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El secuestro de Géchem

Hoy hace exactamente 10 años, fue secuestrado el senador Jorge Eduardo Géchem, presidente de la comisión de paz del senado Hoy hace exactamente 10 años, fue secuestrado el senador Jorge Eduardo Géchem, presidente de la comisión de paz del senado,  al bajar el avión de Aires donde viajaba en la ruta Neiva – Bogotá. Con este brutal hecho se rompieron los diálogos de paz y se levanto la zona de distención. Fue el último acto terrorista de las Farc, el que rebosó la copa en una cadena de hechos criminales, como respuesta a la generosidad del gobierno y a la esperanza de los colombianos, en medio del proceso de paz con el Gobierno de Andrés Pastrana. La zona de distención fue una zona de horror en el peor lapso de tiempo de la historia reciente para los colombianos,  y sobre todo para el departamento del Huila y nuestra gente. La guerrilla demostró que no era la paz lo que deseaban, sino cobrarle su apoyo al Presidente Pastrana en las elecciones presidenciales del 98 y así, fortalecer su aparato militar y financiero, mientras ganaba protagonismo internacional como actor armado de un conflicto. Siempre vimos al gobierno cediendo en las pretensiones de las Farc, desde antes de la famosa silla vacía en la instalación de los diálogos de paz y se confirmaba cada vez más, que no había negociación, sino imposición unilateral de una de las partes. La del grupo guerrillero. El resultado fue catastrófico, tomas guerrilleras, secuestros individuales y colectivos, sencillos o espectaculares como el del edificio Miraflores o el avión de aires, asaltos, robos de ganado, vehículos y de distintas propiedades, asesinatos selectivos e indiscriminados y todo ello, con un sitio como en las películas gringas al llegar a la frontera, sin poder hacerles nada. Era como una especie de salvoconducto para hacer lo quisieran en contra de nuestro país. La zona de horror logro atemorizar a los colombianos, y lastimó profundamente la economía, sobre todo en el departamento del Huila. Se cerraron muchas empresas, el turismo se afecto inmensamente, el campo dejo de ser productivo y varios capitales fueron llevados a otras partes, provocando más pobreza y desempleo. No podemos volver a equivocarnos. Todos queremos la paz, pero no a cualquier precio. Y menos cuando a punta de bombas evidencian que tienen vigente la descabellada idea de llegar al poder por las armas. Esa pesadilla la tendremos siempre presente como para permitir otra igual. Bienvenidos todos los esfuerzos que se hagan para conseguir la paz, pero sin cometer los mismos errores. En el Huila tenemos que cerrar filas y oponernos desde ya a cualquier situación que nos ponga en riesgo parecido. ahprada@hotmail.com