Utilizando algunas estrategias como la imposición de precios bajos, los comerciantes del alimento más consumido durante la conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesús, están listos para la atender la demanda de esos días. Utilizando algunas estrategias como la imposición de precios bajos, los comerciantes del alimento más consumido durante la conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesús, están listos para la atender la demanda de esos días. Alexa Ramírez Florencia Empezaron a llegar a Florencia, los cargamentos de pescado importado de países como Argentina, Vietnam y Brasil para atender la demanda de consumidores que crecen durante la Semana Mayor. Según Juan Carranza Lozano, representante de los pequeños comerciantes de pescado de la Plaza de Mercado La Concordia, los expendedores del alimento más consumido por los católicos durante la conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesús, ya están preparados para la venta que se eleva de manera considerable, previo al Jueves y al Viernes Santos. Sin embargo, Carranza Lozano, dijo que previendo la situación económica, en 2013, se ha encargado menos pescado que los años anteriores, debido a la situación económica por los paros sucedidos durante los últimos días. De acuerdo con el dirigente gremial, aunque una de las estrategias de los comerciantes de la proteína, es imponer precios bajos para incentivar a los consumidores a comprar, el producto, debido a la minería indiscriminada y a la contaminación, se ha encarecido, por cuando ya casi no se da en los ríos. “Aquí en el río Caquetá, tuvieron sus épocas, su tiempo, ahora diez años atrás se cogían lecheros, chontaduros, pintadillos, plateado, incluso aquí en las quebradas, en el pueblo se cogía buen pescado, ahorita, ya no, el pescado ya está muy lejos y el que había se acabó por la vaina de la minería, porque ya le echan químicos a los ríos y el pescado se acaba”, indicó el comerciante. Carranza Lozano, aprovechó para hacerles un llamado a los consumidores para que durante la semana mayor, compren el producto en la plaza de mercado. “Aquí en un puesto de estos se le responde por la calidad del pescado y lo otro por la pesa, la pesa usted compra tres libras y son tres libras que hay que venderle, estamos pesando con pesas electrónicas y la calidad, estamos preparados de la mano con salud pública, ellos nos dan unos cursos de manipulación, como dice el cuento, ‘hemos aprendido a manejar el pescado’ y a defender nuestros intereses de nuestro negocio”. Así mismo, según Carranza, para este año se les recomienda a los católicos, consumir cachama caqueteña, que se está cultivando con agua limpia y la mojarra que se traerá de la represa de Betania. Fotos Alexa Ramírez