Carlos Eduardo Amézquita
Recientemente circuló por internet un reporte de visitas, contactos, y encuentros cercanos con ovnis, extraterrestres y con cuanto viajero cósmico anda por ahí, como Pedro por su galaxia. Mire usted.
Existen miles de evidencias, restos de aparatos y señales encontradas desde tiempos inmemoriales, particularmente en los Estados Unidos, Rusia, y China; trozos de naves y de vehículos de transporte intergaláctico, fabricados con alta tecnología desde los tiempos de Noé y Abraham, por ejemplo, incluso desde antes (según escritos bíblicos y otras fuentes).
Esta misteriosa faceta del desenvolvimiento del Planeta y de sus especies, entre las que se hallan los humanos, nos propone una sospecha inevitable: si la Tierra ha sido visitada y transitada desde siempre por siderales y otros visitantes ¿por qué no ha sido destruida o esclavizada, pudiéndolo haber hecho?
Esto demuestra, a lo mejor, que estos eternos visitantes son pacíficos o muy inteligentes, y que, por el contrario de manera muy sutil (en forma de “cuenta-gotas”) nos han transferido desde siempre su tecnología universal
¿Que son entonces los autos, el tv-cable, internet, el vidrio, las telecomunicaciones, los telescopios, imprentas, naves espaciales, y demás innovaciones?
Hipótesis menor: Es posible que su único interés sea el de ayudarnos a conseguir su propio nivel de desarrollo tecnológico para facilitar y preparar su visita final, como se dice, o tal vez no pase nada, vaya uno a saber…
Respuesta preliminar: Para lograr este objetivo ellos nos han conducido hacia el aceleramiento continuo de fuerzas productivas y del mercado, entre otras.
Si esto es así, debemos prepararnos para consumir sus productos en las cadenas comerciales inicialmente, y cuando ya estemos debidamente experimentados en los negocios, a la sazón, continuarán las conversaciones con estos raros visitantes, en forma de estrategias mercantiles.