Según cifras del Ministerio de Educación, 22 de cada 100 estudiantes han reportado ser víctimas de bullying o matoneo escolar, 21 de cada 100 manifiestan haber intimidado a sus compañeros y 53 de cada 100 estudiantes han expresado haber sido espectadores del fenómeno en sus instituciones. Según cifras del Ministerio de Educación, 22 de cada 100 estudiantes han reportado ser víctimas de bullying o matoneo escolar, 21 de cada 100 manifiestan haber intimidado a sus compañeros y 53 de cada 100 estudiantes han expresado haber sido espectadores del fenómeno en sus instituciones. Frente a la problemática, académicos e investigadores disertaron en la Universidad Surcolombiana. MARIO PORTILLO LA NACIÓN, NEIVA Una radiografía respecto al fenómeno del bullying o matoneo escolar fue realizada en el primer seminario de profundización ‘Bullying, Víctimas, Acosadores y Espectadores’, organizado por el programa de Psicología de la Universidad Surcolombiana. En el evento, ponentes nacionales y locales desglosaron el mencionado fenómeno, los tipos del mismo y expresaron que la ley recientemente sancionada por el Gobierno Nacional, deja de lado políticas de prevención. En ese sentido Pilar Arroyave, psiquiatra infantil, ponente en el evento, acudiendo a la naturaleza del mismo hizo una caracterización de los distintos actores que intervienen directamente en el bullying. “Los agresores tienden a ser mucho más agresivos, a ser desafiantes, pueden presentar desde la infancia lo que se llama trastorno posicional desafiante y a medida que van creciendo se van volviendo cada vez más propensos a la inclusión en actos vandálicos y posteriores conflictos en la adultez. Los agredidos tienden a tener más ansiedad, depresión, trastorno por déficit de atención y los espectadores también presentan ansiedad y depresión”, expresó la especialista. En el caso de los agresores, la psiquiatra manifestó que no necesariamente son personas que hayan sido agredidas en la infancia o que sufran agresión en la actualidad. “No necesariamente un agresor fue o está siendo agredido, ese es un elemento que puede influir. Hay agresores que pueden venir de entornos pesados, pero hay otros que simplemente tienen la enfermedad, que desarrollan trastorno posicional desafiante, que pueden tener todos los demás elementos bien, pero son agresivos”, explicó. Respecto a la proliferación de casos de violencia en las aulas, Arroyave resaltó el no diagnóstico de patologías asociadas con el matoneo y otros factores. “El matoneo ha tomado mayor auge porque ahora hay más fenómenos de enfermedad no diagnosticada. Las escuelas están con población más densa, hay mas dificultades a nivel social y personal, y porque ahora después de los años 70 empezaron a ponerle más atención, pero hay que resaltar que siempre ha existido”, agregó. Consecuencias Para la psiquiatra Arroyave, el no diagnóstico a tiempo de casos de bullying, puede desencadenar desde enfermedades mentales hasta eventos mortales. “La peor consecuencia es el suicidio, tanto para quien agrede como para quien es agresor y pueden presentar enfermedades mentales a lo largo de la vida, 10 veces más que las personas que no han tenido bullying, o sea que tienen unas consecuencias muy altas a nivel de salud mental, tiene más hospitalizaciones, muchas más recaídas y vidas personales mucho mas infelices, cuando no se diagnostica y no se trata”, comentó. Frente a la responsabilidad de los distintos actores de la sociedad como padres e instituciones educativas, en lo concerniente al bullying, la especialista mencionó que: “La familia ahora con las dificultades de estar ambos padres trabajando y los niños solos, genera que los menores tengan menos capacidades de ser educados en la tolerancia y la aceptación”. “Los colegios pueden ser responsables porque muchas veces tienden, cuando son muchos estudiantes, a no poder caracterizar a su población y generalmente se les van pasando cosas, se permiten muchos niveles de violencia y agresividad dentro de las aulas y eso hace que tenga mayor auge el bullying”. Modelo de educación De la misma forma, los ponentes del evento se refirieron a la necesidad de replantear elementos del sistema educativo tradicional, para abordar el bullying, pues el actual no basta. “El modelo de educación tradicional no basta para manejar el bullying y hay que replantear cosas porque no existe una enseñanza donde se favorezca la diferencia. Hay muchas estructuras de educación donde se pretende que todos los alumnos sean iguales y cuando un alumno se sale de la diferencia, tenga una dificultad neurológica, sea más gordo, tenga otra enfermedad, no son aceptados dentro de la diferencia y estos niños tienden a ser más matoneados”. “Hay que educar para aceptar la diferencia y también educar para que los niños que tengan dificultades a nivel de aprendizaje y otras cosas, también puedan ser nivelados y esas cosas se puedan trabajar y no tengan riesgo de bullying. Se requiere un manejo integral y preventivo, eso incluye que en una institución educativa no se debe aceptar la agresión en ningún tipo y nada debe justificar los casos que se presenten desde los más chicos hasta los más grandes”, expresó Arroyave. Cifras Según lo expuesto por los distintos ponentes del evento, a nivel de Latinoamérica, países como Chile y México reportan altas cifras de incidencia de bullying o matoneo. “Frente al bullying, en Colombia todavía los estudios no son claros pero van variando. En Latinoamérica hay cifras de Bullying de un 50 por ciento en Chile, en México es un problema de salud pública declarado, y hay lugares como Suiza o Suecia donde hay niveles bajos de Bullying, como nueve por ciento, o sea que eso también depende de que tan agresiva sea la latitud donde se presenta; hablo de agresividad en el sentido de conflictos políticos, sociales, etc.”, manifestó Pilar Arroyave.
