Juan Perdomo Farfán, ilustrador y artista huilense, expondrá una muestra de 30 carteles destacados para celebrar sus diez años en el oficio del diseño gráfico. El lanzamiento de la Exposición “Retrospectiva Gráfica” se realizará mañana, 24 de noviembre, a las 7:00 p.m. en el Restaurante El Patio. La curaduría de la exposición estará a cargo del artista plástico Donald Gualy.
Juan es oriundo del municipio de Palermo. Es diseñador gráfico y tiene estudios en Epistemología de la Imagen y Pedagogía del Diseño. Ha recorrido el camino de la docencia y ronda el mundo editorial. En dos ocasiones fue finalista del Concurso del Cartel Latino en Argentina. Y dentro de sus últimos logros, se destaca el premio del afiche del Festival del Bambuco en 2017.
Para entender este recorrido estético de diez años, el artista categoriza la producción de carteles en siete capítulos: ‘Un camino hacia la hiper-realización’, ‘La fotografía intervenida’, ‘Untándome las manos’, ‘El vector y los mundos mágicos’, ‘Paisajes culturales’, ‘Bendita geometría’, y ‘Del amor a la simetría y otras adicciones’. Una entrevista con Juan Perdomo nos clara el panorama.
¿Por qué el cartel es una pieza de culto?
El cartel es una pieza urbana y efímera. Su habitad es la calle. El cartel perdura gracias a la manía de los coleccionistas. Las personas se alimentan de la parte estética del cartel y de la información que allí está consignada. Existe gusto, atracción, algo nostálgico, algo romántico por esta pieza publicitaria. Es por ese amor hacia lo grafico que la gente termina atesorando los carteles en sus casas.
¿Cómo surge la inclinación al cartelismo?
La profesión de diseño gráfico ofrece un panorama amplio de vertientes y caminos. Desde muy chico siempre he sentido gusto por la parte gráfica e impresa. Todo mi trabajo ha sido un camino un tanto solitario pero junto a los clientes establezco la tendencia y los estilos de los carteles que abordo.
¿Qué esperas de la Exposición “Retrospectiva Gráfica”?
Esta exposición es un pretexto para reencontrarme con amigos, familiares y personas que han seguido mi trabajo en estos últimos diez años. Es la oportunidad de apreciar piezas publicitarias de otras ciudades de Colombia y municipios del departamento del Huila; así como piezas inéditas de eventos más íntimos y menos concurridos, pero muy importantes en sus contextos culturales o sociales, donde los tirajes de impresión fueron limitados pero que resultan ser carteles agradables estéticamente.
Un camino hacia la hiper-realización.
Desde la ilustración aporto muchísimos detalles a la escena.
La fotografía intervenida.
La fotografía siempre ha sido una gran aliada del diseño gráfico, y por supuesto del cartel como pieza publicitaria. Los carteles que he trabajado desde este enfoque son pocos pero los resultados han sido de impacto. Aquí están los carteles creados para el Festival Cinexcusa.
Untándome las manos.
Es donde despliego mi faceta análoga, es decir hago las cosas totalmente artesanales, ilustro con acuarelas, con lápiz, me unto las manos.
El vector y los mundos mágicos.
Estos carteles han estado al servicio de temáticas literarias donde puedo intervenir o inventarme mundos mágicos a partir de escenas digitales.
Paisajes culturales.
Puedo mostrar la riqueza y los contrastes de los paisajes geográficos y culturales del departamento del Huila y otros lugares. Hay escenas que pueden evocar cierta melancolía a partir de las tradiciones culturales.
Bendita geometría.
Nada se podría diseñar sin geometría. Los carteles finalmente son una composición netamente geométrica. El secreto es el uso creativo de la geometría para generar una escena totalmente nueva.
Del amor a la simetría y otras adicciones
La simetría y el equilibrio que me permiten contar de manera ordenada la escena que va a convocar al evento o campaña del cartel.
El cartel
A finales del siglo XIX el cartel fue visto como un descubrimiento que servía para hacer difusión sobre determinados productos y acontecimientos, viéndose como un método más efectivo para llamar la atención. El artista Jules Chéret (1836-1932) en París, elaboró los primeros carteles sin sombras y perspectivas, planteando la posibilidad sobre el principio de representación, haciendo más funcional los colores y simplificando las formas. El cartel de Moulin Rouge es su trabajo más conocido históricamente.
Por: María Jimena Bello-Martínez
Colaboración especial