AMAURY MACHADO RUEDA/LN
From Heart to Herts Foundation, es el nombre en inglés que lleva la Fundación De Corazón a Corazón de la cual es presidente y cofundador Jaime Alberto Camacho. Este ingeniero agrícola neivano de 49 años de edad, está radicado desde hace varios años en California, Estados Unidos. Y pese a que inicialmente allí le toco realizar trabajos forzosos, logró estudiar sicología y ciencias sociales, y actualmente ejerce como ingeniero de software.
Lleva un año dedicado de lleno a su Fundación, la cual hace presencia con diferentes programas sociales y educativos en barrios y asentamientos vulnerables de la capital huilense.
Todo empezó 7 años atrás, cuando desde el exterior Jaime recogió 24 regalos entre amigos y decidió enviarlos a niños de escasos recursos en San Vicente del Caguán, Caquetá. El siguiente año ya fueron 50 regalos, y luego 100 los que envió a Quibdó y Neiva. En 2015 cuando pudo volver a Colombia, Jaime entregó personalmente en la capital opita 400 regalos y 200 kits escolares en la Institución Educativa Gabriel García Márquez, y en diciembre de 2016 ya llega con 2 mil obsequios que repartió a niños en el coliseo ‘Álvaro Sánchez Silva’.
Todo el evento lo coordinó días antes por teléfono desde EEUU con autoridades militares, organismos de socorro, Alcaldía y fundaciones como Huellas con Sentido de Vida y Jóvenes con Cristo. En este 2017, espera también entregar igual número de regalos, el próximo 9 de diciembre.
Jaime Camacho sabe la alegría que produce en cada uno de estos niños, y le recuerda su humilde infancia. Su padre era tapicero y su mamá modista, con el esfuerzo de ellos y sus tíos pudo tener la oportunidad de acceder a una buena educación. “A los 7 años me iba al basurero cerca de la casa, sacaba de allí los cuadernos que encontraba y les quitaba las hojas sucias y esos eran mis cuadernos del colegio. Desde esa época yo sabía que la educación era la que me iba a sacar adelante”, comenta.
Esa realidad social la continuó observando de cerca, cuando trabajó en el entonces Instituto de Vivienda de la Alcaldía, donde mantuvo en contacto con personas de los diferentes asentamientos de Neiva. Allí conoció a Dolly Rodríguez, una líder del asentamiento Villa Nazaret, y quien lo invitó a aportar un grano de arena para los jóvenes más necesitados. Así Jaime abrió la Fundación e invitó a ser parte de ella a Katia Malinouski, de nacionalidad Rusa, como co-fundadora. A la fecha han becado a 35 jóvenes que están en universidades o validando su secundaria.
Pero estos beneficiados deben solo cumplir un requisito importante. “Yo les enseño a que, si Dios les dio un talento hay que compartirlo con los demás, entonces cada uno de estos jóvenes que recibe una beca, aporta 10 horas a la semana de servicio comunitario o voluntariado, en cualquiera de los 11 proyectos y programas que desarrollamos hace un año y medio en los diferentes asentamientos de la mano con los líderes comunales”, explica el presidente de la Fundación.
Proyectos de corazón a corazón
La meta de la Fundación es la calidad de la educación y del ser humano como persona, y a eso le apunta todos los programas que desarrolla. Jaime explica que del proyecto bandera ‘Regalos a Colombia en Navidad’, se desprende el programa ‘Beautiful Day’. “Antes de recibir un regalo, las personas deben devolverle algo a la sociedad, entonces nosotros invitamos a los niños y a sus familias a que 8 días antes de la entrega de los regalos, salgan a desarrollar 5 horas de voluntariado en un proyecto de impacto ambiental consistente en una jornada de embellecimiento de colegios de zonas vulnerables. Días después, todos ellos disfrutan en el coliseo de sus regalos, además de globoflexia, música, sorpresas y pintucaritas”.
Esta Fundación incentiva en los niños el amor por la lectura con estrategias como ‘Leer te hace grande’, que se realiza los sábados en 5 barrios vulnerables de Neiva. Otro programa enseña inglés completamente gratis a 25 niños de los asentamientos.
Creó también las Escuelas Deportivas Comunitarias, en las que niños que viven en zonas vulnerables entrenan futbol y atletismo de lunes a viernes; y las escuelas de música y danza folclórica, donde los pequeños aprenden de forma gratuita sobre folclor, cultura, valores, autoestima y habilidades motoras.
Otro programa que desarrolla es ‘Asistente de profesor’, en éste, a través de un convenio con algunos colegios, los jóvenes ayudan en los quehaceres a los docentes, y compiten entre ellos mismos con sus calificaciones por ganar una beca y continuar sus estudios universitarios.
Estos son, por nombrar solo algunas, de las iniciativas que trabaja la Fundación De Corazón a Corazón, por transformar la realidad social de las zonas vulnerables, y que son liderados en su mayoría por los jóvenes becados.
