No ha habido ninguna sorpresa ni hecho notable en la designación de gabinete del nuevo gobernador Carlos Mauricio Iriarte. No ha habido ninguna sorpresa ni hecho notable en la designación de gabinete del nuevo gobernador Carlos Mauricio Iriarte. Todas las caras que se verán desde hoy en las oficinas del Departamento son más o menos conocidas, han trasegado la inmensa mayoría por el servicio público incluyendo cargos de elección popular, cada uno de ellos corresponde por supuesto a una representación política, en primer lugar, y en segundo lugar hacen parte del reconocimiento a los resultados electorales en cada una de las regiones huilenses. Ello es lo normal y natural en la democracia: quienes ganan gobiernan y ejercen el poder. No vamos a diseccionar aquí nombre por nombre la composición de este gabinete; presumimos la capacidad, experiencia, idoneidad y buen talante de cada uno de sus miembros y la seriedad con que el gobernador Iriarte ha hecho la selección. En este editorial lo que pretendemos es generar algunas inquietudes frente al nuevo mapa de poder opita, la participación de las regiones y los retos que afrontarán los designados. Vale señalar que, si bien se advierten algunos pocos nombres nuevos en el panorama burocrático, la tendencia sigue siendo que a los gabinetes llegan personas de amplio recorrido político lo cual, de parte de varios sectores, se puede tomar como la entronización de “roscas” que no permiten la rotación de profesionales, el surgimiento de nuevos liderazgos y la necesaria oxigenación política y administrativa. Más allá de las capacidades de los nombrados, que no se ponen en duda, es pertinente pedir que la renovación haga parte de los postulados de los gobernantes. Respecto de lo que le tocó a cada zona del departamento, se advierte una buena participación del sur, con énfasis en Pitalito, lo que da idea del excelente momento que se vive allí en materia de progreso y desarrollo económico, con un enorme potencial agropecuario y turístico. Neiva, a su vez, parece no haber recibido una cuota equivalente al buen caudal electoral que le aportó al Gobernador en tanto que en Garzón sienten que, al menos por ahora, les han pasado cuenta de cobro por el alto volumen de votación en blanco y la evidente injerencia del catolicismo en ese resultado. Lo menos que podemos esperar es que tal representación de zonas no se convierta en exclusión o discriminación de las demás: una cosa son los resultados electorales y otra la obra de gobierno, que se hace con la plata de todos los huilenses y no solo de quienes apoyaron al electo. En ello creemos que Iriarte no será inferior al talante y seriedad que se le ha conocido, y corresponderá con su condición de Gobernador de todos los huilenses, sin distinciones irritantes. Otro detalle que no puede escaparse es el período pre electoral que ya empieza con miras a los comicios de Congreso en 2014. En ese sentido vale llamar al sentido de responsabilidad del gabinete, que si bien llegan ellos de la mano de jefes políticos, su obligación es mantener la neutralidad frente a ese proceso que se avecina. Estaremos atentos. “Una cosa son los resultados electorales y otra la obra de gobierno, que se hace con la plata de todos los huilenses y no solo de quienes apoyaron al electo” EDITORIALITO El comienzo de la programación de las rondas en las comunas y corregimientos de Neiva marca, sin duda, el inicio de las festividades sampedrinas en nuestro departamento.