En diálogo con LA NACIÓN, tras su arribo al aeropuerto ‘Benito Salas’ de Neiva, Alirio Aguilera Ospina, caficultor del municipio de Palestina y ganador de la Taza de la Excelencia 2013 En diálogo con LA NACIÓN, tras su arribo al aeropuerto ‘Benito Salas’ de Neiva, Alirio Aguilera Ospina, caficultor del municipio de Palestina y ganador de la Taza de la Excelencia 2013, señaló que su triunfo, sumado con el de otros 15 caficultores opitas que se ubicaron en los primeros 20 lugares, confirman que el Huila produce el mejor café del país y, sin duda, el mejor del mundo. Esta es la quinta vez que un caficultor huilense logra el título.
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MILTON JAVIER GUARNIZO LOSADA LA NACIÓN, NEIVA Un campesino sereno, dedicado gran parte de su vida a cultivar el café, labor que heredó de su padre, es apenas una de las cualidades de Alirio Aguilera Ospina, quien en su cuarta participación del concurso Taza de la Excelencia obtuvo el título del mejor café en Colombia. ¿Qué significado tiene para usted ser el ganador de Taza de la Excelencia? Ha sido un orgullo para mi familia, para mi municipio, para el sur del departamento del Huila, porque estamos mostrando que tenemos la calidad, demostramos que aquí se produce el mejor café del país. 
¿Cómo fue el trabajo que realizó para alcanzar tan importante reconocimiento? Ha sido un trabajo muy dedicado. Aparte de los cuidados que se deben manejar en el proceso de recolección, de exigir a los trabajadores que no hay que recoger tanto grano verde. De ahí en adelante es importante la manera en que se hace el despulpado, luego el secado. Hay que hacer las cosas con mucha higiene, un excelente almacenado. Cada cosa está relacionada con la otra. El más mínimo error puede dañar la calidad del café, incluso en el transporte se debe tener demasiado cuidado porque podemos alterar la calidad del café. ¿Cómo vivió la competencia? Uno va a una competencia a ganar. Hubo mucha gente con excelente café, que los han trabajado con mucha minucia, con demasiado talento. En cierto momento vi que la competencia estaba difícil, hasta cuando dijeron los 22 seleccionados finales. Iban a nombrar el quinto competidor que pasaba a la final y nada. Hasta que me hicieron pasar al frente. Quedamos tres cafeteros del sur del Huila dentro de los cinco primeros lugares; yo, de Palestina; la señora Mercedes Narváez, de Acevedo; la señora Nancy Muñoz Ñáñez, de Pitalito, y dos de Norte de Santander. ¿Cuántos años de su vida ha dedicado Alirio a cultivar le café? Toda de vida. Fue una actividad que heredé de mi padre. Llevo 26 años familiarizándome con el cultivo del café. ¿En cuántas hectáreas está sembrado hoy el mejor café? Tengo ocho hectáreas cultivadas, lote del cual se recolectó el café que para fortuna de mi familia y del departamento del Huila hoy representa el mejor café del país. Pese a que mis hijos tres están dedicados a sus estudios, sólo cuando van de vacaciones me colaboran. Mi esposa me ha apoyado bastante en todo. Lo que quiero decir es que más que las hectáreas, ese café es producto del trabajo que por muchos años he desarrollado con mi familia. ¿Qué puertas le abre el primer lugar obtenido en Taza de la Excelencia 2013? El hecho de obtener el primer lugar en una competencia de esta envergadura lo motiva a uno mucho más a seguir cultivando café, cada vez de mejor calidad, pese a la crisis que hemos vivido. La meta para el próximo año es mejor el puntaje obtenido en esta versión de Taza de la Excelencia. ¿Es la primera vez que participa? He participado cuatro veces. En dos ocasiones no entré a la clasificación y la tercera vez que competí me eliminaron. Esta es la primera vez que obtengo un lugar de privilegio. En esta versión 2013 de Taza de la Excelencia el Huila se ubicó en 16 de los 20 mejores cafés especiales del país. ¿Considera que este tipo de logros son los que permiten que hoy el Huila sea calificado el nuevo eje cafetero? Un factor clave en eso es que somos el primer departamento en producción, y estos logros nos posicionan como los primeros en calidad. Hoy por hoy el Huila produce el mejor café de Colombia. En ese proceso ha sido importante la Federación Nacional de Cafeteros, porque a través de los extensionistas vienen motivando a la gente no sólo a cultivar sino a producir café de excelente calidad. Estamos por el camino indicado. El café huilense está en un nivel muy alto. ¿Cuál es el reto de ahora en adelante? Lo mínimo que debemos hacer es mantener el nivel que ya hemos logrado. Para eso es importante un trabajo articulado entre nosotros como cafeteros y la Federación. ¿Las medidas que tomó el Gobierno Nacional tras el paro cafetero resuelven la crisis del sector? El panorama sigue siendo confuso. El proceso para empezar a reclamar los subsidios es muy engorroso. Hay que pedir la factura, llevarla al técnico y esperar a que nos consignen a la tarjeta inteligente, y muchos cafeteros aún no cuenta con la tarjeta cafetera. Con este proceso para reclamar los subsidios también se teme que los técnicos van a ser más de oficina que del campo porque van a estar pendientes de la ‘tramitomanía’. Tendría entonces la Federación que contratar más personal para que no colapse el sistema. A los técnicos los necesitamos es en el campo. Hoy por hoy, el café de Nancy es el mejor de Pitalito. Mujeres huilenses dominaron la competencia 
Nancy Muñoz Ñáñe, caficultora de Pitalito, quien ocupó el cuarto lugar en la competencia, en diálogo con LA NACIÓN manifestó que su logro representa el esfuerzo de cientos de mujeres que trabajan por el sector cafetero. Ellas marcaron la competencia, pues en los cinco primeros lugares se ubicaron dos mujeres huilenses. “En lo personal ha sido algo muy grande, un logro maravilloso haber alcanzado el cuarto lugar en Taza de la Excelencia. Mi cultivo es de 10 hectáreas de café caturra, ubicadas en la vereda Palmito, corregimiento de Bruselas en el municipio de Pitalito. Me hizo merecedora de ese cuarto lugar el esfuerzo y esmero con que trabajé para sacar café de excelente calidad. Hoy por hoy puedo decir que tengo el mejor café de Bruselas. Mi esposo y mi hija me ayudan mucho en la producción. En esto es vital hacer un buen trabajo desde el proceso de recolección del grano, descerezarlo muy bien, debe darse un buen tratamiento al secado del café. Mis 37 años de vida las he dedicado al café. Toda esa experiencia me ha servido para ocupar tan importante lugar en Taza de la Excelencia. Con todo esto demostramos que las mujeres del Huila podemos sacar la cara por el café de la región, que nosotras con el apoyo de nuestros esposos e hijos podemos salir adelante. La mujer, no sólo al nivel del hogar, ha trabajado mucho por el sector cafetero en el Huila”. Fotos/Oscar Roldán
