Alexander Molina Guzmán
El libro se titula El Quimbo, extractivismo, despojo, ecocidio y resistencia, se puede encontrar en La Internet con solo “googlearlo” y fue escrito, con el apoyo de varias manos y fuentes, por Miller Armín Dussán Calderón, y publicado por Planeta Paz. En sí mismo, este libro también cuenta el arrojo, hasta arriesgado la vida, de quienes tuvieron el valor de denunciar el despojo que otros callaron y aplaudieron.
Lo primero que hay que decir es que la región, la nación y otros países, y no es exagerado decirlo, conocieron de esta historia de despojo del territorio y de la apropiación de los recursos naturales en favor del capital financiero transnacional gracias a la labor de Asoquimbo y de quien es autor de este libro. Y ese es un reconocimiento que no se puede desconocer ni usurpar. Aquí que no nos vengan a decir que fueron otros quienes pusieron el grito en el cielo por la construcción de esta hidroeléctrica como una estrategia de escisión del territorio y usurpación de los recursos naturales cuando fueron esos otros, en su momento, quienes aplaudieron esta invasión.
Lo segundo, es que este un libro de investigación arduo y sesudo, de 277 páginas, que hay que leer y releer para ayudarnos a comprender que El Quimbo no es sólo otra represa para, supuestamente, generar más autosuficiencia energética para nuestro país, sino que está enmarcado dentro de una estrategia para beneficiar los intereses económicos de las corporaciones multinacionales que, con el beneplácito del “Gobierno Nacional”, mercantilizan el territorio y sus recursos.
Este es un libro que debe estar en las universidades públicas y privadas como parte del material de consulta en las discusiones, debates e investigaciones que se hagan sobre soberanía nacional, seguridad alimentaria, despojo del territorio, ecocidio, resistencia civil en defensa de nuestro territorio y sus recursos naturales. Porque, ¿puede haber soberanía nacional cuando se entrega el territorio y recursos naturales a las multinacionales y al capital financiero internacional? ¿Puede haber seguridad alimentaria cuando entregamos las tierras productivas a negocios particulares y sólo nos dejan los grandes supermercados para “autoabastecernos”? ¿Se puede hablar de “nuestro territorio” cuando en verdad ya no lo es? ¿Se puede hablar de un “territorio verde” cuando en verdad hay destrucción de ecosistemas? Claro, de lo que sí se puede hablar es que sí hay resistencia civil para defender nuestro territorio y sus recursos naturales y una prueba incuestionable de eso es Asoquimbo, sus líderes y este libro que es, entre otras cosas, una denuncia histórica de un hecho que pocos se atrevieron a contar y documentar.