchachos por ver aparecer el caballo alazán, iba creciendo, y con chillidos expresaban su alegría: saltaban, daban vueltas completas con todo su cuerpo. Allí también estaba Pepo. Era el primero que se agarraba a los bordes del “coche” y colocaba sus pies sobre el eje que unía las ruedas traseras”. CUANDO NACE EL AMOR “Y no hubo necesidad de preguntar más. Desde la ventana de la sala de profesores, se veían a Natalia y Liza voltear sus caras para ocultarse y ahogar sus risas. Sebas escuchaba a Mandy y se encogía de hombros, sustrayéndose de las miradas y echando su cuerpo hacia atrás. No había duda. El sentimiento afloraba a través de versos sin ninguna técnica, que le llevan a Sebastián, a sus escasos once años cuando por primera vez, sintió un palpitar ensordecedor en su corazón”. El aroma continúa ahí pero minutos después, se tiende bajo el techo del salón como un aire aprisionado que cae ante las palabras de las dos mujeres: “Hemos publicado con los recursos nuestros”. Es el aroma de dos mujeres discriminadas como si fuesen intemperie que quiere sustraer el tiempo. Si. El Instituto de Cultura del Huila hace discriminación cuando se trata de publicar. No es posible que mientras unos pocos, poquísimos, publiquen 4 y 5 veces con recursos de la entidades del estado, estas mujeres estudiosas no menos meritorias que otros escritores, tengan que publicar con sus recursos. Esta administración si tiene un poquito de dignidad, debería comprar sus obras. Hay que revaluar ese punto que crea rivalidad y oscurece la solidaridad. Los recursos que se fraccionan para publicaciones deberían utilizarse para ofrecer talleres en las instituciones de educación, traer escritores, teatro, cine entre otros. Un espacio con programación constante, que abra ese círculo cerrado y lo amplíe como hacen las aguas cuando sobre ellas cae el peso del aroma condensado. Esperamos los escritos literarios de las mujeres que quieran hacerlo. Requisitos: una cuartilla, datos personales y fotos. al correo: poesíadelamujer@hotmail.com