Pilar
En su intervención la psicóloga practicante, Claudia Rivera, socializó cifras referentes al bullying en los distintos niveles de educación. “Según las Pruebas Saber, se presentan cifras sobre las víctimas en algunos grados, con mayor prevalencia son niños del Grado Quinto con un 24,1 por ciento y en Grado Noveno disminuye la población a un 14, 9 por ciento, lo que quiere decir que las víctimas del bullying se presentan más en la básica primaria” “El Ministerio de Educación indica que 22 de cada 100 estudiantes han reportado ser víctimas por alguno de sus compañeros, 21 de cada 100 manifiestan haber intimidado a sus compañeros física, verbal, psicológica o socialmente y 53 de cada 100 estudiantes son parte de los espectadores, el grupo de alumnos que están allí en el momento del acoso, pero no ejercen ningún tipo de intervención por el miedo a ser víctimas de los agresores”, explicó Rivera. ‘Se necesitan políticas en prevención’ Pilar Arroyave expresó su mirada frente a la ley que crea el Nuevo Sistema Nacional de Convivencia para la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar. “Creo que la ley no aborda de una manera global, es algo que sanciona y penaliza y hace como ente ejecutor frente a un fenómeno que está en este momento desbordándose, pero no está cuidando la parte preventiva, la parte de la infancia”. “El bullying empieza desde la infancia, se va presentando también en el bachillerato, pero empieza desde antes y esta ley no está abordando la parte preventiva. Es como un primer paso pero se requiere como un replanteamiento del problema mucho más a fondo. Maneja las consecuencias y lo grande que se está viendo la problemática, pero lo que está de fondo todavía no se está abordando”. “Se necesitan políticas de prevención con pautas educativas más flexibles, con mayor capacitación a los docentes, probablemente abrir mayores instituciones educativas donde puedan haber menos cantidad de alumnos para poder tener mayor control frente a lo que se haga y escuchar también a los educadores”. Ciberbullying Rocío Mengual, practicante de psicología y ponente en el evento, se refirió al Ciberbullying, modalidad de acoso que comprende la agresión en los medios virtuales. “Es evidente que hay un problema de Bullying en los colegios donde los jóvenes son acosados, pero entonces esta violencia ha pasado del plano físico al virtual. Entonces los chicos no se ven acosados por los agresores en las aulas, sino también en el ambiente virtual, en las redes sociales; y ahí hay un importante foco de intimidación, de acoso, que debilita la personalidad del joven, así como su desarrollo”. “Hay casos de intimidación, amenazas, generalmente de tipo sexual para que quienes son agredidos accedan a algún tipo de petición por parte del agresor, generalmente es entre pares, se debe tener en cuenta esto, porque si ya un adulto resulta involucrado eso ya es otro tipo de intimidación y no se puede denominar Ciberbullying”. “Tanto en el bullying tradicional como en el Ciberbullying, los padres deben asumir una conducta de conocer qué está pasando con sus hijos, enterarse, crear lazos de comunicación para que ellos se abran al problema. Los profesores pueden identificar características negativas que estén presentando los jóvenes, como bajo rendimiento académico, aislamiento del grupo, esos son posibles factores que permiten identificar un acoso electrónico”.oyave, psiquiatra infantil, caracterizó los distintos actores que intervienen en el bullying y se refirió a las políticas gubernamentales planteadas frente al mismo. 
El seminario de profundización ‘Bullying, Víctimas, Acosadores y Espectadores’, organizado por el programa de Psicología de la Universidad Surcolombiana.
