Ushas – Amanecer
Hasta que los políticos de nuestro país no tengan la decencia y la dignidad de aceptar sus faltas y reconocer sus errores, no de manera soterrada y burlona, como pasa en la mayoría de los casos, sino aceptando su responsabilidad política, nada va a cambiar en nuestro país. No es posible que Santos acepte que ingresaron recursos indebidos a su campaña y que, a pesar de ello, no tenga la gallardía de renunciar y asumir el costo político. Ya había pasado con Samper a quien nunca se le pudo comprobar nada, como sucede con nuestra justicia palitraquera y de ruana, pero en este caso, su gerente y el mismo, reconocieron que ingresaron los dineros y a pesar de ello, no paso, ni va a pasar nada, ni siquiera tiene la dignidad de renunciar y sigue aferrándose a su sillón de gobierno echando por la borda toda la institucionalidad del país.
Este tipo de situaciones hace que se presenten grandes riesgos, pues los que se creen que tienen la verdad sabida y son dueños de la moral o aquellos que consideran que siempre han sido oprimidos y nunca nada va a cambiar, enarbolan las banderas del cambio, de la anticorrupción o peor, de la revolución, presentándose como los grandes líderes para llevar el barco del pueblo a puerto seguro, pero escondiendo sus verdaderas intenciones de llegar al poder para seguir en las mismas. Uribe ya estuvo 8 años y si bien es cierto, devolvió en buena parte la confianza al país, su segundo mandato, desde el inicio, quedo manchado por la corrupción y el ¨todo vale¨, que como esta visto, sirvió hasta para que llegara Santos con sus penosos patrocinios, no obstante, el Uribismo se presenta como la salvación y el que más reclama los errores Santistas, por favor !! respeten al pueblo Colombiano, no somos tontos y sabemos que son lo mismo y se tapan con la misma cobija, que cuando alguno la jala más, deja que salgan las fetideces del otro.
Como si el panorama ya no fuera tétrico, tenemos a una Guerrilla envalentonada, más leguleyos que todos lo que siempre han criticado y vociferando que en el acuerdo de la habana se pactó la dejación de las armas, no de las de ellos, sino de las de todas las fuerzas del país, es decir que hasta que el ejército no deje las armas, ¡ellos tampoco!!! ¿Se habrá visto tal despropósito? Por eso creo, que hasta que Santos no renuncie, Uribe no respete al país y los acuerdos negociados y la Guerrilla siga inventando cuentos para no cumplir, poco será lo que vaya a cambiar en nuestro país y me da mucha tristeza, porque sé que ninguna de estas cosas va a suceder.