Asamblea del Huila se ‘rajó’

El incumplimiento a los horarios de las sesiones, el trámite lento a los proyectos y el casi nulo acceso a la información, han sido las principales falencias de la duma durante el 2013, según el informe de Asamblea Visible. El incumplimiento a los horarios de las sesiones, el trámite lento a los proyectos y el casi nulo acceso a la información, han sido las principales falencias de la duma durante el 2013, según  el informe de Asamblea Visible. No le fue bien a la Asamblea del Huila en el más reciente encuentro de la Red Nacional de Observatorios a corporaciones públicas y Trasparencia por Colombia que se realizó esta semana en Cali. Directores de los observatorios y académicos se dieron cita en la Pontificia Universidad Javeriana para analizar la situación de las diferentes corporaciones públicas del país y plantear estrategias que permitan mejorar los procesos de gobernanza y transparencia en cada una de las regiones. “A todas luces la labor de los diputados, como junta directiva del departamento, es definitiva de cara al desarrollo de la región; de allí la importancia de que ésta sea asumida con responsabilidad y autonomía”, indicó Edinson Malagón, investigador del Área de Ciudadanía de Transparencia por Colombia. Sin embargo,  el pobre balance del trabajo desarrollado hasta el momento por los diputados huilenses los deja mal posicionados en el análisis que evalúo su trabajo durante lo transcurrido del año 2013. A menos de 8 días de terminar el primer periodo de ordinarias tan solo se han desarrollado diez sesiones, la mayoría de ellas poco fructíferas y dilatorias de los temas para los cuales se han citado. De los diez proyectos de ordenanza radicados por el ejecutivo solo se ha dado estudio al de la “concesión de licores” (que fue negado por las mayorías), y se realizó el debate sobre la participación del Huila en la feria de Anato.  Los demás proyectos y sesiones de control político se han frustrado por la ausencia de los funcionarios del gobierno, invitados, citados o incluso los mismos diputados como presidentes de las comisiones. “Independientemente de las decisiones a favor o en contra de los proyectos, pues es autonomía de cada diputado, nos preocupa que no se dé tramite a las iniciativas y que no se cumpla ni si quiera con el orden del día que ellos mismos aprueban”, indicó Yilber Leandro Saavedra, director del Observatorio Asamblea Visible Huila. La inestabilidad administrativa de la gobernación y las actividades proselitistas, a propósito de las elecciones atípicas que vivió el departamento, mantuvo a la mayoría de los diputados ocupados en sus correrías políticas, afectando directamente la labor al interior de la duma, incluso asumiendo una especie de “plan tortuga” dando espera al nuevo Gobernador. Asamblea Invisible Otra de las preocupaciones del observatorio es la falta de acceso a la información que tiene la Asamblea, pues durante el presente año la página web no ha funcionado y la secretaría de la corporación no cuenta con el personal ni la logística para dar respuesta oportuna a los requerimientos de la comunidad. Asimismo, se desarrollan sesiones en horas nocturnas pero el ingreso para el público al edificio es permitido solo hasta las seis de la tarde, situación que limita directamente la participación de la comunidad y propicia que los únicos que escuchen las intervenciones de los diputados sean sus propios escoltas. “Resulta inadmisible e irrespetuoso para la comunidad y medios de comunicación que tengamos esperar hasta cuatro y cinco horas para que los honorables diputados lleguen a sesionar. Tienen una responsabilidad con la opinión pública que debería ser más comprometida y responsable, señaló Saavedra. El reglamento interno de la corporación establece que la Asamblea debe sesionar tres veces a la semana (martes, miércoles y jueves) a las 3 de la tarde, pero solo se citan eventualmente martes y jueves, y a la cita generalmente no llegan más de cuatro, y en la espera para completar el quórum, se ha llegado a tardar hasta cinco horas. También se tiene la malsana costumbre de aprobar recesos por cinco minutos que en realidad tardan una hora. Todas estas actuaciones afectan la imagen de la corporación, que debe, desde su mesa directiva liderar el orden y hacer cumplir su propio Reglamento y corresponder a la confianza de sus electores actuando de cara a la opinión pública. Hasta cinco horas han tardado en iniciar las sesiones en la duma por falta de quorum.