Por: Revista Semana.

El alcalde de Caracas se encontraba en casa por cárcel, pero ahora que ya no está vigilado decidió hablar. Pidió la libertad de todos los presos políticos y a la oposición venezolana no caer en la “trampa del gobierno”. ¿Cuál es su verdadero peso político?

Ondeando una bandera amarillo azul y rojo con siete estrellas, y no de ocho como implementó el chavismo, Antonio Ledezma hizo escala en Bogotá, la segunda parada después de que emprendió una cinematográfica huida de Venezuela.

A la medianoche del pasado jueves, y sin decirle una palabra a su propia familia, el alcalde de Caracas decidió liberarse de la prisión en la que duró 1.000 días. El 19 de febrero de 2015 fue llevado preso, acusado de conspirar contra el presidente Nicolás Maduro. Pasó por la cárcel de Ramo Verde, después fue llevado a prisión domiciliaria por su estado de salud, y una madrugada de agosto arrebatado de su familia por un supuesto plan de fuga.

Pasaron varios días sin que su familia pudiera verlo, a tal punto que denunciaron secuestro. Finalmente fue devuelto a prisión domiciliaria. Pero Ledezma decidió pasar de la prisión al exilio. Cruzó la frontera burlando los puestos oficiales hasta llegar al Puente Internacional Simón Bolívar de Cúcuta, donde selló su pasaporte. Desde allí viajó en un avión privado hacia Bogotá, una escala hacía su viaje a Madrid, donde se va a poder encontrar con su esposa Mitzy.

Ahora que ya no se encuentra en Venezuela, Ledezma ha aprovechado los momentos para decir todo lo que había callado, sobre todo en los últimos meses en los que su actividad por redes sociales había disminuido, precisamente después de que fue llevado a la fuerza a Ramo Verde.

“No debería haber un solo preso, eso es lo que hay que decirle a Maduro: libere a los presos políticos de inmediato si quiere usted un diálogo”, dijo Ledezma en Bogotá. Advirtió además que las sanciones impuestas al Gobierno de Venezuela “no son contra el pueblo” sino “contra un camarilla que se ha robado más 600.000 millones de dólares”.

“Las sanciones son contra gente que está coludida con el narcotráfico, con el terrorismo, por eso la lucha de Venezuela necesita de la solidaridad de todos ustedes. No estamos pidiendo compasión, estamos pidiendo solidaridad oportuna”, subrayó.

Ledezma, desde que pisó tierra colombiana, agradeció el apoyo del país, también destacó que el presidente Juan Manuel Santos es “solidario con la democracia venezolana” y aclaró que “no es que esté con la oposición”. Lo mismo dijo de los presidentes Mauricio Macri de Argentina y Pedro Pablo Kuczynski de Perú.

La ruta que Ledezma ha trazado, hasta donde se sabe, tiene como próxima escala a España, desde allí irá a Estados Unidos y luego “por donde pueda ir”. Confesó que en Colombia se “siente libre”.

El peso político

Abogado, Ledezma forjó su carrera política en Acción Democrática (AD), uno de los partidos que controló la escena política hasta la llegada al poder del fallecido Hugo Chávez, mentor de Nicolás Maduro, en 1999.

Por diferencias con Henry Ramos Allup, veterano líder de AD, salió de ese partido en 2000 y fundó Alianza Bravo Pueblo.

Ledezma fue diputado, senador, gobernador y alcalde en dos ocasiones del municipio Libertador. Desde 2008 es alcalde mayor de Caracas.

“La Salida”

Fue férreo opositor de Chávez y estuvo ligado a las multitudinarias manifestaciones que terminaron en el golpe de Estado que depuso fugazmente al mandatario en abril de 2002. Cuando fue electo alcalde mayor, Chávez creó un cargo alterno que le quitó gran parte de sus competencias. En protesta, hizo una huelga de hambre de seis días.

Junto con López y la exdiputada María Corina Machado, en 2014 convocó a protestas que denominaron “La Salida” y que dejaron 43 muertos en 2014. López se entregó a las autoridades en febrero, tras ser acusado de incitación a la violencia.

Ni a Ledezma ni a Machado se les formularon cargos por esos hechos. Un año después, Ledezma fue arrestado -según Maduro- por estar involucrado en un supuesto plan para derrocarlo. Tras su fuga, Ledezma dijo que dejaba “las banderas” a Machado, para que siguiera trabajando desde Venezuela.

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