Historias de superación
Cada una de las personas a las que la Fundación premia con una beca por su pasión por el servicio social, trae consigo una historia de vida y deseo de superación sorprendente. Uno de ellos es Handerson Minda Chilma, quien siendo niño llegó a Neiva desplazado del Caquetá víctima de las balas y la guerra, sobrevivió de lustrabotas, vendiendo helados en la calle y frutas y verduras en una galería. Se inscribió en Educación Física en la Universidad Surcolombiana, y cuando conoce a Jaime se encuentra descargando bultos de cemento al hombro para poderse pagar su semestre.
Es cuando él lo invita a que lidere uno de los proyectos de la Fundación, la escuela deportiva comunitaria en la comuna 9. Por su excelente rendimiento, la universidad le ofreció una pasantía en Chile, proveyéndole solo el tiquete aéreo y servicio médico. From Heart to Heart Foundation, le ayudó con los gastos de la visa, el pasaporte y le patrocina 100% sus gastos de estadía y alimentación en ese país. Allí, Handerson además compite en pruebas de atletismo, pese al extremo frío de esa zona. Su sueño cuando regrese, es graduarse.
Otro guerrero de la vida es Serafín Ortiz, nació hace 33 años con una discapacidad física, por problemas de meningitis en la columna. Esta patología le impide mover sus piernas y pies, pero no convertirse en asistente de profesor, y dar clases de refuerzo entre semana en su casa a 12 estudiantes del barrio Falla Bernal y el asentamiento Brisas del Río.
Como gratificación, la Fundación, la cual conoció el año pasado, le financia su carrera de Administración de Empresas en la Uniminuto. Ya va en segundo semestre, y desde su silla de ruedas sueña con graduarse y convertirse en gerente, para también apoyar a más personas de escasos recursos económicos, y no pasar más necesidades en su casa.
Viviana Casanova Mendoza, es otra luchadora. Dirige la escuela musical, iniciativa que desarrolla con 20 niños la Fundación junto con la alcaldía de Neiva, en la Casa de la Cultura del barrio Luis Carlos Galán I Etapa, allí se le observa enseñando notas musicales a través de dinámicas y juegos.
Viviana, de 22 años, es una de las tres personas invidentes becadas por la Fundación De Corazón a Corazón en el Conservatorio Departamental de Música. Ella estudia un técnico de piano, su instrumento preferido.
La joven neivana perdió el 100 % de la vista hace dos años y medio, por un glaucoma médico que viene padeciendo por años y que desafortunadamente los médicos en esta ciudad no le detectaron a tiempo. Pese al dolor físico que la enfermedad le genera, la nostalgia de ya no poder ver la convierte en fuerza, en ejemplo de ánimo, pues siempre está sonriendo y animando a la gente a salir adelante.
Para poder estudiar, traduce los libros y las partituras al sistema Brayle, cosa que hace con mucha disciplina. Las diferentes piezas musicales que interpreta en el piano las acompaña con su armoniosa voz, que le ayuda a sobrevivir cantando en las iglesias o amenizando eventos. Su mamá trabaja en casas de familias, y ente ambas arañan posibilidades para pagar los gastos del humilde hogar.
Ya grabó un CD que piensa promocionar este año, y aspira a ser realizar una licenciatura y ser docente de música para multiplicar sus talentos.
Al Carnaval
Jaime Alberto Camacho es también presidente de la comparsa Vive mi Tierra, que representará el Sanjuanero Huilense en el próximo Carnaval San Francisco, a realizarse en esa ciudad estadounidense en mayo del 2018. Una oportunidad más de engrandecer la imagen de los colombianos en el extranjero.
Ayudar a los compatriotas allí residentes, es también un anhelo de este neivano. Por eso es además Tesorero de la Asociación de Colombianos en el Área de la Bahía, la cual trabaja con el consulado colombiano en cabeza de Carlos Calero, para crear la primera feria empresarial.
Grato reconocimiento
El proyecto social autosostenible de la Fundación que lidera Jaime Alberto Camacho, le valió para que en mayo de este año fuera postulado para el premio Los 22 Más, que realizó la Embajada de Colombia con el propósito de elegir a los 22 colombianos en el exterior que por sus destacadas acciones dejan el nombre del país en alto. Es el único opita que hace parte de ese selecto grupo. El 6 de junio la Fundación recibió el premio en Washington en la categoría Educación.
Jaime destaca que las becas y demás ayudas para los jóvenes, son gracias a los aportes de las personas y las alianzas estratégicas a nivel internacional.
“Hacemos diferentes actividades, una muy conocida en el área donde vivo en California se llama Sancocho al Parque, servimos platos e invitamos a la gente como artistas que vengan a comer y ellos le ponen el precio. El año pasado en octubre llegaron 250 personas y este año en junio, reunimos a 400 pese a que era un día de puente festivo y se había anunciado un clima de extrema alta temperatura y por poco nos toca cancelar la actividad, pero a las 4 de la tarde ya no quedaban platos”.